viernes, 7 de febrero de 2014

HISTORIA DE UNA OBSESIÓN



* Apuñaladas la mujer y la hija del periodista Paco González, ¿en un intento de secuestro? (Enlace web: http://www.europapress.es/chance/gente/noticia-intento-secuestro-mujer-hija-periodista-deportivo-paco-gonzalez-20140205112600.html).

 

* Así es Lorena Gallego, la presunta acosadora de Paco González (Enlace web: http://www.abc.es/madrid/20140207/abci-lorena-gallego-presunta-homicida-201402062117.html).

 

* Lorena Gallego confesó a su padre su amor por Paco González: "Papá le amo mucho" (Enlace web: http://ecoteuve.eleconomista.es/ecoteuve/radio/noticias/5523164/02/14/Lorena-confeso-a-su-padre-su-amor-por-Paco-Gonzalez-Papa-le-amo-mucho.html).

 
¿Quién no recuerda a Peyton (Rebecca De Mornay) en la película La Mano Que Mece La Cuna? Una mujer que había perdido a su marido y a su hijo de forma repentina y que iba en busca de la “causante” de su dolor para adueñarse de su vida.

 

¿Recordáis también a Lisa (Ali Carter) en Obsesionada? Una mujer convencida tanto por su propia fantasía que creía que tenía una relación carnal tan fuerte con Derek Charles (Idris Elba) que hasta escribió sus encuentros en un diario que era todo ficción. Atentó con su vida para poder llamar su atención y luego, hasta hizo un intento de secuestrar a su hijo.

 

¿Y quien podría olvidar a Alex (Glenn Close) en Atracción Fatal? Una mujer atractiva que tras seducir a un hombre, Dan Gallagher (Michael Douglas) y tener una relación carnal, no acepta ser rechazada cuando el decide ponerle fin. Su obsesión enfermiza por Dan la convierte en una mujer peligrosa capaz de todo.

 

Todas ellas crearon en su mente un mundo que no existía, una fantasía para poder vivir paralelamente a una realidad que no aceptaban. Lo bueno es que al apagarse la pantalla, todo quedaba ahí, en un film lleno de tensión, intriga, suspense y miedo (una mujer con una obsesión es capaz de todo).

 

Tras las pantallas, en el mundo real, las obsesiones pueden derivar en verdaderas pérdidas de vidas inocentes.

 

Todos hemos admirado en un momento u otro a una persona pública: un actor, un cantante, un escritor,… Llegado el momento de su último estreno estábamos las primeras en la cola de los cines. O si era un concierto, no nos importaba esperar horas y horas para poder estar en primera fila. O, cuando salía su libro, ser la primera en comprarlo y espera con ansias su firma de libros para poder obtener su autógrafo. Cuando todo acababa, en el corazón bellos recuerdos de ese momento y la posibilidad de volver a comprar otra entrada, de poder ir a otra ciudad a verle cantar o de volver a comprar otro libro y volver a esperar su firma. ¿Es locura la admiración? Un poco si. ¿Es la admiración una obsesión? No, la admiración no es una obsesión. Una obsesión es un asedio, una perturbación basada en una fijación mental sobre una persona. La admiración por el contrario, es una atención especial que se tiene hacia alguien por sus cualidades.

 

Cuando una persona se encuentra en ese estado de perturbación sólo la ayuda de personal cualificado puede ayudarla a sanar. El resto, lo que conlleva hacer realidad su fantasía, puede acarrear un daño y un dolor difícil de sanar para la persona a la que, en principió, cree “amar”.

 

“La maté porque era mía” no es una filosofía que debiera existir en una sociedad actual. Pese a eso, poder evitarla esta en nosotros. No tapar los males de alguien cercano, ya sea por maltrato físico, por maltrato psíquico, por una amor malsano que no tiene fundamento, no sirve más que para incrementar su obsesión, su poder o su fuerza de forma que llegue un día en que evitar lo obvio, lo que teníamos antes los ojos y no éramos capaces de ver, sea demasiado tarde.

 

MORALEJA: Dos frases anónimas que tiene gran verdad en sus palabras:

 

* “El amor es un estado mágico que ayuda a vivir, la obsesión en cambio puede llegar a ser mortal”.


