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martes, 23 de abril de 2013

UNA PELEA ENTRE DOS HERMANOS (relato)



Era un día de verano muy caluroso. Manolo y Javier, dos hermanos del grupo de amigos de Sevilla, nos habían invitado a su casa a pasar un día de piscina  relajándonos tomando el sol en la piscina. Habían sido dos chicos muy agradables todo el verano. Habíamos salido todas las noches a dar una vuelta por Triana, a jugar al billar, a escuchar música mientras tomábamos una copa,… ¡¡¡ERAN MUY SIMPÁTICOS!!! Sólo se llevaban tres años uno con otro.

 

Llegué a su casa a las once la mañana y Manolo, el mayor, ya se había levantado y vino a abrirme la puerta de la cancela de la finca. Vivían en una enorme casa andaluza, rodeada de césped a un lado y con la piscina detrás de la entrada principal de la casa. En el otro lado había árboles que formaban como un pequeño refugio muy bonito con un lugar muy bello para disfrutar de la naturaleza. Yo llevaba el bikini debajo y una pequeña maleta porque esa noche iba a dormir allí y por si salíamos, me había traído algo más de vestir. Era temprano pero ya hacían cerca de los treinta grados.

 

-         ¿Nos damos un bañito?- me preguntó Manolo como intentando retarme.

 

Ni le respondí y sonriéndole, me saqué la camiseta de tirantes, los pantalones cortos y me quedé con un bikini blanco y azul marino muy sugerente. Me metí en la ducha y luego me tiré de cabeza a la piscina por la parte mas honda. El agua estaba fresquita. Mis pezones se pusieron duros enseguida, el bello se me erizo todo y al llegar a su altura, él ,que se había metido por lo menos hondo, me abrazo y me miró como diciendo que estaba loca por tirarme tan de golpe. Me sentó muy bien aquel abrazo. Era cálido, era dulce y también era cariñoso, tierno. Cuando entré en calor empecé a jugar con él en la piscina que si ahora te cojo y te meto la cabeza bajo el agua, que si no corras que será peor. Nadábamos de punta a punta retándonos y lo mismo buceando. El que llegaba primero elegía un castigo gracioso que siempre era tirarse de una forma rara a la piscina y sacar una foto para luego reírnos con los otros amigos.  

 

Javier se acercó a la piscina y saludo desde fuera. Yo salí y él me acercó la toalla. Le dí dos besos y le pregunté que si no se metía en la piscina. Había pasado una hora y media de juegos con Manolo y no me había dado cuenta. Me dijo que no, que tenía que preparar el gazpacho y la lechuga. Sonó en ese momento el timbre de la puerta y Manolo salió de la piscina para abrir a quien llamaba. Habían llegado Paco, Nando, Patricia, Paula, Ana, Marcos y Carlos. Ya estábamos todos. Javier entró en la cocina y yo le seguí. Le ayudé a preparar lo que faltaba para comer. Pusimos juntos la mesa. Javier era más reservado, más callado de Manolo. Apenas me dirigía la palabra pero no paraba de mirarme todo el rato como si fuera con admiración. Hubo un momento en que, al sentirme observada, se me resbaló el cuchillo de las manos y me corté. No era un corte profundo pero enseguida vino a ayudarme. Me llevó al cuarto de baño. Me pidió que me sentara y que no mirara la sangre para que no me mareara aunque creo que sino fuera porque quería demostrar que podía curarme, el que se hubiera caído en redondo al suelo hubiera sido él. Oíamos a los demás en el porche de la casa cuando sentimos que alguien entraba en la cocina y al ver la sangre,… gritaba mi nombre. Llegó al baño siguiendo unas pocas gotas que había en el suelo de sangre y Manolo corrió para curarme él. “No ha sido nada” le dije. Se veía mucha sangre pero era un corte pequeño. Él se enfureció con su hermano y empezó a chillarle como si me hubiera matado o algo peor. Javier, que nunca se había enfadado desde que le conocía, se enfrentó a su hermano. Sentí que iban a pelearse y me puse entre ambos. Los dos arremetían hacia adelante y notaba la presión de sus cuerpos y sus brazos por encima de la cabeza. Era una situación que me asustaba y me excitaba a partes iguales. Tener un hombre detrás y otro delante y sentir la presión de sus cuerpos contra el mío me incitó de forma escandalosa. Pero ellos seguían intentado no se que hasta que sentí la mano de Manolo darme una bofetada sin querer. Le miré asustada y corrí escaleras arriba al cuarto dónde había dejado mi pequeña maleta con mis cosas. Sentí que corrían los dos escaleras arriba asustados por mi cara. Yo había cogido la maleta y sólo quería irme corriendo de aquella casa. Manolo no paraba de pedirme perdón una y otra vez con la cara completamente desencajada. Javier me pedía que me quedara, que no me fuera así, que me tranquilizara. Javier me cogió por la espalda y me abrazo. Manolo hizo lo mismo por delante inmovilizándome los brazos sin querer. Me sentía arropada y feliz. Los amigos estaban en la piscina jugando y yo estaba entre dos hombres que me elevaban hasta el cielo con aquellos abrazos. Javier me giró la cara con una mano y me limpió una lágrima que había caído por mi mejilla. Le besé en los labios. Él se sorprendió. Luego me giré la cara para Manolo y le besé también. Ese beso les despejaron las dudas a los dos. Si tenía que elegir,… me quedaba con los dos. A ellos no les pareció mal y se sintieron aliviados. Empezaron a besarme uno por la nuca y otro por el cuello. Manolo me soltó un momento para cerrar la puerta y me dí la vuelta para sentir el pecho de Javier en mi pecho. Empecé a besarle con pasión y Manolo se acopló a mi espalda de forma magistral deslizando sus labios, sus besos por mi nuca, por mis hombros, por mi espalda. Javier me besaba el cuello, lamía el inicio de mi escote y sólo deseaba poder llegar a mis pechos. Manolo me quitó la parte de arriba del bikini mojado y Javier se quitó la camiseta. Empecé a besar el torso de Javier, lamiendo sus pezones mientras Manolo no paraba de acariciarme los pechos apretando su sexo protegido por el bañador contra mi trasero excitado. Me dí la vuelta para dedicar las mismas caricias en el torso de Manolo mientras sentía el sexo ardiente de su hermano dónde hace unos minutos estaba el suyo. Mientras Manolo me besaba, Javier me quitó la parte de debajo de bikini, se quitó su pantalón corto y ayudó a su hermano con su bañador. Los tres estábamos desnudos y yo podía sentir la virilidad de uno delante y la virilidad del otro detrás. Me besaron los dos y sentí como a la vez, con destreza y suavidad, se adentraba uno en mi sexo y el otro en mi trasero. Casi me muero de placer con el primer empujón de sus miembros al adentrarse en mí por primera vez tan bien coordinados. Se movían de forma suave al principio pero a la vez. Uno tenía las manos en mis caderas y el otro no paraba de aferrarse a mis pechos duros y excitados de forma muy sensual. Los movimientos iban en aumento y los gemidos de placer de los tres eran como una fuente inagotable de placer extremo. Me besaba uno entre gemido y gemido. Giraba la cabeza y me besaba el otro entre gemido y gemido. Yo no podía dejar de desear que no pararan, que siguieran dándome placer,… Sus bocas, sus manos, sus sexos duros adentrándose una y otra vez en mi sexo en mi culo me hacían llegar y enlazar mis orgasmos que cada vez eran más fuertes. Javier grito de placer y sentí un ardor tremendo que se adentraba en mí. A los pocos segundos el grito fue de Manolo que con un grito casi encadenado también me dio su ardor de macho. Yo grité al sentir ese tremendo último gran empujón y su calor. Estábamos de pie los tres y me abrazaron los dos para que nos recostáramos en la cama los tres. Besé la boca de Javier. Besé luego la de Manolo y me quedé dormida entre los dos. Cuando desperté creí que todo había sido un sueño muy erótico y placentero. No había nadie conmigo en el cuarto y se había hecho de noche. Entró Javier con una bandeja con zumo, galletas, frutos secos y café. Detrás Manolo con tres rosas: una roja, una blanca y otra amarilla. Ambos me sonrieron. Me besó Manolo con un beso largo y profundo. Luego me besó Javier con un beso profundo y ardiente. Se sentaron a mi lado y dejaron que comiera mientras no dejaban de deslizar las yemas de sus dedos por mi cuerpo que sólo tapaba una fina sábana blanca. ¡¡¡No era un sueño!!! Los otros ya se habían ido y lo que me hubiera parecido un sueño imposible, se convirtió en un mes increíble de una relación a tres que jamás podré olvidar. El placer extremo de la pasión llamó a nuestras puertas cada mañana, cada mediodía, cada noche, cada madrugada,… Le abrimos las puertas varias veces y nos dejamos llevar por el deseo. Nunca lo olvidaré y espero volver pronto con mis dos grandes amantes hermanos.

