domingo, 6 de abril de 2014

“KAMIKAZE”


 

El término kamikaze, según nuestros amigos de Wiki, de origen japonés, fue utilizado originalmente por los traductores estadounidenses para referirse a los ataques suicidas efectuados por pilotos de una unidad especial perteneciente a la Armada Imperial Japonesa contra embarcaciones de la flota de los Aliados a finales de la Segunda Guerra Mundial. Estos ataques pretendían detener el avance de los aliados en el océano Pacífico y evitar que llegasen a las costas japonesas. Con esta finalidad, aviones cargados con bombas de 250 kilogramos impactaban deliberadamente contra sus objetivos con el afán de hundirlos o averiarlos tan gravemente que no pudieran regresar a la batalla.

 

El estreno de una película española con este nombre, no tuvo mucha repercusión en la ciudad que vivo. Yo fui a verla pues me cautivo desde que vi el trailer y en definitiva,… no me ha defraudado en absoluto.

 

¿De qué va la película? ¡No! Tranquilos, no voy ha hace un spoiler sino que os diré sobre ella lo que podría poner en cualquier folleto de esos que existían antes en los cines que te contaban, brevemente, como si fuera un trailer escrito, de que iba el film:

 

“Slatan, un hombre oriundo del Karadjistan, se enfrenta a una situación extrema: hacer estallar un avión de pasajeros que va de Moscú a Madrid. Pero una tormenta de nieve retrasa el vuelo, y los pasajeros son alojados en un hotel de montaña hasta que pase el temporal. Ese retraso obliga al terrorista a convivir, durante tres días, con sus futuras víctimas, unas personas con una visión positiva y optimista de la vida”.

 

Lo bueno de este tipo de películas es que, pese a que el gobierno les moleste e intenten atentar contra la cultura de forma directa (recortando lo que antes se destinaba) o de forma indirecta (como con la inmensa subida del IVA al veintiuno por ciento), son los actores y las actrices españolas los que hacen que la “Marca España” merezca la pena.

 

Todo el reparto desde Álex García, Eduardo Blanco, Verónica Echegui, Leticia Dolera, Iván Massagué, Héctor Alterio, Ajay Jethi hasta Carmen Machi muestran que siempre hay alguien en la vida que lo pasa mucho peor que tú pero que, no se sabe como, eso no te sirve como consuelo sino como un motor motivador que te hace decirte: “¡YO SOY CAPAZ DE HACER ALGO EN ESTA VIDA! ¡ALGO BUENO! ¡ALGO IMPORTANTE! ¡ALGO NOBLE! Aunque para muchos de los que me miran ya no sea nada o ni exista”. 

 

Si hay una película por la que hay que apostar que no recibirá tantos espectadores como se merece, esa será, por desgracia, esta preciosa película titulada KAMIKAZE. Pero si verdaderamente quiere saber lo que es cine de calidad y en mayúsculas, apuesten por ella porque para nada,… les decepcionara desde el principio hasta el final.

 

MORALEJA: Joan Lerma, político socialista español, dijo: "Los cambios sociales y económicos de las sociedades industriales han provocado un alarmante retroceso de los valores éticos: honestidad, solidaridad, sentido del deber, reconocimiento del esfuerzo leal y del trabajo bien hecho". Lo bueno es que mientras existan guionistas y guionistas-directores como Iván Escobar y Álex Pina, el trabajo bien hecho y los valores en especial el del sentido del deber, están garantizados para mostrar al mundo, mediante una GRAN PELÍCULA, que pese a no ver ningún camino ante ti, siempre hay una puerta que se abre para mostrarte de todo lo que eres capaz de hacer sólo, formando parte de un todo. ¡Id al cine! No es una orden sino… una gran forma de aprender.

ME ARDÍA LA PIEL (poema)


ME ARDÍA LA PIEL

 

Me ardía la piel y me arranqué la ropa.

Lo hice despacito, poco a poco,

lentamente frente a ti.

¡Anhelaba que ardieras con mi fuego!

Tus ojos no me perdían de vista,

deseaban poseerme con la mirada.

Sin embargo, tu pulso

no se aceleró lo más mínimo.

¡Parecías un cadáver sin sangre!

Un muñeco de nieve impávido sin latido.

 

Cayó mi falda, se precipitó mi blusa,

paulatinamente dejé caer

mi collar al suelo y nada.

¡Seguías muerto!

Nada, absolutamente nada,

se encendía en todo tu cuerpo.

‘¡Ojalá me deseara!

Aunque no me amara’

dije para mis adentros.

 

Mi sujetador sintió

 la fuerza de la gravedad.

Con mis mejillas prendidas

intenté tapar mis pechos.

¡Ahora sentía frío!

Tu quehacer lánguido

me había dejado helada.