* “No ames a un hombre al que no admires, porque amor sin admiración es solo obsesión”.

jueves, 6 de febrero de 2014

EL TIEMPO DE LLEGADA DE LA SUSTANCIA


* El uso de la heroína aumenta en Estados Unidos (Enlace web: http://www.elmundo.es/salud/2014/02/05/52f13fffca4741c9038b4579.html).

 

* La muerte del actor Seymour Hoffman pone rostro al resurgir de la heroína en EEUU (El consumo de esta droga creció un 79% entre el 2007 y el 2012. Es una alternativa más barata y accesible que los analgésicos con receta como el Vicodin a los que son adictos miles de ciudadanos) Enlace web: http://www.elperiodico.com/es/noticias/internacional/sube-consumo-heroina-eeuu-3070333.

 

* En la actualidad, el consumo de sustancias ilegales en España es un fenómeno asociado al ocio, que afecta especialmente a jóvenes que toman por diversión sustancias psicoactivas, cuyos riesgos no perciben. Cannabis, cocaína y éxtasis son por este orden las sustancias ilegales más ingeridas. Frente a este incremento, se constata un descenso del consumo de heroína y las muertes asociadas al uso de este opiáceo. En cuanto a las drogas legales, el alcohol y el tabaco siguen siendo las sustancias psicoactivas de mayor consumo. El empleo de cannabis y cocaína se ha incrementado sobre todo en el sector más joven de la población (Enlace web: http://www.msssi.gob.es/campannas/campanas06/drogas2.htm).

 

¿Qué es la droga? Según nuestros amigos de Wiki la droga es todo fármaco o principio activo de un medicamento, elemento de origen biológico natural o producto obtenido de él por diversos métodos, o sustancia producida artificialmente, que produce efectos en el sistema nervioso central modificando el estado de ánimo o produciendo placer, y que puede tener potencial de abuso.

 

El tabaco, el alcohol, los medicamentos,… son drogas que están al alcance de cualquiera. Es muy fácil aceptara un pitillo, tomar una pastilla para tranquilizar esos nervios frenéticos del día a día y poder conciliar el sueño. Es también muy fácil tomarse una copa y luego otra y luego otra para olvidar durante un instante todo aquello que no queremos aceptar en nuestro día a día (por desgracia, cada vez mas nefasto y desagradable). Pero todas esas sustancias crean adicción y poco a poco, evadirse es mucho más difícil. Necesitas un pitillo más, una copa más, una pastilla más para colocarte, para encontrar ese estado placentero fugazmente limitado. Hasta que sin darte cuenta,… ya estás enganchado. La vida sigue siendo un asco y aunque tomes un paquete entero, una botella entera, una caja de pastillas entera, ya no es suficiente. Y las drogas de diseño, esas que ni conocemos, están ahí, a nuestro alcance y por tampoco, que cruzar la frontera entre el olvido y olvidar del todo, es inmensamente tentador.

 

Compramos una papelina de heroína y la esnifamos para sentir sus efectos lo mas rápidos posible, sin tener que dejar huellas visibles en nuestro cuerpo. Pero no sabemos lo que hacemos y se nos escapa el control de las manos (es una consecuencia normal y francamente nefasta de traspasar la frontera legal de lo ilegal).

 

Caemos en el suelo y perdemos la consciencia. Quizás no la recobremos nunca. ¡Eso es llegar al límite! ¡Eso es nuestro final! ¡Eso es la droga!

 

MORALEJA: William Burroughs, (1914 - 1997) novelista, ensayista y crítico social estadounidense, dijo: “La droga es el producto ideal... La mercancía definitiva. No hace falta literatura para vender. El cliente se arrastrará por una alcantarilla para suplicar que le vendan... El comerciante de droga no vende su producto al consumidor, vende el consumidor a su producto. No mejora ni simplifica su mercancía. Degrada y simplifica al cliente”.

 

miércoles, 5 de febrero de 2014

“POR TODOS MIS COMPAÑEROS”


Ayer recibí por Internet un video francamente entrañable. Se titulaba: CUANDO HICIMOS LA EGB (http://www.youtube.com/watch?v=b3n032DDFHM). En el un gran montaje nos recordaba juegos, diversiones, meriendas, juguetes,… cosas que te ponían un tono cálido en el pecho y nublaba, durante un instante, la mirada de emoción.