martes, 26 de febrero de 2013

VERANO EN FAMILIA (relato)


Había acabado los exámenes y necesitaba desconectar de todo un poco. Ninguna de mis amigas podía venirse conmigo a ningún sitio así que cogí la mochila, me subí al primer tren que salía y me fui a la aventura.

 

El tren paró en Almería después de dieciséis horas de viaje. Salí de la estación un poco como perdida y me tiré a la carretera sin mirar. Una moto frenó y su rueda me dio en la pierna un golpecito. Se bajó el motorista y creía que me iba a decir de todo pero sólo me preguntó si estaba bien. Le dije que sí estaba bien. Él no se lo creía y me invitó a tomar algo. Acepté y nos tomamos unas claras en un bar cercano. Me dijo que se llamaba Fran y que vivía en Fiñana un pueblecito cercano. Me preguntó que dónde pasaría la noche y le dije que no tenía nada preparado, que iba un poco a la aventura. Fran me dijo que si quería, él me invitaba a pasar unos días en su pueblo, en su casa. Me lo miré un poco desconfiada. Me dio una ojeada de refilón y me dijo que si quisiera algo malo no me iba a invitar a un lugar dónde lo conocían todos y cada uno de los habitantes. Me reí con la respuesta y le dije que si,… que aceptaba su oferta.

 

Me monté en la moto con él y nos dirigimos a su pueblo raudos, veloces y sin paradas.

 

Fiñana era un pueblo pequeño pero acogedor (yo estaba acostumbrada a la gran ciudad). Parecían que estaban de fiesta.

 

Paramos en una casa grande en lo que parecía el final del pueblo. Nos bajamos de la moto y entramos en ella. No había nadie. Me la enseñó de arriba abajo y me enseñó lo que sería mi habitación. Había una cama grande de matrimonio con una preciosa colcha blanca. Una gran ventana en la cabecera llenaba la luz de color. Era una habitación preciosa.


Fran me dijo que por la noche había un baile en el pueblo. Eran las cuatro de la tarde y le dije que me gustaría darme una ducha y dormir un poco. Me dijo que prepararía algo para comer mientras me duchaba. Cogí la ropa y me metí a darme una ducha relajante con agua fresquita. Me desnudé y noté como si los ojos de Fran me estuvieran mirando fijamente. Me recogí el pelo con una pinza y me acaricié la nuca. Escuché un suspiro profundo en la puerta.

 

Me metí en la ducha y dejé que el agua se deslizara por mi cuerpo. El jabón que tenía era de coco y chocolate. Era una cura por la presión sufrida, una sensación de relajación total. Me olvidé de que Fran podría seguir observándome desde la puerta.

 

Me empezaba a secar el cuerpo cuando la puerta se abrió de golpe. Se me cayó la toalla al suelo del susto. Un hombre que no era Fran me miraba desde la puerta. Me repasó de arriba abajo. Me lo quedé mirando con cara de pocos amigos y me pidió perdón. Se fue y cerró la puerta tras de él.

 

Me puse un vestido blanco ligero, vaporoso, fino. La ropa interior también era blanca.

 

Salí y me fui a la cocina que es donde estaba Fran y el hombre que me había asaltado visualmente en el baño. Me lo presentó y era Ramón, su hermano. Me dio dos besos y los tres nos sentamos en la mesa a comer. Luego me retiré a la habitación para dormir un poco. Me quité el vestido y me tumbé sólo con las braguitas sobre la cama.

 

Cuando me desperté ya era de noche. Me puse el vestido blanco y me dejé el sujetador sin querer.

 

Llamé a voces a Fran y a Ramón pero no estaban ninguno de los dos. El pueblo no era muy grande y decidí dar un paseo por él. Seguí el ritmo de la música y me planté en el baile. Había un grupo de chicos que cantaban por sevillanas. Me puse a bailar en plan corro con las chicas. Me quedé mirando a uno de los chicos que cantaban. Tenía una mirada penetrante y no paraba de mirarme fijamente. Su mirada ardía y eso me excitaba mucho.

 

La tercera sevillana que cantaban por inercia fui a parar de un tropezón a su lado. Me lo quedé mirando fijamente cuando me cogió del brazo para que no cayera al suelo. Oí la voz de Fran a lo lejos y se iba acercando muy rápido. Cuando llegó a donde estaba yo me presentó a su hermano, que era el cantante de sevillanas de mirada ardiente. Se llamaba Manuel y era el pequeño de los hermanos.

 

Nos sentamos los cuatro juntos a tomar algo. Eran tres hermanos que se llevaban genial. Estaban de broma y cachondeo todo el rato. Cuando sonaron las tres de la mañana en el campanario de la iglesia y después de unas cuantas claras, me sentía un poco mareada. Le dije a Fran que si nos podíamos ir y sus hermanos empezaron a bromear con él. Nos fuimos los cuatro para la casa de Fran. Los hermanos quería seguir la juerga pero yo estaba rendida. Les deseé ‘Buenas noches’ y me fui a dormir. Me quité el vestido y me tumbé con braguitas en la cama.