 

Me agaché para

recoger mis ropas.

¡No me dejaste!

Corriste a mi lado

y te precipitaste

dramáticamente contra mí.

La sangre corría por todo

tu cuerpo cual presa

rebosada hasta el exceso.

¡Nada podía controlar tu furia!

¡Nada! Estaba condenada a morir,

mansamente embestida por tu rabia.

¡No me resistí! No buscaba ser eterna.

No conocía una forma mejor para morir.

sábado, 5 de abril de 2014

JEFE INFILTRADO PERO,… CON TELEVISIÓN DE POR MEDIO

 

Ayer se estreno un programa que ha dado mucho de que hablar, bueno en la mayor parte, pero,… ha dado de que hablar: EL JEFE INFILTRADO (enlace web: http://www.atresplayer.com/television/programas/el-jefe-infiltrado/).

 

Pero hay cosas que hace falta verlas dos o tres veces, para pillar la esencia que incluso las palabras, no reflejan.

 

Para todos aquellos que no lo hayas visto, es algo que no tiene desperdicio y es, principalmente, de calidad. Ahora bien, también hay cosas que “se adecuaron” la mar de bien para que salieran “tal y como el jefe infiltrado” deseaba que salieran. Para todos aquellos que SÍ que visteis el programa, os haré un breve repaso de lo que yo vi y,… vedlo otra vez y juzgar por vosotros mismo.

 

PRIMER CAPÍTULO: (Javier Navarro, director de Operaciones de Domino’s pizza retrocede 20 años para volver a empezar de cero, pero no pueden reconocerle). Javier empezó desde cero, en la empresa en la que, actualmente, es el “JEFE”. Se fue a dos pizzerías de Zaragoza para ver como se trabajaba ahora que la empresa,… no está pasando por un buen bache. Estuvo con dos repartidores de moto, una responsable de cocina, un encargado que no tenía esa categoría pero sí que trabajaba de eso, con una, creo, “responsable” de tienda y ya está. La cara de Javier no dejó nunca la de ser de un jefe (todos estaréis pensando,… “¡Joder! Que dura eres”. No se trata de eso. Yo me refiero que si uno intenta acercarse a sus empleados, el tener cara de juez que lo está juzgando todo en vez de aprendiendo, no es una buena estrategia ni comercial, ni laboral y mucho menos, no es una actitud muy adecuada para solventar los problemas desde la base). A parte de todo eso, hubo un echo que creo que pocos os habréis dado cuenta, pero antes de hablar con el encargado de una de las tiendas, se descubre ante él y le informa que es le “jefe infiltrado”. ¿Sabéis por qué? Esa persona, sabía muy bien que la política de la empresa es “FACTURAR EL MÁXIMO EN EL MENOR TIEMPO POSIBLE” y era el único, que al no conocer su identidad pero sabiendo lo que sabía, podía a dar al garete, no con la buena función de la tiendas sino CON TODA LA POLÍTICA DE SU EMPRESA. Imaginar, que por un momento, el encargado hubiera dicho: Sí, yo sé que la política de la empresa es “corre en la tienda no en la moto” cuando luego le dan los pedidos y NO HAY CAMARAS DE POR MEDIO ellos, los jefes, INCLUYENDO EL JEFE INFILTRADO (sin lugar a duda), son los primeros que le meten prisas y si no cumplen unos repartos mínimos en el tiempo establecido,… ¡¡¡LOS DESPIDEN!!! Así de simple. ¡¡¡POR ESO SE DESCUBRIÓ EL JEFE ANTE ÉL!!! ¿Y en qué momento? Justo antes de preguntarle, justamente, cual era su política a la hora de los repartidores. ¿En serio? ¿No podía esperar a descubrirse después de la pregunta? ¿En serio al jefe infiltrado le importaba? ¿O temía mucho más lo que dijera un ENCARGADO de tienda de la verdadera política de la empresa en cuestión de “rapidez” de servicio? ¡Lástima! Eso ya nunca lo sabremos. ¿Verdad Javier?

 

Otra cosita, cuando la responsable de la cocina dudaba sobre el ascenso tampoco lo entendió. ¡Vaya hombre! ¿Cómo va a entender UN JEFE HOMBRE QUE HA SACRIFICADO SU FAMILIA por el trabajo que una MADRE quiera ver a su hijo? ¡No lo entendía! Surgió con un dato revelador de que la mayoría de ENCARGADOS de tiendas son mujeres y con familia como queriendo decir, que no hay problema para que una cosa quite la otra. ¡¡¡TE EQUIVOCAS JAVIER!!! Y por desgracia,… mucho. Que una persona sea madre, esposa, trabajadora y que pueda llevarlo todo adelante, con los horarios de un servicio de “restaurante” NO PUEDE TENER UNA VIDA PLENA EN CASA. ¡Esa es la verdad! Si fueras mujer lo entenderías. Como hombre, y tú mismo lo dijiste, te pasaste los primeros años de tu hijo sin apenas verle y te dio igual. ¡¡¡UNA MADRE NO PODRÍA!!! Le dolerían las entrañas sólo de ver que ese ser que trajo al mundo está creciendo sin ella. Por eso, ella no fue tampoco el trabajador “premiado” con el ascenso. No por sus dudas sino por las tuyas porque sabías a ciencia cierta, que esa mujer siempre pondría a su HIJO por delante de su EMPLEO y eso no lo podías permitir, no como JEFE.

