En 2015 ha sido en el Camp Nou. En 2014 fue Mestalla.
En 2013 fue en Estadio Santiago Bernabéu. En
2012 de nuevo en el Vicente Calderón. En 2011 fue en Mestalla otra vez.
En 2010 otra vez de nuevo en el Camp Nou y suma y sigue hasta donde queramos
remitirnos en la memoria. La pitada al oír el himno nacional con la presencia
de su majestad el Rey, aunque hayamos cambiado de Rey, es casi una tradición.
Si se piensa detenida y concienzudamente es la única vez que el pueblo puede
decirle a su alteza “a la cara” con un sonoro grito en forma de pitido que no
se está actuando como debería a nivel de estado.
Sin embargo este años el pitido tan sonoro
como años anteriores, pero con nuevo regente, ha causado una controversia de lo
más magnificada a todos los niveles.
¿Ha sido “culpa” del Rey de que la libertad
de expresión de este año en un evento deportivo que no ha sido aislado ya que
se ha repetido años tras años por culpa de la crisis y el descontento social,
se haya considerado como un ataque directo contra la corona y los símbolos que
esta representa? ¡Madre mía! Si fuera así que vuelva el papá de la criatura
porque está claro que su hijo ni tiene sentido del humor y obviamente en este
país en el que todo se toma a guasa, el no tener un mínimo de gracia para
soportar algo más que advertido es como para pedir que se vaya por la puerta de
atrás y de forma inmediata.
Por si esto no fuera poco, tenemos un
“Cardenal”, no un pájaro, ni un religioso, sino alguien con ese apellido tan
lleno de bondad, no quiere arremeter contra los aficionados sino contra los
clubes a los que según este “señor” ha sido un acto vandálico más que una forma
de expresarse. Y yo me pregunto… ¿A qué colegio fueron estas personas para no
diferenciar un grito de liberación al expresar un descontento general de arremeter
con palos, destrucción de mobiliario urbano, insultos y demás? Yo vi el partido
como todos, de principio a fin. Ni los presidentes, ni los entrenadores, ni los
jugadores de un equipo ni de otro, infligieron ningún tipo de abucheo contra la
corona, ni contra el Rey, ni contra el Himno. Dirigentes, políticos, militares
y demás estuvieron ahí junto a Felipe VI, “aguantando”, si así se puede
denominar, el chaparrón de protestas silbantes.
Mas como no hay dos sin tres, el gobierno
con su digno partido y la oposición con su digno y opulento representante, han
salido dándose golpes de pecho diciendo cosas tan interesantes como que los
pitidos no dejaron a los demás españoles disfrutar del partido. Esto sí que me
crispa y mucho. ¿Cómo pudo molestar el disfrute de una gran final unos silbiditos
al principio del encuentro que sólo representaban el desconecto general del
pueblo (de una gran mayoría)? En serio, señores,… ¿Ustedes son los que nos
representan? ¿En serio? ¿En serio, en serio, en serio? Pues no sé yo que pensar,
pues mi sobrino de dos añitos seguro que sabe distinguir un abucheo sin más ni
más, incluso con los ojos cerrados mientras ustedes tratan de hacer sangre y más
sangre de un acto digno de libertad como es el acto de expresar un descontento.
Sin embargo aun está en el aire qué tipo de
sanción y sobretodo, con un porcentaje de ¾ y un ¼ si será tan poco equitativo
como el reparto de entradas que una vez más ha sido desfavorable a uno de los
dos equipos sin explicación aparente cuando tendría que tratarse de mitad y
mitad para ambos.
Y es que, nos guste o no, corona, estado y
consejo superior de deportes están contra una de las comunidades autonómicas
pues “la lección”, “el castigo” o como quieran llamarlo, no se ha producido
cuando la final se jugo en Madrid, en Valencia, sino en Barcelona. Lamentable
que por un acto simplemente de descontento, nadie le haya quitado hierro al
asunto sino que haya avivado el fuego para que ardiera por doquier sin control.
¡Ellos son los adultos! Pese a estar actuando como verdaderos mocosos.
MORALEJA: Václav Havel,
(1936-2011) escritor, dramaturgo y político checo, dijo: “Cualquiera que se tome demasiado en
serio corre el riesgo de parecer ridículo. No ocurre lo mismo con quien siempre
es capaz de reírse de sí mismo”.