 

A mi, de todo lo que había en ese fantástico video, me quedo con la frase del final de este: “Por todos mis compañeros”. ¡Que gran frase! (en mi mente se abalanza e intentan atropellarse los recuerdos de las veces que jugando al escondite, cuando alguien conseguía llegar a aquel lugar mágico (un árbol, una pared de un bloque de pisos, una portería hecha con tres palos pintados de blanco de acero,…) gritaba esa frase victorioso haciendo que el que paraba, volviera a hacerlo. Los que habían sido descubiertos inundaban todo el aire libre que nos rodeaba con un sonoro: “¡Bieeeeeennnnnn!”  Y volvíamos a escondernos.

 

En ese instante no importaba de donde era cada uno, si del sur, si del norte, si de este, si del oeste. Nadie sabía de política (ojala eso siguiera siendo una realidad tal y como está el patio. No sé si es mejor no saber, no entender o que te de igual todo. Aún no lo se). Nadie sabía lo que era el amor (a no ser que el tirarle una piedra al vecino de arriba o al del bloque de enfrente o de al lado, se considerara una forma de amor a quemarropa). Nadie sabía que era fichar, ni de contratos, ni de SMI, ni poder llegar a final de mes. Nuestra meta era, simplemente, vivir el momento y ese tiempo era fantástico. Con los vecinos, con los compañeros del colegio, con los de dos calles de al lado, con los primos en el pueblo y siempre, riendo y disfrutando de la vida. En la calle, hasta que se ponía el sol. Sin miedo a ser raptados en un secuestro Express, sin miedo de mafias que quisieran vender nuestros órganos en el mercado negro, sin temor a casi nada (siempre estaba al típico que tu madre decía que no tenías que cogerle los caramelos si te lo ofrecía, a la puerta del cole, porque se suponían que tenían droga. O, como mucho, el hombre del saco y poco más).

 

Vivíamos tranquilos, con ajustes porque no es eso invención del hoy y del ahora y menos en una casa con familia numerosa. Ahorrando las pesetas, las pocas que sobraban, para poder ir a ver a los abuelos en tren cuando llegaba agosto y permitían, aquellos hombres que no conocíamos, a papa y a mama poder pasar con nosotros mas tiempo que durante el resto del año.

 

Vivíamos. ¡No sobrevivíamos! Y lo mejor de todo, lo más entrañable es que siempre íbamos todos a una, a por todas, por todos nuestros compañeros.

 

¿Por qué no se será niño siempre? ¿Por qué se olvida tan pronto que existen personas más allá del propio espacio vital? ¿Por qué cuesta tanto pensar en resto? ¿Por qué?

 

MORALEJA: Pablo Neruda, (1904-1973) poeta chileno, dijo: “El niño que no juega no es niño, pero el hombre que no juega perdió para siempre al niño que vivía en él y que le hará mucha falta”.

martes, 4 de febrero de 2014

CONOCERSE (relato)

 
No sé porque se pasan las cosas pero… cuando algo te hace frenar en esta vida siempre es por algo bueno y necesario.

 

Después de un matrimonio que se rompió después de veinte años, me refugié en mi trabajo. Iba de acá para allá, tratando de tener la mente siempre ocupaba (me mudé de casa y apenas había dormido en ella un par de noches en tres años). Me había instalado en un pequeño pueblo de montaña donde nadie me conocía y donde no quería conocer a nadie. ¡Así era yo!

 

Hacía años que tenía un problema en una de mis rodillas. Había tenido que dejar un poco mi gran pasión, el futbol amateur. Pero me encontraba bien para poder hacer algún partido con los amigos de vez en cuando. Un día de esos en los que quedas para pasar el rato, habían acabado de fregar y me resbalé de bruces en el suelo dejando caer, por desgracia, todo mi peso en mi rodilla mala (soy un hombre alto, fuerte y… el dolor de esa altura, de esa fuerza, me hizo estremecer de dolor de la cabeza a los pies). Tuvieron que llamar a una ambulancia y tuvieron que operarme de urgencias (había sido una mala caída). Escuchaba voces aquí y allí. Entré en quirófano. Cuando volví a abrir los ojos estaba en una habitación de hospital con la pierna inmovilizada. El cirujano vino y me dijo que había tenido suerte. Que tenía que guardar reposo un mes. Tendría que hacer rehabilitación.