 

¡¡¡MOMENTO DISFRAZ!!! Ahí si que demostró su verdadera cara de “que guapo soy y que culito tengo” digna de una serie televisiva. ¡Ahí Javier! Es que se te veía de una hora lejos que estabas como pez en el agua, con una actuación sobreactuada (como no) delante de las cámaras. Una cosas es llevar un uniforme que no es nada malo (cada empresa marca su política de vestimenta y para nada me parece adecuada). Ahora bien, la vejación del momento DISFRAZ no es sólo un desacierto sino, que además, justificabas ese momento de promoción con una risa TAN FALSA que se te podía ver hasta la muela del juicio (¿Publicidad y promoción? ¡¡¡SÍ!!! Eso siempre. ¿Mimo o payaso? Si no te pagan con la categoría de MIMO o de PAYASO,… como que no. Te paguen cinco, diez o quince. Es una forma de “humillar” a los empleados y si no lo entiendes, es que no sólo tienes un problema de SENTIRTE JUEZ sino que eres capaz de TODO POR JUSTIFICAR UNA PUBLICIDAD ABSUDA QUE NADA CONSIGUE, salvo oprimir, someter, doblegar y “dominar” (nunca mejor dijo) a la persona disfrazada de ficha de domino. ¡Háztelo mirar! Somos personas y si tú eres el primero en llevar traje aprende de que los demás, el uniforme es un traje, una pieza de domino, hoy, mañana y siempre, es UN DISFRAZ y no una prenda de trabajo).

 

Por la información de nuestros amigos de Wiki, y esto ya para acabar con el primer capitulo, Domino's Pizza es una empresa multinacional de comida rápida, especializada en pizzas. Actualmente es la segunda cadena de este tipo más grande en Estados Unidos, y cuenta con más de 10.000 establecimientos en régimen de franquicia en más de 60 países. En el capítulo de ayer, se ayudó, a cuatro personas de seis. Eso en comparación a la envergadura de tu empresa, Javier, es como la tasa de accidente. Es decir, que ayudaste, sólo, a 0,06%. Deja tu cara de juez, deja de tener cámaras, y empieza a revisar TIENDA POR TIENDA (si de verás quieres mejorar tu empresa) y premia a más de uno que desde hace tiempo tiene categoría mínima y ejerce de encargado. ¡Es un consejo! Sólo eso. Pero para ser los mejores hay que escuchar TODAS LAS VERSIONES DE TODOS, incluso las que parezcan las más absurdas.

 

SEGUNDO CAPÍTULO: (Diego Trinidad es el Jefe de Departamento de Control de Gestión de la empresa Limasa. Él será el jefe infiltrado y deberá recoger basura y separarla una vez le hayan hecho el cambio de aspecto. Así conocerá a sus empleados más de cerca y podrá ver la difícil tarea que desarrollan diariamente: "¿Te mueres de hambre y no trabajarías?", le dice una de las empleadas. Igual que el capitulo de Javier estaba cogido con pinzas (el sabía muy bien lo que quería ocultar ante las cámaras) en el caso de Diego fue todo lo contrario. Él, sinceramente, desconocía el funcionamiento de su empresa entonces NO OCULTÓ NADA (¡¡¡BRAVO DIEGO!!! Eso te honra no sólo como jefe sino como ser humano. Espero que otros muchos JEFES aprendan de ti). En ningún momento de ese puesto en el que se llamaba MANUEL no encajó con sus compañeros (eso demostró que su mimetización con el entorno fuera la optima tanto para escuchar, como para aprender, como para dar SOLUCIONES OPORTUNAS para solventar LOS VERDADEROS PROBLEMAS QUE FUERON VISIBLES SIEMPRE ANTE LAS CÁMARAS).

 

Tus vómitos, tu cara de saber escuchar, tus gotas de sudor, tu trabajo duro, tu forma de entender es con lo que me quedo. Si los jefes de verdad, los que dicen que nos quieren ver trabajando como chinos, los que nos despiden por estar embarazadas, los que nos someten sin dejarnos expresar sólo por considerarnos peones sin voz ni voto dentro de la empresa, los que no son capaces de ver los esfuerzos de unos y la desidia de otros, fueran solo una cuarta parte como tú, podría darme, por lo que vi ayer, por más que satisfecha.