 

Pasó un rato cuando escuché que la puerta de la habitación se abría. No sabía quien era pero sentí unas manos acariciar mis piernas en la oscuridad. Yo estaba bocabajo tumbada y mi cuerpo se estremecía por entero entre las manos de unos de los hermanos. Las manos del desconocido subieron sigilosamente por mi espalda y otras diferentes alcanzaron mis piernas. ¡Habían dos de los hermanos en el cuarto junto a mi! La sensación de estar con dos hombres semidesnuda en una habitación era una fantasía erótica que siempre había tenido y deseado. Me dejé llevar por sus caricias. Las manos de la espalda se abrieron paso y los dedos empezaron a deslizarse por mis labios. Las de las piernas subieron hasta la espalda y unas nuevas manos volvieron a mis piernas. ¡Los tres hermanos estaba ahí para mi! Noté que las manos que estaban en mis labios me ayudaban a sentarme en la cama. Noté su boca acercarse a mis pezones erectos mientras las otras dos bocas estaban en mi espalda una por la nuca dándome unos mordiscos suaves y sugerentes. La otra estaba cerca de mi trasero mordisqueando y acariciando los cachetes de mi trasero. Yo no podía contener mis gemidos. Deseaba ser poseída y envestida por aquellos tres hombres ardientes, calientes, fogosos. Me tumbaron en la cama y me quitaron las braguitas blancas con cuidado. Noté como ellos se desprendían de lo único que llevaban que eran los slips los tres a la vez. Una boca me besaba y otra estaba lamiéndome, mordisqueando mis pechos. Uno de ellos se adentró en mi sexo. Yo di un grito de placer. Sus embestidas eran potentes, firmes, duras. Su sexo era grande y pese a que me dolió un poco la primera embestida, la segunda, la tercera,… poco a poco el dolor fue disminuyendo y la pasión y el deseo fue creciendo. Era un hombre muy hábil y tenía un gran aguante. Yo no podía contener mis orgasmos que se encadenaban uno con otro entre gemidos y susurros. Unas manos me ayudaron a incorporarme un poco sin que el sexo de mi amante nocturno saliera ni un milímetro de mi sexo. Estaba escarranchada sobre su sexo y sentí el sexo de otro de ellos adentrarse con firmeza en mi trasero. Notaba las embestidas de los dos y los labios del tercero besarme la boca. Encontré el sexo del tercero y con mi mano lo acaricie para escucharles gemir a los tres junto a mi. Fue algo salvaje y no podía dejar de gritar de placer mientras me derramaba una y otra vez de deseo.

 

Se derramaron dentro de mi primero el que estaba dentro de mi trasero y después el que estaba dentro de mi sexo. Creí morir de excitación cuando sentí el calor de sus esencias derramadas dentro de mí.

 

Se apartaron de mi para dejar paso a su hermano que aún no se había adentrado en mi. Sentí el miembro palpitantemente firme del tercero penetrar mi sexo con fuerza, con dureza, con pasión. ¡Creí morir de placer! Se movía de forma salvaje, de deseo contenido, de pasión insatisfecha. Me envestía fuerte, mas fuerte que los otros dos por la tensión contenida esperando su turno. Eso me excitó mucho y cuando sentí que se derramaba conmigo y me abrazo,… gemí como una loba en celo muerta de deseo.

 

Me quedé recostada en la cama y uno de ellos se recostó frente a mi. Empezó a besarme la boca. Noté otro cuerpo desnudo a mi espalda. Giré mi cabeza y besé su boca ardiente, húmeda, cálida. Abrí mis piernas y note como a la vez me penetraban por delante y por detrás. Yo era el centro de un sándwich de deseo ilimitado. Sentía sus embestidas salvajes y no paraba de pedirle que no pararan, que siguieran más, más, más, y más, y más, y más, y más,… Sentí su leche derramarse por mis nalgas, por mi sexo, por mis piernas. ¡¡¡Fue algo salvajemente fuerte!!!

 

El tercero me ayudó a salir de en medio del sándwich y empezó a besarme con deseo. Yo quería morir de deseo en aquella boca que me besaba con tantas ansias. De pié me abrí de piernas y se adentró en mi sexo ardiente. Sentía su enorme miembro penetrarme de forma magistral. Sentí otro cuerpo ardiente a mi espalda y otro pene me penetró el trasero fogoso. Yo creí desfallecer entre gemidos. No se como nos caímos los tres sobre la cama sin dejar las embestidas. A mi boca se acercó la tercera boca pero yo deseaba saborear su sexo. Me acerqué a su sexo y empecé a chuparlo de forma brutal. Sentía los gemidos de los tres mientras me penetraban a la vez la boca, el sexo, el trasero. Me embestía y yo no paraba de derramarme de placer y conteniendo mi mandíbula para no morder de deseo el pene que saboreaba mi lengua, mis labios, mi boca. Empujaban con más fuerza y cada vez más, y más, y más, y más, y más, y más, y más, y más, y más, y más, y más, y más rápido. Sentía el calor de su esencia desbordarse en mi boca, en mi sexo, en mi trasero. Caímos los cuatro sobre la cama y nos quedamos dormidos piernas entre piernas, manos entre manos, cuerpo entre cuerpo. ¡Fue una noche mágica que se repitió muchas más veces a lo largo de ese verano!

 

miércoles, 15 de abril de 2015

DESPIDOS A LA CARTA (SPAIN IS DIFFERENT)




El pasado 8 de abril una incursión tras una investigación de los Mossos d'Esquadra consiguió detener a once personas y efectuar trece registros en una operación contra el terrorismo yihadista en varias poblaciones de Cataluña.

Las detenciones en Barcelona, Terrassa, Sabadell, Sant Quirze del Vallès (Barcelona) y Valls (Tarragona), están relacionadas con una operación de diciembre de 2014 en la que se detuvo en Bulgaria a tres vecinos de Terrassa, Sabadell y Monistrol de Montserrat (Barcelona) cuando se iban a incorporar al Estado Islámico.

En lo que va de año han sido detenidas alrededor de treinta personas en España por su supuesta relación con el terrorismo yihadista en varias operaciones. Una de las más destacadas la del 13 de marzo en la que se arrestó a ocho presuntos miembros de una célula terrorista en Barcelona, Gerona, Ciudad Real y Ávila. Todos eran españoles y cinco de ellos de origen marroquí.

Las primeras detenciones se produjeron en Ceuta a principios de año (24 de enero), cuando fueron apresadas dos parejas de hermanos, Farid Mohammed Al Lal y Mohammed, y Anwar Alli Amzal y Redouan (de nacionalidad española y origen marroquí), presuntos yihadistas dispuestos a cometer un atentado e inmolarse.

El 24 de febrero, la Guardia Civil desarticuló una red de reclutamiento para el Estado Islámico que llevó a la detención de cuatro personas, dos en Melilla y otras dos en Cataluña.

El 7 de marzo la Guardia Civil detuvo en el aeropuerto de Barcelona a una marroquí, residente en España, que pretendía viajar a Siria con su hijo de tres años para unirse al Estado Islámico.

Tres días después, la Policía arrestó a dos personas y neutralizó en Ceuta una célula yihadista que estaba plenamente preparada y dispuesta para atentar.