 

  ¿Cuándo tendré el alta doctor?

        ¿Vive solo?

        Si,… ¿Por qué?

        Porque sino tiene ayuda, deberá permanecer ingresado hasta que se recupere.

        Vivo sólo pero tengo ayuda – mentí. No me gustaban los hospitales y deseaba salir de aquel lo antes posible.

        Mañana pasaré y si no ha tenido fiebre, le daré el alta.

 

Pasé toda la noche sin fiebre y al día siguiente me dieron el alta. Llamé un taxi que me vino a recoger y me fui para mi casa. No podía apoyar el pie. No tenía muletas. Tenía que estar aguantando el equilibrio como podía. Pensé que podría apañármelas al llegar a casa. ¡Me equivoqué!

 

Salí del taxi. El taxista me ayudó a llegar a casa. Cuando intentaba abrir la puerta, estuve a punto de caer. Una chica que salía de la casa de al lado, me ayudó para que no cayera. “Puedo yo solo” le dije de forma brusca. “Pues yo creo que te equivocas” respondió ella mientras me pedía que pasara mi brazo por sus hombros y la utilizara a ella como una muleta. Llegué al comedor y me dejé caer en el sofá. Ella dejó mi bolsa encima de la mesa.

 

        ¿Tienes muletas? Puedo traértelas si quieres.

        No, no tengo.

        ¿Cómo te las vas a apañar para caminar?

        Ya veré.

        ¡Vale!

 

Se fue, me deseo buenas noches y cerró la puerta tras de si.

 

Me tumbé en el sofá y me quedé dormido.

Dormí toda la noche y me despertó al día siguiente los golpes en la puerta. No podía levantarme. Había cogido una mala postura y me dolía todo. Volvieron a llamar pero no podía moverme. La tercera llamada me puso de los nervios. ¡ME SENTÍA INÚTIL! Quien fuera se cansó a la tercera llamada o eso creí yo. De golpe y porrazo, por la parte del patio, aparecieron dos muletas y una mujer.

 

        Ya veo que te vales por ti mismo y que no necesitas ayuda. – dijo la chica de la noche anterior que, sin saber como ni porque no, se había colado en mi casa con un par de muletas.

        ¿Qué coño haces?

        Pues traerte un punto de apoyo, no para que muevas el mundo, sino par que te muevas tú.

        Gracias pero no las necesito.

        ¿A sí? La misma ropa de ayer. He llamado a la puerta y no has abierto. Y lo mejor del todo será verte saltar a la pata coja desde la cocina hasta aquí con un plato de comida. ¡Voto por tener fila si es sopa bien caliente! – sonrió de forma burlona.

 

No dije nada pero tenía razón. Necesitaba que me ayudaran un poco.

 

Las dejó, me dijo que tuviera cuidado y se fue.

 

Aquellas muletas me facilitaron el poder moverme de un lado a otro. Pensé que al siguiente volvería pero no lo hizo.

 

Subí las escaleras el cuarto día para ir a mi habitación. Desde mi estudio se veían los patios más cercanos. Estuve un buen rato mirando por la ventana. Luego seguí con mis pocos quehaceres. ¡No sabía que hacer con tanto tiempo libre!

 

Pasó un quinto día horrible. Un sexto día extremadamente lento. El séptimo llegó y fue pavoroso por partida doble. El octavo día fue exageradamente parsimonioso. Y así vinieron uno tras otro los días. Nadie me visitaba (allí nadie sabía ni quien era). Me sentía un tanto sólo y a la única persona que me había brindado una mano,… la había alejado.

 

Llevaba veinte días ya en casa. ¡Estaba hasta las narices de estar encerrado! Me puse a mirar por la ventana de mi habitación. Allí estaba aquella chica.

 

¿Habéis podido observar a una mujer desde una distancia y ver la sensualidad que desprende en cada gesto natural de su cuerpo? Su pelo recogido en una cola y moviéndose cuando camina a lado y lado de su cuello. Su camiseta de escote en V profundo que se cae por un hombro dejando ver un top que trata de guardar el secreto de sus enormes pechos atrapados para no ser vistos. El bamboleo de sus caderas cuando tiene la ropa. Aquella figura y su sencillez me devoraron mi instinto de hombre por dentro. Desde aquel instante no pude quitarme aquella visión de la cabeza.