 

Hay dos frases que siempre me han creado contradicción y como ayer con el estreno de este programa, me crean controversias. Desconozco quien las dijo pero espero que os suene:

 

* “Un grano no hace granero” dedicado a JAVIER y a su papel de JEFE INFILTRADO de ayer.

 

* “Un grano de arroz, puede desequilibrar la balanza entre la victoria y la derrota” con todo el cariño que le puso en lo que hizo como infiltrado, para DIEGO y su dignísimo papel de ayer como JEFE.

 

MORALEJA: No sé si esta frase la dijo alguien si no,… pues ahora la digo yo: “De nada sirve rezar un día de rodillas si luego predicas siempre de pie y de espaldas a tus fieles”. Lo que quiero decir con esto es que está bien que un jefe aprenda, escuche, coexista y vea donde están los errores que puede enmendar no sólo para que su empresa siga a flote o siendo la más competitiva. Está absolutamente bien que trate que la vida de sus empleados, de todos, sea mejor laboralmente hablando a nivel de material y complementos que faciliten el trabajo. Pero si para hacer todo eso necesita una cámara, obviamente, parece que será cosa de un solo día, de un solo momento, y eso, verdaderamente, no ayuda a nadie, ni a mejorar, ni a ser los mejores.

 

jueves, 3 de abril de 2014

CON FALDAS Y… A LA CARRERA



* Esperanza Aguirre arrolla a la moto de un agente de Movilidad y se da a la fuga (Enlace web: http://www.elmundo.es/madrid/2014/04/03/533d877ae2704ea6348b457b.html).

 

* Esperanza Aguirre se da a la fuga cuando iba a ser multada en el centro de Madrid. ("Poniéndose la conductora muy nerviosa, se sube al vehículo y arranca y golpea la moto", señala el parte oficial. La presidenta del PP hizo "caso omiso" a una patrulla policial que le ordenó detenerse) Enlace web: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2014/04/03/madrid/1396542487_183605.html.

 

* Aguirre se da a la fuga tras arrollar la moto de un agente de Movilidad (La presidenta del PP madrileño arrolló con su coche el vehículo del municipal que le había puesto una multa por aparcar en una zona prohibida del centro de Madrid). Enlace web: http://www.publico.es/politica/512295/aguirre-se-da-a-la-fuga-tras-arrollar-la-moto-de-un-agente-de-movilidad.

 

La vergüenza, según nuestros amigos de Wiki, es una sensación humana, de conocimiento consciente de deshonor, desgracia, o condenación. El terapeuta John Bradshaw llama a la vergüenza "la emoción que nos hace saber que somos finitos".

 

Si el delito de aparcar en una zona inadecuada fuera poco, el atropello se suma a todo esto y, tras embestir, obviamente, el de omisión de socorro. ¿De verás que tras haber sacado Esperanza dinero de un cajero no tenía para pagar en ese mismo instante hasta la multa? Echemos cuenta de cabeza, doscientos euros aproximadamente del aparcamiento indebido. A eso le sumamos el intento de asesinato (silenciarlo era la mejor opción. ¿NO? Además eso en el partido de ella lo saben muy bien pues durante los diez últimos años, las amenazas contra Pilar la presidenta de la Asociación 11-M Afectados del Terrorismo contra su propia vida eran casi a diario). Y si seguimos sumando el de omisión de socorro y el de atentar contra la vida humana por conducción a la desesperada, de cuatro años para arriba de cárcel y… ¿Todo por no pagar doscientos euros de multa?

 

Además no es que fuera una mujer sin recursos sino que era de las que cobraba no hace mucho, más de cinco mil euros, sin sobres de por medio obviamente, al mes.

 

Ahora solo falta que haciendo acopio de su chulería diga: “Yo no atropellé a nadie, sólo tiré una moto” (que creo que ya lo ha dicho) justificando así no solo su poca cultura de que ALTO es PARA, que una agente de la ley es un representante de la misma al que hay que hacer caso y que obviamente, si tiró sólo una moto, justifica que hizo la infracción y que se escapó (quizás fuera algo más “cargada” de lo que podría parecer a simple vista) a la carrera para no hacer frente a su delito. ¿Se puede caer más bajo? Claramente si y lo veremos en las próximas ediciones de cómo tener morro, echarle cara y ser una persona con educación menos que cero.

 

MORALEJA: Dino Segre (1893-1975) escritor italiano dijo: “No hay ninguna vergüenza para cambiar de opinión todos los días: para cambiar de opinión es necesario contar con ideas de repuesto”.

