domingo, 15 de mayo de 2016

1944




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No es la primera vez que confieso ni ante vosotros ni ante los que me conocen un poco, que soy una apasionada de Eurovisión. Quizás porque no entiendo la vida sin la música, sí esa pasión irrefrenable que alguien demuestra cuando canta con el corazón. Es por eso que un concurso con Eurovisión que no muestra una clase de música sino una muestra de unos cuantos países, me parece un escaparate que se abre ante mi una vez al año lleno de sorpresas y cosas innovadoras que jamás hubiera podido escuchar sino fuera por ese reto entre estrellas conocidas o no tanto.

 

Sin embargo, sé que la música no es tan bien entendida por todo por igual. Es por eso que comentaristas de turno como Anne Igartiburu, son capaces de decir que la canción ganadora no le ha gustado porque no tenía estribillo (¿En serio no hay en España una persona que sepa valorar mejor la música que ella? Hasta mi sobrino de tres años sabe lo que le gusta o no, sin tener que pensar en un estribillo que, dicho sea de paso, es una aportación más bien simplona por no decir francamente estúpida).

 

Mas un año más lo que francamente me ha encandilado a parte del poder vocal y de interpretación de la ganadora Jamala de Ucrania con su canción 1944, es que ninguna canción debe ser juzgada por las tapas y menos por las apuestas que se hacen aquí o allá sobre una u otra.

 

La canción de Ucrania apunto estuvo de no formar parte del concurso de Eurovisión 2016 ya que la canción titulada "1944" habla sobre la deportación de los Tártaros de Crimea ocurrida en la década de los años 40 por la Unión Soviética a manos de Joseph Stalin. La cantante Jamala se inspiró en la historia de su bisabuela Nazylkhan, quien tenía veintitantos años cuando ella y sus cuatros hijos fueron deportados a Asia Central. Una de sus hijas no sobrevivió al viaje y falleció. Mientras tanto, su bisabuelo estaba peleando junto al Ejercito Rojo en la Segunda Guerra Mundial y por eso no pudo proteger a su familia.

 

El estribillo de la canción, que haberlo haylo aunque Anne no lo entendiera al estar en el Idioma tártaro de Crimea, son frases que Jamala escuchó de su bisabuela, expresando que ya no podría vivir su juventud en su ciudad dejando ver así que habían acabado con su mundo con cierta tristeza amarga por las pérdidas (que la cantante ha interpretado como si la viviera en sus propias carnes).

 

Durante las votaciones, Australia era la primera, pero con el televoto, quedando sólo las votaciones por dar de Rusia y Ucrania, esta ha pasado por delante dejando bien claro que a veces las casualidades o las causalidades, dejan claro que lo que pasó en el pasado, jamás debió ocurrir en ninguna parte del mundo y que debemos ser lo suficientemente inteligentes, aunque el “estrillo no acompañe” de no repetir los errores del pasado.

 

¡Enhorabuena Jamala! Para el resto, recordarles que sólo es un concurso y que la calidad no se mide por el poder de un voto indistintamente de quien lo emita.

 

MORALEJA: Henry Van Dyke, escritor estadounidense (1852-1933) dijo una vez: “Utiliza en la vida los talentos que poseas: el bosque estaría muy silencioso si sólo cantasen los pájaros que mejor cantan”.

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