Los últimos detenidos antes del 8 de abril habían sido un matrimonio marroquí y sus dos hijos gemelos (31 de marzo) de dieciséis años en Badalona por su supuesta vinculación con una red de envío de yihadistas a Siria en la última operación policial contra este tipo de actividades delictivas en el primer trimestre del año.

Pese a que las detenciones se produjeron en diferentes lugares del ancho y largo territorio español, tras esta última operación llevada a cabo por los Mossos d’Esquadra, más de un político Español, ha utilizado este logro policial, esta lucha antiterrorista, como un si fuera un cartel de promoción de su partido para las próximas elecciones. Lejos de la unión que tanto se jactan de reclamar para todo el territorio, lejos de alabar un acto contra un grupo terrorista que no sólo pensaba atentar en nuestro país sino que iba a poner en peligro miles de personas con sus actos en pos de sus creencias, lejos ver con buenos ojos la suerte que hemos tenido en detener a estas personas, lejos de lo que sería normal o entendible, han preferido seguir atacando con sus consignas, con su malogrados discursos inapropiados a una comunidad autónoma que no me extraña que cada vez más y con más ahínco, pida a marchas forzadas ese lugar aparte del resto de ese retrogrado estado de inmovilismo social, político y mental.

Y es que, por desgracia, su forma de ganar “elecciones” es esa: inculcar el miedo. No tienen un formato político defendible, ni una estructura certera que les ayude a “convencer” más allá del pánico.

Los atentados 11-M fue el primer ataque terrorista en cuatro trenes de la red de Cercanías de Madrid llevados a cabo por una célula de terroristas yihadistas, tal como reveló la investigación policial y judicial. Todo llevó a suponer, que fue como una especie de “venganza” porque España fuera con sus tropas a apoyar a EEUU a una guerra que no iba con nosotros. Hasta esa fatídica fecha del 2004, nosotros conocíamos lo que era el terrorismo por ETA. Nunca nos hubiéramos imaginado que los países árabes, nos vieran como una amenaza y menos aún, que sus radicales más extremistas, nos pusieran desde entonces en el punto de mira.

Nosotros gritamos un sonoro NO A LA GUERRA. Años más tarde, seguimos pagando los platos rotos. ¿Cómo? Teniendo que vivir con políticos que estarían mejor con la boca cerrada de lo poco que saben de nuestro país y del mundo. 

La ignorancia es una lacra para un país como el nuestro. Lo peor de todo es que se sigue apostando por una educación pésima. ¿Saben ustedes por qué? Sólo para que los que están más arriban, no parezcan verdaderos zotes sin un ápice de inteligencia en sus cabezotas cabezas.

MORALEJA: El pasado 13 de abril los desafortunados comentarios de una periodista italiana, Paola Saluzzi, en un 'tuit' a Fernando Alonso, le costó su puesto de trabajo. Ella decía lo siguiente: «Le ha vuelto la memoria y se ha acordado de como es #arrogante #envidioso #pedazodeimbecil» (la periodista se refirió así a la supuesta amnesia que sufrió el asturiano tras el accidente durante los test de Barcelona en febrero).

El pasado 8 de abril, el Ministro del Interior Fernández Díaz, acusa a los independentistas catalanes de integrar a musulmanes extremistas.  Jorge Fernández Díaz, dijo que la fundación Nous Catalans dirigida por Àngel Colom (exdirigente de ERC y ahora en CDC) ha integrado a musulmanes extremistas.  A fecha de hoy ni se le ha pedido formalmente retractarse, ni se le ha destituido de su cargo. ¿Es normal que eso pase en un país de la UE? No. 

La igualdad no es una palabra que se utiliza sólo para hacer campaña. La igualdad tendría que poner a cada cual en su sitio por un presente mejor para todos y, sobretodo, más elocuente. 

Sin embargo, contra un corredor de fórmula uno, un tweet mal intencionado o desafortunado, consigue un despido en Italia y un Ministro de España ataca de forma frontal con alevosía y premeditación a toda una comunidad autónoma por su sistema de integración, y para él no hay castigo alguno, sólo un suma y sigue de mediocridad. Francamente lamentable.

lunes, 17 de marzo de 2014

¡DEMUÉLELES! NUESTRO DINERO ESTÁ JUSTO AHÍ



* El museo que costó 20 millones y ha estado dos horas abierto (Enlace web: http://es.finance.yahoo.com/blogs/finlaotracaradelamoneda/el-museo-que-cost%C3%B3-20-millones-y-estado-153059070.html).

 

* Otro hito en el despilfarro nacional: una bandera de 350.000 euros (Enlace web: http://es.finance.yahoo.com/blogs/finlaotracaradelamoneda/otro-hito-en-el-despilfarro-nacional-una-bandera-103755844.html).

 

* El gran mapa del despilfarro público ya está aquí (Enlace web: http://mx.finanzas.yahoo.com/blogs/finlaotracaradelamoneda/el-gran-mapa-del-despilfarro-p%C3%BAblico-ya-est%C3%A1-111851146.html).

 

¡Como duele! Y aún así, les creemos y les vitoreamos por sus acusaciones contra unos y otros. ¡Nos dejamos ser borriquitos en sus manos! Marionetas a los que con cuatro mentiras aparentemente bien redactadas, puedes llevar ahora para aquí y ahora para allá. ¿Cómo lo consiguen? ¡Muy fácil! Enfrentándonos a unos y a otros, diciendo que la culpa ahora es de los madrileños, luego de los catalanes, luego de los andaluces, posteriormente de los vascos, luego de los extremeños,… y así hasta desafiarnos a hermanos contra hermanos, a sobrinos contras tíos, a pueblos contra pueblos en vez de contra el que nos da las azadas y nos hace luchar entre nosotros.

 

¡Vivimos a su merced! Somos los cristianos que salían a la arena del circo romano a divertir al Cesar. Ahí, desde la “zona privilegiada”, nos contemplan lanzándonos espadas, los motivos para enfrentarnos como si fueran dagas envenenadas, nos dicen que el dinero se lo llevaron ellos, y sino los otros.

 

Nosotros, hijos de los hijos de los soldados de única guerra vivida en España en el siglo XX, somos su divertimento. Nuestros abuelos fueron sus manos ejecutoras da igual del lado que lucharan. Nuestros padres, los sumisos en las sombras, los doblegados, los resignados, los dóciles, los que ya se conformaban después de sufrir una cruda y dura dictadura.

 

Ahora, nosotros, somos sus bufones, de los que ellos se ríen durante comilonas copiosas en noches nada ocultas donde el vino y el cava corre por igual delante de los que tanto se metían y desmentían durante el día (unos contra otros pero sólo ante las cámaras. Pasa lo mismo cuando uno se pregunta,… ¿Suena un árbol cuando se cae en un bosque vacío? Ellos siempre han pensado que no y por eso, todas sus acciones y contradicciones tiene que ser bien públicas, bien visibles,… para no ser un árbol mudo sino muy ruidoso y beligerante). Cuando hay un gran festín y manjares libres de impuestos, poco importan los ideales.