 

 

miércoles, 2 de abril de 2014

¿CUÁL DEBERÍA SER LA CONDENA DIRECTA POR LA ELIMINACIÓN DE PRUEBAS?



* La falta de pelo impide evaluar hábitos tóxicos de algunos mossos caso Raval (La falta de cabello o vello en algunos de los diez agentes de los Mossos d'Esquadra imputados tras la muerte del empresario Juan Andrés Benítez, tras ser reducido a golpes en el barrio del Raval de Barcelona, ha impedido a los forenses elaborar el informe judicial sobre sus hábitos tóxicos). Enlace web: http://www.lavanguardia.com/politica/20140310/54402254021/la-falta-de-pelo-impide-evaluar-habitos-toxicos-de-algunos-mossos-caso-raval.html.
 

Artículo 458 del Código Penal en España. CAPÍTULO VI. Del falso testimonio (perjurio):


1. El testigo que faltare a la verdad en su testimonio en causa judicial, será castigado con las penas de prisión de seis meses a dos años y multa de tres a seis meses.
 

2. Si el falso testimonio se diera en contra del reo en causa criminal por delito, las penas serán de prisión de uno a tres años y multa de seis a doce meses. Si a consecuencia del testimonio hubiera recaído sentencia condenatoria, se impondrán las penas superiores en grado.
 

3. Las mismas penas se impondrán si el falso testimonio tuviera lugar ante Tribunales Internacionales que, en virtud de Tratados debidamente ratificados conforme a la Constitución Española, ejerzan competencias derivadas de ella, o se realizara en España al declarar en virtud de comisión rogatoria remitida por un Tribunal extranjero.

 

Cuando vi la película Enemigo Publico me encantó la frase que dijo la mujer de Will Smith en la película: “¿Y quien vigilará a quien nos vigila?”. Es una película muy buena que os recomiendo que viene a decir, que si los que mandan, tienen el poder de observarnos a todos, de seguirnos por tarjetas, por documentos, por móviles,… ¿Quién nos ayudará cuando sean ellos los que pierdan el control?

 

En el caso del Raval de Barcelona pasa algo parecido. Nadie está inmune a cometer un error. ¡Todos somos humanos! Pero cuando se “blinda” la autoridad de unos por encima de la de otros, pasan como casos como el que nos ocupa hoy. Un hombre, Juan Andrés Benítez, fue reducido a golpes que le causaron la muerte por unos agentes de los Mossos d’Esquadra.

 

Cuando se les quería analizar el pelo para elaborar un informe judicial sobre sus hábitos tóxicos,… ¿Sabéis que ha pasado? Se han rapado al cero, desde el pelo de la cabeza, hasta el de sus partes, por no dejar no han dejado ni las cejas. ¿Qué os parece? ¿Raro? ¿O incriminatorio?

 

Cuando un hombre o una mujer no quieren hacerse la prueba del alcohol, se inmoviliza su vehículo es conducido a comisaría. Si un agente se rapa al cero para que no se sepa que estupefacientes consumió incluso estando de servicio,… ¿Cuál será su pena directa? Porque la eliminación de pruebas debería estar penada de alguna manera y más, cuando es obvio que lo que han hecho lo hacen para no ser descubiertos. ¿Qué otra lógica tiene? ¿Qué tenían piojos? ¿Qué les entró a una paranoia contra el pelo y el bello de la noche a la mañana? ¿Qué se pensaron que estaba de moda? ¿QUÉ? ¿Qué estupita y absurda excusa pondrán para no ser no sólo CULPADOS sino sancionados con ser eliminado de un cargo de agente de por vida?

 

Todos cometemos errores. ¡Errar es humano! Pero ya que has sido muy macho para matar un hombre a golpes sé ahora MUY HOMBRE para aceptar tu pena.

 

MORALEJA: Julio César dijo: "Si tiene que infringir la ley, hazlo para tomar el poder, si no es el caso, observa la ley". Si existe una ley en España o en las comunidades autónomas como es debido, este caso de abuso no debería de quedar impune en absoluto. No se trata de mandar a la cárcel a hombres inocentes, no. Pero fijo, que si hubieran hecho lo mismo pero sin uniformes, ya estarían todos cumpliendo una JUSTA condena.

martes, 1 de abril de 2014

PLUMA (relato)



Todas las mujeres son enigmas. Bellos rompecabezas que da gusto descifrar si existe un poco de complicidad, un poco de feeling, un poco de juego.

 

Mas el mejor misterio que una mujer pueda ofrecer, ese puzzle que lo mires por donde lo mires, no eres capaz de resolver, es su interior, lo que piensa, lo que desea, hasta donde llegaría una vez iniciada la cuenta atrás.