 

Me fui a la cama y el sueño me vino pronto. Ella era la protagonista. Su pelo, su cuerpo, sus movimientos, su boca, su risa. Me desperté sobresaltado. ¡Necesitaba volver a verla!

 

Al día siguiente ella volvía a estar en ese patio. La blusa blanca dejaba vislumbrar los encajes de su sujetador. Se acariciaba el cuello como tratando de quitar una dolencia y me volvería loco pensado que aquella podría ser mi mano. Se agachó a recoger una prenda caída al recoger la colada y ver aquel gesto de inclinación creí morir de excitación plena.

Desee que ese mismo día me visitara, viniera a verme a mí. Lo dije millones de veces en mi mente. “¡Ven! ¡Ven! ¡Ven! ¡Necesito verte! ¡Necesito verte! ¡Lo necesito!”.

 

Pasó el tiempo y llamaron a la puerta. ¡Era ella!

 

        Preferí volver a usar la puerta.

        ¡Me alegro que lo hicieras!

        ¡Vaya! Veo que te van bien las muletas tanto que te endulzaron hasta el trato.

        No seas mala. Tenía mucho dolor. ¿Quieres pasar?

        ¿Me dejarías que entrara?

        Por un día me gustaría comer en la mesa del comedor y yo no puedo usar las muletas y ponerla – intenté decir de forma suplicante pero con un tono cortés para que quisiera quedarse.

        De acuerdo. Pero a cambio de ese favor,… me gustaría quedarme contigo a comer.

        ¡Trato hecho!

 

Puso lo mesa. Comimos. Hablamos. Nos reímos.

 

Después, quitó la mesa y al intentar sentarme en el sofá, se me resbaló una muleta y estuve a punto de caer al suelo. Ella al intentar cogerme se cayó encima mío. Al ver tan cerca aquella camiseta blanca y poder ver la blonda de su sujetador blanco trasparentarse tan cerca de mi, la besé en la boca calurosamente. Ella me miraba desconcertada cuando alejé mi boca para ver su cara. Tenía miedo de que pensara que era un aprovechado. Estaba a punto de disculparme cuando me cogió por la nuca y me acercó a su boca. Se incorporó un poco y se escarranchó sobre mi, a horcajadas sobre mis piernas con mi sexo prisionero de mi boxer y de mi pantalón pero bien duro, a solo unos milímetros escasos del suyo.

 

Me sacó la camisa con mucho ímpetu. Agacho la cabeza y empezó a lamer mis pezones. ¡Su lengua era una delicia! Jugaba con uno mientras el otro deslizaba sus dedos que iba mojando de saliva poco a poco. Luego los mordisqueo y creí morir de placer. Se iba alternando ahora uno, ahora el otro y no dejaba de saborearlos ni un instante (ella sabía lo que me gustaba sin decírselo. Yo no podía ocultar mis gemidos que cada vez eran más intensos). Luego empezó a succionarlos como si fuera un bebe que está siendo amamantado. ¡Jamás me habían hecho aquello! Era algo completamente extrañamente nuevo, increíblemente delicioso hasta un borde que jamás había sentido. Se quito su camiseta y pude ver sus pezones duros traspasar la blonda de su sostén. Eso me excitó aún más si es posible. Se quitó de forma magistral sus pantalones. Desabrochó el mío liberando mi sexo. Lo acarició deliciosamente suave. Luego, ladeo un poco sus braguitas y sin quitárselas, se introdujo mi sexo en el suyo. ¡Fue increíble! Se movía lenta y acompasadamente proporcionándome un placer inimaginable. Se derramó una primera vez sobre mí y su orgasmo me recorrió el cuerpo de la cabeza a los pies. ¡No hay nada más excitante que ver gritar de deseo a una mujer! Poco a poco fue acelerando en ritmo de su cintura. Mi sexo estaba duro y no se como ella conseguía que no me derramara yo dentro de ella sin dejar de ponerme cada vez mas cachondo. Seguía derramándose una y otra vez sobre mí. Yo no podía dejar de mirarla, de tocar sus pechos, de lamer su cuello mientras ella seguía moviéndose cada vez un poco más fuerte, ahora de adelante a atrás, ahora en círculos. ¡Era toda una diosa del sexo! Seguía su ritmo cada vez un poco mas acelerado. No pudo contener mas mi excitación que la llenó de leche por dentro mientras mi cuerpo seguía recorriéndolo el más tremendo orgasmo que jamás había sentido con pequeños espasmos deliciosos de goce.