 

En serio, la información está ahí, de manos de unos y de otros. No son inventos es la verdad y la única que debería importarnos cuando de despilfarrar dinero público se trata.

 

Veinte millones de euros en un museo que abrió sólo dos horas, trescientos cincuenta mil euros en una bandera, setenta millones de euros en un puente que no conduce a ninguna parte,… y así una detrás de otra y otra y otra. ¡¡¡ESAS OBRAS NO SON DE UNA COMUNIDAD!!! Esas obras fueron los políticos quienes dieron su aceptación, quizás sobre regalo previo en forma de “carta” sin misiva o algo similar digno de un gran embustero que sólo busca llenar sus arcas vaciando las de su comunidad, las de su país, las de su pueblo.

 

Y mientras, nosotros, enfrentándonos unos con otros en vez de unirnos contra ellos, los “poderosos”, los que no nos representan, los fuleros, los acusados,… los ladrones a fin de cuentas. Ellos son los que nos quitaron el dinero, no nuestros hermanos de otras comunidades. Empezar a abrir los ojos, dejar de escuchar a los árboles que tiene que caer ante todos para ser oídos. Si cayeran en mitad del bosque, quizás, ni les escucharíamos.

 

MORALEJA: Pitágoras de Samos, (582 a.C.-497 a.C.) filósofo y matemático griego, dijo: "Entre dos hombres iguales en fuerza, el más fuerte es quien tiene razón".

domingo, 30 de diciembre de 2012

VOCIFERANDO QUE ES GERUNDIO



Ayer, 29 de diciembre, tuve la extraña sensación de asistir a una posesión “cientuple” de un ser humano, de una hembra en concreto. En un momento pasó de ser una chica corriente y moliente a ser el muñeco diabólico con sobredosis de dos mil Coca colas tomadas en cero coma mezcladas con esencia de amoniaco y lejía y adornadas con millones de píldoras de cafeína extra-súper-mega-híper-maxi fuertes. ¿Qué pasó para que esta posesión se produjera de manera tan “metarmofosicamente” corta? Simple: dos móviles, un teléfono fijo y un inalámbrico tuvieron toda la culpa.

 

Es por todos sabidos que cuando uno se encuentra bien, con ganas de pasárselo genial, de disfrutar de la vida,… ¿Quién piensa en cargar el móvil? Pues eso me pasó a mi el 28 y claro, en ese mundo happy donde no existía control y me sentía libre y feliz, siempre hay alguien, por el motivo que sea, que tiene que venir a intentar fastidiarlo (intentar si, porque por mucho que se lo propuso y ahora os relataré como, no consiguió que se me quitaran las ganas de seguir disfrutando del momento).

 

Si, ya,… que no por no coger un móvil alguien montaría en cólera visceriana ipsofacta y la respuesta es claro que no. Para que una mujer pase a ese estado hay que seguir lo siguiente: ella vivió por encima de sus posibilidades durante mucho tiempo y la crisis la puso en su lugar. Cuando estuvo en ese estado en la que se creía mejor que nadie y despreciando a todos por no tener una cuenta en el banco envidiada por la de un ministro o banquero, dos casas (una en la costa y otra en la montaña), un piso dúplex majestuoso, dos coches y tres personas en la oficina a su cargo a las que podía mangonear a su antojo pues la empresa era de su esposo, podía vivir en libertad económica y haciéndose pasar por lista, por inteligente, por fogosa, por majestuosa, por la dama que cualquiera podría desear a no ser porque nada en ella valía la pena lo mas mínimo. Se sentía superior a todo y a todos. Pero de golpe perdió las casas, perdió a los empleados, la cuenta en el banco, los coches. Tuvo que empezar a trabajar pero no fue suficiente. Tuvo que pedir ayuda monetaria y ningún banco se la dio. A todos los que humilló (padres, hermanos, suegros,…) tuvo que pedirles dinero para sobrevivir. Ya no era nada de aquello que un día fue.

 

Un día modesto y tranquilo, una mujer va a parar a casa de sus padres para ayudar a su madre que se encuentra enferma. Es una mujer sencilla que vive tranquilamente en un piso modesto y con unos ingresos mensuales por debajo del SMI. Pese a todo eso esa mujer es feliz y como el amor hace mucho, poco a poco consigue que su madre, que se encontraba imposibilitada en un sofá, en una casa, en un mundo pequeño, consiga salir a la calle, andar, vivir, disfrutar nuevamente de la vida. Ella, la mujer feliz, lo consigue sin dinero, sin aparentar, sin ser lo que no es, sólo siendo transparente, clara, normal,… con el cariño primario del deseo de ver feliz a su madre.

 

Poco a poco, con mucha paciencia, esa madre confía en esa persona ciegamente y pese a que quiere mucho a su hija, sin esa mujer cerca, no da un paso fuera de aquella casa.

 

Esto hace sentirse humillada a la chica que poco a poco va cogiendo mas y mas celos, mas y mas ganas de destruir, pese a lo bien que le hace a su madre, pese lo bien que le hace a su padre.

 

Pasa el tiempo (un año casi) y no ha tenido ninguna ocasión de poder inquirir contra ella toda la rabia acumulada.

 

Pero incluso las personas mas perfectas, comenten errores pequeños y el del 29 sólo fue no tener batería en el móvil y no estar en casa para coger un teléfono a la hora que aquella hija tuvo a bien levantarse de la cama (las once y media pasadas).

 

En ese tiempo (de las once y media hasta las doce y cuarto que fue cuando se le cogió el teléfono) fue disfrutando poco a poco de todo aquel pérfido rencor acumulado hasta el punto de estallar en gritos incontrolados e incoherentes que no tenían ni pies ni cabeza. Empezó diciendo que porque no se le había cogido el teléfono (se que no te acompaña mucho la inteligencia hermana, pero es lógico que el teléfono no se ha cogido porque no estábamos en casa. ¡Así de simple!). Luego que por qué no le había cogido el móvil (ya le había dicho que no tenía batería pero para una persona que ha preguntado que porque no le has cogido el teléfono, explicarle que si no hay batería el móvil no funciona, era algo demasiado complicado para una mentalidad escasa). Luego que ella entendía que tuviéramos que salir pero que deberíamos haberla avisado, haberla llamado a ella, a su hermana, a su tía,… (si claro,… y la guardia civil, y las ertzaintza, y a los mossos d'esquadra, a los bombero, a las ambulancias, a los marines, a estación espacial, a papa pitufo, a gotzilla, al hombre lobo y a caperucita roja. Es lógico que cuando te has pasado toda la vida aparentando,… la mente no la hayas cultivado ni lo más mínimo). Luego que si ya se había pensado lo peor (literalmente, y no engaño en esto ni en nada si puedo evitarlo, lo peor para ella es que yo me hubiera dormido y sus padres se hubieran muerto. Lo peor para ella era que su padre, en un ataque visceral, justo cuando yo había tenido un accidente con el coche, fuera de asestar a su madre puñaladas hasta dejarla sin vida y luego él, se hubiera cortado las venas al ver lo malo de su acto. Lo peor era que estando ella a un cuarto de hora en coche, prefería imaginarse lo peor en vez de conducir y comprobar que no había pasado nada. Lo peor era que en menos de un año que llevaba esa mujer con su madre, esta la llamaba hija mía de forma maternalmente cariñosa y eso ella no lo podía ni consentir, ni permitir, ni mucho menos tolerarlo, por eso, pese a que no ha podido confesar jamás ni lo hará, sus gritos lo decía de forma subliminal con cada improperio injustamente infligido contra esa mujer).