 

Paula era así, un misterio que me costaba mucho descifrar. Tan pronto era una mujer tan arrolladora como un tsunami que no dejaba pasar ni una a nivel de equipo de trabajo, como estaba tan dulce y melosa como un gatito alabando cualquier pequeño detalle que, a otros, se les habría pasado completamente inadvertido.

 

Un día, de esos en que sus olas de mujer estricta alcanzaban los quince metros de altura, se me cayó al suelo y ella, sin darse cuenta, cuando volvía a su despacho, la piso y la destrozo por completo. Se dio cuenta que había pisado algo pero no volvió la vista atrás (ese día tenía motivos. En plena crisis de un proyecto había pillado a Marcos, chateando desde el ordenador cuando ella volvía de desayunar. No justifico su comportamiento ni el de él, pero hay que tener muy poca cabeza, cuando has perdido un proyecto que prácticamente era nuestro por una menudencia que podría haberse evitado simplemente fijándose, el cogiera e hiciera eso en horario laboral).

 

Nunca cerraba su despacho y aquel día, entró de golpe tras el pisotón, y la cerró tras de si. Sentí un poco de lástima por Paula. Había sido compañera nuestra durante muchos años y ahora, que la habían ascendido, todo el mundo intentaba hacerle daño. No era mala persona, ni mandona, ni iba de sobrada. Se había ganado todo con su esfuerzo. Pero hay hombres que eso de tener a una mujer por encima, no les hace mucha gracia.

 

Media hora antes del fin de la jornada de tarde, Paula llamó a Marcos a su despacho.

 

Cuando este salió nos dijo que le había puesto una falta leve y que estaría tres días sin empleo y sueldo. La llamó puta, zorra y cabrona. No se daba cuenta de lo que había hecho el muy estúpido. ¿Cómo te puedes conectar a un chat en horario laboral?

 

No sé porque pero yo salí en defensa de Paula y le dije: “Date con un canto en los dientes de que es una falta leve. Si te hubiera puesto una grave, ya estarías en la calle y con razón. Aún ha sido benevolente contigo. Deja de hacer el capullo y reflexiona estos tres días”. Nadie se esperaba mi comentario y caló en todos por igual. Todos callaron y siguieron con sus cosas menos Marcos, que se tenía que marchar.

 

Paula salió al cabo de un rato de su despacho y nos dijo que quien podía hacer horas. Sólo yo dije que podía. Me pidió quedarme al acabar la jornada y le dije que si, que hacía una llamada y me quedaba.

 

Todos se fueron y los dos, nos reunimos en su despacho para repasar el proyecto que se tenía que entregar antes de la una del día siguiente para que no tuviera fallos. Yo iba diciendo las directrices a seguir y ella comprobaba uno por uno los apartados. La notaba cansada y le dije que deseaba un café. Me lo aceptó y baje a la máquina a buscarlos.

 

Cuando regresé ella tenía los ojos rojos, como de haber llorado y la nariz un tanto rojiza. Le pregunté si todo iba bien y me respondió que sólo era cansancio. No la creí pero le di su café y seguimos comprobando datos.

 

Nos dieron cerca de las diez de la noche haciendo comprobaciones. Al levantarse de su mesa y caminar hacia la puerta, vio que iba dejando huellas de tinta.

 

Le dije que antes había pisado mi pluma y por eso dejaba tinta al caminar.

 

-         ¿Rompí tu pluma?

-         Si pero tranquila, no era de las buenas.

-         Lo siento, ni me di cuenta.

-         Tranquila en serio,… ya me compraré otra.

-         No, déjame que te la regale. Es lo mínimo que puedo hacer.

-         Vale, pero nada de cosas caras. Original si. Pero cara,… no.

 

Sonrió y salimos de la empresa. Le dije que era tarde, que si quería cenar algo rápido conmigo en una bocadillería cercana. Lo pensó rato y dijo que sí.

 

Nos pedimos un bocata cada uno, una ración de bravas para compartir y un par de claras bien fresquitas.

 

Mientras cenábamos hablábamos de las cosas típicas de la empresa (que si los jefes, que si las obligaciones, que si los compañeros,…). Ella reía y decía que yo tenía suerte de no tener un despacho. Que cuanto más arriba se está, más sólo se siente uno. La risa cesó de golpe tras aquella frase que pronunció que resonó como una sentencia firme.

 

-         ¿Te sientes sola Paula?

-         La mayoría de las veces. No es justo que la tomen conmigo todos. Los jefes por jefes y los empleados, por ser mujer. Sé como me llaman,… ¡¡¡LA ZORRITA RUBIA!!! Sé que no paran de comentar que a cuantos escritorios me habré arrodillado para conseguir el puesto. No son capaces de aceptarme ni como responsable y tratan de humillarme.