 

Jamás habría pensado que alguien desconocido podría hacerte disfrutar tanto de deseo. Ahora sólo estoy deseando volver a verla mañana, a través de la ventana, esperando y deseando, que vuelva a llamar a mi puerta.

lunes, 3 de febrero de 2014

UN CIELO CUAJADO DE ESTRELLAS PREMATURAS


* Fallece el actor Philip Seymour Hoffman (Enlace web: http://cultura.elpais.com/cultura/2014/02/02/actualidad/1391367172_258014.html)
 

Paul Walker a los 40 años. James Gandolfini a los 51. Heath Ledger a los 28. River Phoenix a los 23. Brittanny Murphy  a los 32. Brad Renfro a los 25. Brandon Lee a los 28. Jonathan Brandis a los 27. Cory Monteith a los 31. Judy Garland a los 47. James Dean a los 24. Grace Kelly a los 52. Marilyn Monroe a los 36. Natalie Wood a los 43. Y la última estrella prematura que dejó el firmamento de actores para formar parte de la constelación de actores que le quedaban aún mucha vida por vivir es Philip Seymour Hoffman fallecido ayer a la edad de 46 años. Actores y actrices a los que el destino, truncó sus carreras.

 

Philip Seymour Hoffman, premiado con un Oscar por la película Truman Capote en la que protagonizo al dicho escritor.

 

No hace mucho, en una entrevista tras el estreno de la segunda película de Los Juegos Del Hambre: En Llamas en la cual tenía el papel del revolucionario 'Plutarch Heavensbee', encargado de dirigir los 'juegos del hambre', dijo: “Comprendo muy bien a esos actores jóvenes que tienen 19 años y que de repente son guapos, ricos y famosos. Si entonces hubiera tenido tanto dinero, hoy estaría muerto”. Muchos han considerado esta frase como premonitoria de lo sucedido en el día de ayer.

 

Philip Seymour Hoffman había tenido problemas de drogas en su juventud y a los 22 años decidió que tenía toda la vida por delante. Entró en un centro de desintoxicación.

 

Después de veinticinco años limpio, tuvo una recaída en 2012 y, tras lo encontrado en su apartamento, la teoría sobre muerte por sobredosis, es la que cobra más vida.

 

Tras esta dura perdida de una estrella que parecía tener toda una vida por delante en el cielo cinematográfico y teatral, ponemos una mirada de nuevo en los artistas que viven aceleradas sus vidas y que parecen consumir todos las energías de su cuerpo, de su mente, de su ser, demasiado deprisa.

 

Descansa en paz Philip. Hoy hay una estrella más en el cielo, una menos en la tierra.

 

MORALEJA: Sir Charles Chaplin “La vida es una obra de teatro que no permite ensayos. Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos.”

domingo, 2 de febrero de 2014

SEÑALES DEL PRESENTE

 
Hay un miedo innato en el ser humano. La muerte, una consecuencia lógica que llega simplemente por estar vivo, acecha tras cada esquina, tras cada curva, tras cada paso dado para bien o para mal.
 
Además nunca pensamos que algo que simplemente podría pasar por una simple eventualidad es eso,… una triste e inaudita casualidad.
 
Hace algunos días el papa Francisco liberó a dos “palomas de la paz” en la Plaza de San  Pedro, en el Vaticano, para animar a los ucranianos, sumergidos en un conflicto interno. Las dos palomas fueron atacadas por una gaviota y un cuervo quedando desplumadas y maltrechas. Para muchos esa fue una señal apocalíptica, un nefasto augurio para los compatriotas de Ucrania.
 
¿Qué sabemos de las gaviotas? Pues las gaviotas son aves muy territoriales y defienden su espacio con suma precaución. Son capaces de atacar, en cuestión de territorio, tanto a seres humanos como animales.
 