 

Lo peor de todo para ella, es que esa mujer, pese a todo, le daba la razón haciendo que no tuviera motivos para seguir arremetiendo contra ella y eso, no sólo la deja sin argumentos sino sin manera de seguir arremetiendo una y otra vez contra ella (seguro que pensó,… ¡¡¡GILIPOLLAS!!! Es perfecta incluso en que no quiere pelear y acepta lo inaceptable. ¡La odio!).

 

A fecha de hoy no ha habido perdón por ese comportamiento pero tampoco se busca. Hoy el día pasó y fue precioso. El despertar de su madre lo volvió a disfrutar esa mujer. Las risas, la complicidad, las anécdotas de la infancia,… la vida. ¿Hay peor tortura que no saber disfrutar? Yo creo que no. ¡He ahí su condena!

 

MORALEJA: Grita, chilla, vocifera, berrea, aúlla, muge, ruge, desentona,… inflige cualquier tono alto contra la verdad pero eso no la va a cambiar,… sólo hará que acabes perdiendo la voz en el intento de convencer de lo que no tiene sentido.

sábado, 3 de mayo de 2014

¿QUÉ PASÓ EL DOS DE MAYO? ¡HUBO PUENTE!


 

Me alegro de todos aquellos que han tenido puente en el día de hoy. Me contenta saber que hay personas que han disfrutado de un ansiado y deseoso fin de semana de cuatro días (yo, sinceramente, creo que debería haber uno al mes de cuatro días para poder disfrutar de la vida a tope. Pero también es verdad que hay gente que no da un palo a agua, que tiene toda la vida por delante o que podría disfrutar del momento cien por cien, y lo malgasta haciendo la vida de los demás un poco más complicada o denigrante. ¿Qué no? ¿Qué esas personas no existe? ¡Claro que existen! Por el amor de Dios. Todos aquellos que se ponen de mala ostia cada vez que un trabajador puede disfrutar de su familia, de sus amigos, de su libertad, todos aquellos que dicen que las personas deberíamos trabajar más y exigir mucho menos en pos de la empresa, todos aquellos que desean que trabajemos como “esclavos” todas aquellas horas que ellos nunca trabajarían, son las mismas que podrían disfrutar de la inmensidad que tiene, económicamente hablando claro está, porque de valor, principios y dignidad humana, decir que están por debajo de menos un millón sería hasta tratarles mejor de lo que ellos tratan al prójimo).

 

Más cuando alguien le preguntan: ¿Qué pasó el dos de mayo? Y ellos responden: ¡Hubo puente! Hace ver que no sólo estamos faltos de aprendizaje o que somos de retentiva demasiado corta o demasiado reciente (por decirlo de alguna manera). Pero hay cosa que todo el mundo debería saber y pese a que los colegios SÍ que han tomado este día de fiesta, quiero aprovechar este viernes para dar un poquito de historia para todo aquel que desee leerla (eso si,… siempre con la ayuda de nuestros amigos del ciberespacio).

 

Según nuestros amigos de Wiki, tal día como hoy hace ya muchos años, se produjo el levantamiento del dos de mayo, que sucedido en 1808, y es así como se conocen los hechos acontecidos en aquel año en Madrid (España), producidos por la protesta popular ante la situación de incertidumbre política (incertidumbre política que en el país en el que estamos, y en el año en el que estamos, también existe. Con una crisis heredada en parte por el anterior gobierno, una NEFASTA y DENIGRANTE mala gestión de los recursos recaudados por impuestos y demás en los años anteriores, con más de mil quinientas causas de corrupción política y malversación de dinero público, amen de los insufribles recortes en cosas como educación o sanidad, o la subida COMPLETAMETNE ABUSIVA de los impuestos, hace que la situación en España, cerca de tres siglos más tarde, sea casi la misma con la contra de que nos callamos y no decimos nada porque cuando lo hacemos, somos tachados de terroristas, anarquistas o radicales y juzgados, no por ser culpable, sino para acallar nuestra voz. ¡Lamentable! Pero cierto) derivada tras el Motín de Aranjuez (el Motín de Aranjuez fue un levantamiento ocurrido el 17 y el 19 de marzo de 1808 por las calles de esta localidad madrileña. Se desencadenó debido a varias causas, entre ellas las consecuencias de la derrota de Trafalgar, que recayó fundamentalmente en las clases bajas. A ello hay que sumarle el descontento de la nobleza, la impaciencia del Príncipe de Asturias (el futuro Fernando VII) por reinar, la acción de los agentes de Napoleón, las intrigas de la Corte -donde se iba creando un núcleo opositor en torno al Príncipe de Asturias, formado por aristócratas recelosos del poder de Manuel Godoy, y escandalizados por las supuestas relaciones de éste con la reina María Luisa de Parma-, así como el temor del clero a las medidas desamortizadoras). Posteriormente a que se reprimiera la protesta por las fuerzas napoleónicas presentes en la ciudad, por todo el país se extendió una ola de proclamas de indignación y llamamientos públicos a la insurrección armada que desembocarían en la Guerra de Independencia Española.

 

Resumiendo, que pese a tener una condiciones mucho peores que nuestro hermanos del 1808, las cosas siguen igual porque es duro vivir en un país con dictaduras pero aún es peor cuando se trata hablar de democracia pero a la hora de la verdad, existen dos clases de todo, hasta de justicia, que condenan al pobre a prisión porque sí y deja en libertad al rico por tener riquezas. Hasta que esto no cambie, seguiremos teniéndonos que ocultar tras una mascara en honor de una verdad cada vez mas difícil de expresar.

 

MORALEJA: George Orwell,  (1903-1950) escritor británico, dijo: “Si la libertad significa algo, es el derecho de decir a los demás lo que no quieren oír”.

 

miércoles, 12 de marzo de 2014

HAY COSAS QUE NUNCA SE OLVIDAN



* Explosión y derrumbe de dos edificios en Nueva York deja dos muertos (Enlace web: http://www.nacion.com/mundo/Explosion-derrumbe-edificios-Nueva-York_0_1401859985.html)

 

Eran nueve y pocos minutos de la mañana de un miércoles 12 de marzo de 2014. Una explosión extiende el pánico de nuevo en la calles de New York. Dos edificios se han hundido tras la deflagración. El espacio aéreo se cierra. El miedo recorre de nuevos las calles. El recuerdo del 9/11 se hace presente en el día de hoy. 

 

De esta manera despertaban hoy los ciudadanos de la isla de Manhattan. Cuando aquí seguimos con los repasos del décimo aniversario del 11M en New York se han visto invadidos de nuevo otra vez por los malos recuerdos de hace ya más de una década.