 

Sus ojos empezaban a temblar entre lágrimas que trataba de contener. Me sentí con ganas de abrazarla, de acercarla a mi pecho y decirle que todo saldría bien. Pero sentía que estaba vulnerable y podría tomarlo como una treta para arrimarme buscando algo de ella. Así que sólo saqué un pañuelo de papel de mi bolsillo y se lo dí. Ella me lo agradeció con una sonrisa.

 

Tomamos una infusión de postre y nos fuimos. Cuando salimos de la bocadilleria, yo me tenía que ir caminando pues no vivía muy lejos del trabajo. Ella se ofreció a llevarme y acepté.

 

Cuando nos dirigíamos al coche, ella se resbaló con algo y se dio un golpe contra el suelo. Resonó como un árbol enorme y lo peor, es que había rebotado hasta la cabeza contra la acera. Enseguida me acerqué a ella que no se movía. Tenía los ojos cerrados. Me puse a gritar su nombre y al final, los abrió. Verla tumbada, mirándome, me produjo tan alegría que la abracé contra mi pecho inclinándome sobre ella y la besé en la boca. Fue instintivo. De alegría. Cuando separé mis labios de los suyos, ella me besó también un instante como instintivamente reciproco. La miré desconcertado y la besé larga, húmeda y deliciosamente esta vez, con todos mis sentidos despiertos. Ella rodeo mi cuello con sus manos, abrazándose a mi cuerpo semi tumbado sobre ella.

 

Cuando aparté mi boca, vi sus manos desabrochándose su blusa, dejando ver su piel nacarada, su escote entero, su precioso y delicioso busto recogido en un sujetador de un blanco intenso que brindaba sus senos como si de un expositor se trataba. Mis labios se perdieron por el encaje y como un cachorrillo buscando ser amamantado, fui buscando sus pezones, hasta encontrarlos y succionarlos como nunca se lo había echo a ninguna otra mujer. La sentía gemir y mi entrepierna, ardía loca de emoción doliéndome hasta el boxer y el pantalón que trataban de contener mi tremenda erección.

 

Desabroche mi camisa de golpe. ¡Eso le encantó! Sus manos desabrochaban mi cinturón apresuradamente, bajaban mi bragueta rápidamente con una mano mientras con la otra, se levantaba la falda. Al ver su braguitas tan húmedas casi me corro de placer. Jamás había provocado en ninguna mujer aquel tremendo río que emanaba de forma tan exquisita de entre sus nalgas. Se coló toda de golpe, como un guante con la mano perfecta. Ella la sintió llegar tan dentro que gritó de puro goce. Empecé a embestirla de manera rápida y un tanto acompasada. Era mucha la furia que había en ella, era mucho el deseo que intentaba contener para satisfacerla. Sentía como se iba una y otra vez entre susurros, entre gritos de goce absoluto, entre palabras de no pares, sigue, no pares, ahora no. ¡Me gustaba verla tan abierta! Tan dispuesta, con tantas ansias de más y más.

 

No sé como, se ladeo para un lado y se cambiamos las tornas. Empezó a cabalgarme como una amazona atroz que no estaba satisfecha jamás. Ya no articulaba palabra pero sí gemía cada vez más y más fuerte, gritaba como si la hubiera poseído una jauría de lobas hambrientas hubieran capturado a su presa y estuvieran disfrutado a placer de cada dentellada a su victima. Cuando más intentaba contenerme, más me provocaba ella, con sus pechos al aire por encima de su sujetador, con esa falda remangada ya hasta la cintura, con aquella braguita ladeada, que dejaba ver un pubis deliciosamente depilado y sediento de una buena berga dispuesta a todo para aquella hembra.

 

No podía contenerme más y grité al cielo con un tremendo espasmo que me recorrió desde mi sexo hasta la nuca. Todo mi cuerpo se sacudía una y otra vez, sobre aquella amazona que no dejaba de moverse deseando más goce, más disfrute, más y más sexo.

 

Te tumbó sobre mí y entonces nos dimos cuenta, de que habíamos estado en mitad de la calle dándonos infinito placer.

 

Al día siguiente no sabía como iba a reaccionar. Cuando llegué me llamó a su despacho. Me pidió que no se lo contara a nadie y yo le dije que no temiera por nada.

 

Cuando estaba a punto de acabar la jornada, volvió a pedir a personas para hacer horas, y sólo yo me volví a ofrecer.

 

Cuando todo el mundo se hubo ido, nos metimos en su despacho. Cerró las puertas, corrió las cortinas y me dijo:

 

“¿Quieres probarme ahora debajo de mi mesa?” La miré desconcertado y la besé mientras ella se subía la falda y dejaba que yo me arrodillara ante ella, para saborearla como se merecía. Fue una experiencia muy morbosa, pero eso os lo contaré otro día.

 

 

OLOR A SUDOR. OLOR A COLONIA


 

Vivir en una ciudad grande y usar el trasporte público trae tantas cosas buenas como malas.