Son consideradas sagradas por los mormones a los que en 1848 liberaron de una plaga de insectos que afectaba sus cosechas. Ellas fueron consideradas divinas por el hecho de venir a proteger sus frutos.
 
¿Por qué entonces tenían que ser consideradas un mal augurio? ¿No podrían estar, simplemente, protegiendo su espacio?
 
¿Y de los cuervos? ¿Qué sabemos de los cuervos? El cuervo es un ave simbólica que ha estado vinculada en multitud de ocasiones con el mal, el demonio y la oscuridad por ser el ave número XIII. Pero el cuervo según la mitología griega y romana, era símbolo del futuro. Es más, en la cultura nórdica es la que más ha idolatrado a este personaje (el dios Odín llevaba uno en cada hombro, como símbolos del pensamiento y la memoria en alusión a su inteligencia). Además en el budismo, el cuervo es símbolo de protección.
 
Después de todo lo explicado,… ¿Se podría considerar que el cuervo al atacar a la paloma fuera un mal presagio? ¿O podría considerarse como una forma también de marcar su territorio?
 
E incluso, rizando mucho el rizo, hay una clase de gaviota, llamada gaviota de la lava que se ha adaptado para habitar en regiones volcánicas y su plumaje es completamente negro. ¿Y si lo que trataban era una señal de futuro? ¿Una premonición advirtiendo que había prioridad de catástrofe cercana? La gaviota era blanca y el cuervo, con su tono negro (fusionando así los colores de la gaviota de la lava), lo que nos estaban tratando de avisar era sobre la inminente erupción el volcán Sinabung, en Indonesia. ¿No es igual de rocambolesca esta suposición como pensar en el mal destino de una nación?
 
Ojala, y lo digo de veras, supiéramos interpretar las señales que nos da la vida en cuestión de guiar nuestros pasos. Veinticinco mil personas han tenido que ser evacuadas por la erupción del volcán Sinabung en Indonesia y las perdidas humanas son ya catorce. Si pudiéramos evitar una muerte previniendo, observando y analizando, sería algo inmensamente bueno para toda la humanidad. Ahora bien, el considerar un ataque entre aves un mal presagio para un país en crisis es, según la teoría de la atracción, tan de moda últimamente, el condenar con nuestros pensamientos a unos vecinos cercanos que lo están pasando francamente muy mal.
 
¡Aprendamos a pensar en positivo! Aprendamos a atraer hacia todos sin excepción, las buenas cosas de la vida.
 
MORALEJA: Francis Bacon (1561 - 1626), célebre filósofo, político, abogado y escritor, dijo: “He meditado a menudo sobre la muerte y encuentro que es el menor de todos los males”. 

sábado, 1 de febrero de 2014

VENGANZA (poema)


VENGANZA

 

Sus manos impregnadas

de sangre que no era suya.

Un cadáver de más

cargaban sus espaldas.

¡Era mi muerto!

Mi mundo falleció

por entero

entre sus dedos.

 Fue rencor prisionero en su pecho,

una venganza tardía,

un gesto cobarde de un necio.

 

Mis lágrimas bendijeron la arena

que cubrió su tumba.

Ante ella una sola promesa:

 ¡Lo va a pagar!

 

Me vestí con la toga oportuna,

el mazo en la mano,

la venda en los ojos.

Todo fue muy rápido

(cuando el amor perdido

guía tu mano el tiro

siempre será certero).

 

Me pidió clemencia.

¡No entendí a que se refería!

Me quedé allí, impasible,

viendo su verdadera sangre

impregnarlo todo.

Llego su último aliento.

¡Sentencia y condena!

Todo se había cumplido.

 

Mientras me alejaba

la nada no me desvolvió mi amor,

ni dio consuelo a mi pena,

ni enjugo mi dolor.

¿Venganza es esto señor?

 

Mis manos impregnadas

de sangre que no era mía.

Un cadáver de más

cargaban mis espaldas.

¡Era su muerto!

El de alguien que quizás,

también le quería.

Su mundo hice fallecer

y ni siquiera la conocía.

Vida dura del vengador

Muerto tres veces en vida:

por el verdugo,

por la víctima,

por haber sido ejecutor.