 

La sangre se ha helado. La gente, entre paralizada y confusa, murmura: ¡Otra vez no! Y es que cuando un golpe tan mortal como 9/11, como el 11M atraviesa de norte a sur el corazón de un pueblo, es imposible de olvidar que todo puede volver a suceder de la misma manera, con la misma crudeza y el día más inesperado.

 

Sin embargo, los que tenemos mucha prisa para escuchar al de al lado, el que pita cuando el semáforo acabó de ponerse en verde, el que gesticula como un energúmeno en un cruce cuando un coche cede el paso a los viandantes y llega tarde, ese, ese en concreto, no se da cuenta de que el tiempo es efímero, que todo pasa, que todo lo que no se disfruta en el ahora de ser vivido,… ya no volverá a pasar.

 

Somos bobos los seres humanos. Nos importa todo demasiado y nada tiene la importancia suficiente para hacernos abrir los ojos y mirar, de frente a frente, a la vida. Nos lamemos las heridas infligidas como cachorros asustados. Nos regocijamos en nuestro dolor para dar pena y ser el centro de atención un día y al siguiente y al de más allá. Buscamos las salidas fáciles, las que no necesitan complicaciones, porque a fin de cuentas, nada que conlleve un esfuerzo consumado merece la pena. ¡¡¡GRASO ERROR HERMANOS!!! Un error enorme pensar que todo aquello que necesita su tiempo y su espacio,… no merece la pena. ¡PERO QUE MÁS DA! ¿Verdad? En el fondo siempre llegamos tarde, nos lamentamos de no tener tiempo, luchamos por conseguir más y más y más y nunca estamos satisfechos con nada. ¡Así es la vida! Nos decimos para engañar o engañarnos, más no hay pero engaño que el de creer en nuestras propias mentiras.

 

Cuando nuestro ombligo es el mejor del mundo una explosión nos saca de nuestro ensimismamiento. Alzamos la vista. El horizonte se tiñe de humo. La sangre coge consistencia en nuestro organismo. ¡Se hiela! Pensamos en los nuestros y nos preguntamos,… ¿Dónde dijo que iría? Llamamos, enviamos e-mails, intentamos ponernos en contacto por todos los medios con todos aquellos que en ese momento no están a nuestro lado ya sean familiares o amigos. ¡No responden! ¿Y si le tocó a él? ¿Y si ella tenía que ir para allí? El sudor frío nos empapa por entero. Da igual si no llegamos a las cita de las diez, si el coche se quedó en medio de la calle, si grita el de atrás por lo que sea,… ¡Alguien no responde! Y la espera para saber se hace eterna. La vulnerabilidad, las ganas de haber quedado ayer, o antes de ayer para veros retumban en tu cabeza pues no podías verle,… tenías cosas que hacer. ¡¡¡SIEMPRE HAY ALGO QUE HACER!!!

 

El teléfono por fin suena pero no es la llamada que esperabas. Alguien encontró tu número como contacto. ¡¡¡SE FUE PARA SIEMPRE!!! Ya no habrá un mañana para esa persona. Lloras, te lamentas no haber tenido tiempo y por fin te das cuenta, de que poco importaba todo lo demás que tenías que hacer. ¡Ahora ya no tendrás ese momento compartido nunca más! Se marchó, contra su voluntad. Se marchó y nunca volverá.

 

¡Lección aprendida! ¿Estás seguro de ello?

 

MORALEJA: Como fin del escrito de hoy, una canción quizás muy sencilla para muchos pero lleno de mucho sentido. Espero que la disfrutéis y que cojáis el mensaje: ¡Lo importante es regresar! No dejar que el círculo se rompa. Eso sólo lo podemos hacer nosotros eligiendo, muy bien, que tiene valor en nuestra vida y que no. ¡Alzar la voz no es malo para decir basta! Lo horrible es callar y ver que te vas quedando sin ella, poco a poco. ¡Hay que aprender a ser felices! Quizás aún no sea demasiado tarde para muchos de nosotros.

 

'TODO ES UN CÍRCULO' de Melissa

 

El mundo da vueltas sin parar
la rueda no deja de girar.
Hoy aprendí cual era mi verdad
al ver el cielo en tu mirar.

Porqué me fui y te deje atrás
que tonta fui al decir adiós
pero aún hay tiempo para intentar
pues somos uno y no dos.

Donde quiera que vaya
No importa lo que haga
no existe principio ni fin
Todo es un círculo y se completo
ahora que regreso a ti.

Yo no quería hacerte sufrir
pensé que era lo mejor
Tuve que abrir mis alas y volar
ahora he vuelto por amor.

Porque la tierra nunca deja el sol
y el universo gira sin parar.
La vida me trajo nuevamente a ti
para volver a empezar.

Donde quiera que vaya.
No importa lo que haga
no existe principio ni fin.
Todo es un círculo y se completo
ahora que regreso a ti.

Yo sé que no puedo medir tiempo y espacio.
Yo sé
que no hay forma de decir cuanto amor hay en mí.

 

(Enlace web de la canción: http://www.youtube.com/watch?v=bB6rs4RqXyw).

domingo, 1 de septiembre de 2013

MI SOBRINO Y SU TRENECITO VERDI (cuento)


 

Hoy era el día que me tocaba cuidar de mi sobrino. Me desperté temprano para poder coger pronto el coche y poder ir a pasar más tiempo con él.

Llegué a su casa y aún dormía. Su padre me abrió la puerta.

– ¡Buenos días cuñada! – me dijo mientras evitaba que sus dos preciosos perritas intentaban tirarse encima de mi para juguetear. Ellas si que se habían despertado con ganas de pasarlo bien.

Me fue enseñando lo que tenía que darle de desayunar, lo que tenía para media mañana y lo que tenía que darle para comer. A la hora de la merienda ya estaría su madre en casa pero por si retrasaba, tenía también la fruta preparada en la nevera.

Por fin oí su preciosa voz llamarme desde su cuarto.

– Tita, tita, tita,…

– Ya voy Paulo – le dije mientras me iba directa a su habitación para darle un beso y un gran abrazo.

– ¿Hoy todo el día conmigo tita verdad? – me dijo frotándose los ojos con la voz llena de alegría.

– Si mi vida. Hasta que mama venga estaré contigo.

– ¿Iremos a ver el tren?

– ¡Claro que si mi niño! Iremos al puente a ver pasar los trenes.

Su padre se fue a trabajar y nos pusimos a desayunar cereales con leche y cacao.

Después de desayunar, le cambié el pijama por ropa de paseo. Cogí mi mochila y metí galletitas, dos zumos, unos batidos de chocolate y agua por si nos entraba sed.

 – Tita, no te olvides de Verdi – me dijo mi sobrino.

– ¿Quién quien es Verdi, Paulo? – le pregunté.

– Mi tren tita, mi tren. Verdi es mi tren. A el le gusta también ver a sus hermanos mayores en el puente.

Bajamos por el ascensor y fuimos a pasear. Hacía un día precioso de otoño y el sol brillaba en lo alto de un cielo azul precioso.