 

Hace ya un par de años, os conté el incidente de una flatulencia en un bus y ahora, también va de olores la cosa.

 

Hoy he cogido un tren y pese a que el trayecto no era de más de una hora, a mi se me ha hecho eterno. Estamos en esa época del año en que la calefacción y el aire acondicionado luchan por ganar la batalla. Si el cielo suele estar gris, por inercia, conectan la calefacción y a veces,… suele ser un grave error. Hoy he podido comprobar ese error cuan malo puede resultar para el organismo, sobretodo si hay una mujer sin el más mínimo olfato sentada en frente de ti.

 

Llevaba más de diez minutos de viaje cuando en la estación ha subido ella: chica flower power pero entradita en edad (de cuarenta para arriba) y en plan místico tanto en el corte del pelo, como en la vestimenta, como en todo. Lo único que no era así, en plan místico, era su aroma. Primero empezó impregnándolo todo con un tono dulzón, casi empalagoso (supongo que como decían en EL PERFUME ese era el acorde de CABEZA, el que llega primero y dura unos minutos. Luego vendría el del CORAZÓN, el tema del perfume que dura VARIAS HORAS (por desgracia), que llegaba tras evaporarse el alcohol y la BASE, el rastro del perfume que suele durar varios días y es el último acorde por llegar y es la que me doblegaría desde el estomago para afuera).

 

Los primeros minutos pasaron y, junto a él, llegó el tema del perfume que fue una mezcla entre de fruta madura corroyéndose a marchas forzadas, mezclado con una fragancia exaltada de vendaje de varios días (que huele a todo menos a ser humano) y esa dulzor inicial, como si se fuera quemando en una pira y su hedor chamuscado lo fuera invadiendo todo. Lo que no decían en la película, ni en el libro de Patrick Süskind que los olores, agradables o no, se intensifican mucho con el calor y más si este empieza a ser asfixiante y francamente, oprime desde dentro (la temperatura dentro del vagón alcanzaba más de los veintidós grados. Todos se abanicaban, incluso la chica “perfumada” que así esparció más su fragancia en mi dirección).

 

Cuando creí que todo había llegado, que estaba cerca de la parada y que ya había echado en falta como cinco veces, al que de la flatulencia del bus, llegó un acordé que esperaba no tener que oler,… el de la BASE. Pero obviamente no era la base del que se había puesto en ese día sino el de día anteriores y ahí,… sí que pensé que no lo contaba. Mi mareo, que podría asociarse al calor, se tornó avalancha de golpe precipitándome casi a expulsar de mi cuerpo, el agua ingerida, el café con leche tomado deprisa y la Madelina comida algo precipitadamente. Todo, parecía tomar vida propia en mi interior y se manifestaban contra mi estomago, pidiendo su evacuación inmediata (“¡No por Dios!” pensé. “Lo único que nos faltaba ahora era el olor a vómito y sus humores con el calor. Aguanta pequeña. Ya queda menos”). Aguanté pero no me preguntéis como porque ni yo misma lo sé. Lo primero que hice tras salir del tren y encontrar la calle, fue inhalar todo el aire que había a mi alrededor como si hubiera estado sumergida en un océano profundo sin poder casi ni respirar. El oxigeno me hizo mucho bien. La tónica consoló a mi estomago y pude reprender el resto de mi día.

 

Tengo que decir que si el olor a sudor es desagradable, un olor REPUGNANTEMENTE ENÉRGICO Y HORROROSAMENTE ELEVADO EN TONO Y EN ESPARCIMIENTO CORPORAL de un mal perfume, lo es infinitamente más.

 

Es cierto eso que ningún cagado se huele pero, válgame la virgen y todos los santos, no cuesta nada echarse sólo unas gotas y no lavarse en colonia en perfume cada mañana y menos, a primera hora. El agua hace maravillas y nos deja limpitos. Apostemos por el agua y no por perfumes de imitación que ni nos convienen y son capaces de desmontar en menos de treinta minutos, los cuerpos preparados para todo desde bien temprano.

 

MORALEJA: En la película de EL PERFUME Jean-Baptiste Grenouille dice que el alma de una persona es su perfume. Pues bien, no sé de calidad de almas pero si tuviera que apostar algo, la de esta chica esta mañana, se hubiera ido directamente a la hoguera simplemente para dejar de olor a todo menos a persona. El olor a chamuscado no es de mis preferidos pero puestos a elegir, al menos ese no me hace desear devolver hasta la primera papilla (y lo peor es que recordándolo ahora,… hasta me vienen nauseas de nuevo. Imaginad lo malo de ese olor matutino que en tiempo vespertino aun me acecha en la mente rememorando ese querer salir estomacal aquí relatado).