Caminamos hasta llegar al puente y esperamos a que pasaran los trenes.

– No pasa ninguno tita – me dijo mi sobrino un poco entristecido.

– ¿Te gustaría que lleváramos a Verdi a la estación para ver los trenes en el andén? – le dije para animarlo.

– ¡Si! Verdi y yo queremos ver la estación.

Paseamos junto a la vía un rato hasta llegar a la estación. Cuando estamos allí e iba a comprar un par de billetes para poder ir al andén, Paulo se soltó de mi mano y empezó a correr.

– Paulo para,… ¿Dónde vas? – le dije un poco asustada.

– Tita ven, corre,… Verdi quiere que vengas.

– ¿Verdi? ¿Pero dónde estás Paulo? – asomó la cabecita por una pequeña puerta que había de madera antigua.

– ¡Aquí tita! En el andén de Verdi.

¿El andén de Verdi? Me metí por la pequeña puertecita de madera y acabé en una estación preciosa. Tenía el techo de cristal y en el andén había un tren verde como el de mi peque echando humo por la chimenea de la máquina de vapor.

– ¿Podemos subir? ¿Podemos subir tita? – me preguntó todo ilusionado.

Un hombre vestido de revisor se acercó, con una bandera roja en la mano y un silbato especial. Vino hacía a nosotros y nos dijo:

– ¡Buenos días Paulo! Me llamo David. ¿Cómo estás? Verdi estaba esperándote para salir de viaje.

– ¡Hola David! Mi tita Fany no encontraba la entrada y no quería ir sin ella.

– Me parece muy bien. Ya sabes que los niños pequeños no pueden viajar solos aunque sea en su propio tren. – dijo David con una sonrisa agradable en los labios.

David se acercó a mi y me dio un billete de tren azul que brillaba mucho y ponía Billete especial para un viaje en Verdi para Paulo y su tita Fany con letras doradas preciosas.

– No pierda el billete Fany. ¡Es un billete mágico! – dijo David agradablemente.

Subimos al vagón de Verdi. ¡Era precioso! Tenía una moqueta suave en el suelo de color azul y las paredes con cuatro ventanales muy grandes que llenaban todo de luz. Había asientos con una mesa en medio en dos de las ventanas del vagón. Las paredes del vagón eran de color azul cielo y había estanterías con libros, juguetes y mucho espacio para divertirse.

Se abrió la puerta que conducía a la máquina y vino hacia nosotros el maquinista que vestía de color gris, con rallas rosadas muy claritas, con peto oscuro y gorra.

– ¡Buenos días Paulo! Soy Tomás el maquinista. ¿Dónde quieres que vayamos hoy? – dijo con voz grave pero agradable.

– ¡Hola Tomás! Quiero llevar a mi tita Fany a dar un viaje por los alrededores de Barcelona. – dijo mi sobrino con una sonrisa en los labios.

– Ningún problema,… ¡¡¡Vamos allá!!!

Sonó un pitido de la máquina después de cerrarse la puerta por dónde había salido el maquinista y al rato empezamos a movernos.

Al cabo de un rato salimos de la estación y Paulo y yo nos sentamos en una de las mesas cerca de uno de los ventanales.

– ¡Mira tita mira! – me señalaba cuando salíamos de la estación y empezábamos a ver pasar los árboles deprisa, los prados enormes y verdes. Su cara estaba llena de alegría y felicidad.

– ¿Te gusta mucho Paulo? – le pregunté a mi pequeño.

– ¡Todo es precioso! Ya verás cuando lleguemos a Barcelona.

– ¿Tu ya has visto Barcelona con tu tren Verdi? – le pregunté a mi sobrino.

– ¡No tita! Verdi siempre dice que hay que viajar con alguien cuando se es pequeño. Yo quería que fueras tu conmigo. Pero en sueños, Verdi y yo hemos visto muchos lugares desde el cielo.

– ¿Desde el cielo Paulo? ¡Pero si es un tren! – dije un poco sorprendida.

– Verdi es un tren especial y sus vías,… son invisibles y viajan por el cielo. – me respondió con una sonrisa pícara en los labios.

Al poco rato noté como subíamos poco a poco hacía arriba como si estuviéramos en una montaña rusa. ¡Estábamos en unas vías invisibles surcando el cielo!

Vimos el mar con el precioso hotel el forma de vela y el puerto lleno de barcos. Luego fuimos hasta dónde estaba construyéndose la preciosa Sagrada Familia y la vimos desde el aire. ¡Era increíble! Aquellos picos nos señalaban con gracia y simpatía.

El tren nos condujo a ver también el maravilloso Park Güell. ¡Era mágico! Había tanto colorido, tantas formas diferentes en un espacio tan pequeño desde nuestra visión.

Cambiamos de dirección y al momento estábamos encima del laberinto de Horta descubriendo desde aire por dónde entrar y por dónde salir de aquel entresijo de arbustos altos.

Por último fuimos rápidamente al Tibidabo. Vimos las atracciones desde el cielo y mi dulce sobrino estaba tan impresionado con todo lo que estaba viendo, que apenas podía articular palabra.

– Tita,… ¿Podemos coger un libro para colorear? – dijo Paulo después de un rato.

– ¿Cuál te apetece?

Se fue a la librería y cogió un libro de números, los lápices de colores y nos tumbamos sobre la suave moqueta a colorear árboles, flores, tortugas, patos y gallinas.

Nos quedamos dormidos ambos. Al despertarme estábamos en el comedor de casa de Paulo y pensé que todo había sido un maravilloso sueño. Se despertó con los ojos llenos de luz y me dijo:

– ¡Tengo hambre! – sonreí y fui a la cocina a calentar los macarrones para comer.

– Paulo, vamos a lavarnos las manos.

Fuimos al baño. Abrí el agua y empezamos los dos a mojarnos las manos. Luego el jabón y luego nos las secamos en la toalla naranja que colgaba del toallero.

Estaba poniendo la mesa para comer los dos cuando Verdi salió rodando delante de mí.

– ¿Te ha gustado el viaje tita Fany?

– Mucho cariño pero creo que todo ha sido un bonito sueño. – le dije a Paulo que entristeció por un momento.

Al rato me miró con ojos iluminados y me dijo:

– ¿Has mirado en tu mochila tita?

– No cariño, no he mirado en mi mochila aún.

– Mira y verás,… – me dijo todo ilusionado.

Abrí mi mochila y allí estaba el ticket de tren que nos había David el revisor. ¡No era un sueño! Todo había sido muy real.

– Paulo,… es el billete de tren. ¡Todo es cierto! – le dije sorprendida y contenta.

– Si tita, si,… Verdi nos llevará juntos dónde nosotros queramos cuando queramos. Pero Verdi dice que tiene que ser un secreto entre yo, tú y él.

– ¡Muy bien peque! Dile a Verdi que eso está hecho. – le dije dándole la mano como si estuviéramos cerrando un trato entre tía y sobrino.

A partir de aquel día, hemos estado recorriendo pueblos, ciudades, regiones, países con Verdi el tren volador pero eso, como alguien dijo una vez, es otra historia.