lunes, 7 de marzo de 2016

¿Y CÓMO FUE EL ENTIERRO?

 

Domingo, 6 de marzo de 2016

 

Hay pocos momentos en la vida, cada vez menos por desgracia, que a una le da un ataque de risa de puros nervios quizás. A mi me pasó el pasado viernes y es que los mediodías vuelven a estar cargados de anécdotas que a una le hacen ver la vida de nuevo con colores varios y sobretodo, con mucho arte.

 

El otro día comí sola (como todos los mediodías) y en la mesa de al lado, había un grupo de chicas que no costó mucho averiguar en lo que trabajaban: en seguros.

 

Sí, ya sé lo que estáis pensado... ¿Y hace tanta gracia lo de los seguros? Bueno, bien mirado no, pero leed y ya me diréis.

 

Se sentaron y una de ellas empieza a decir: “¡Por fin ya tengo Muertos! Y es que hasta ahora sólo eran Vidas y Muertos nada”. A mí se me pusieron todo los pelos de punta. ¿Qué muertos? ¿Qué le pasa a esta pobre por la cabeza para alegrarse tanto de tener Muertos?

 

Luego otra dice: “A mí sí que me puso nerviosa el otro día la compañera de al lado cuando a una mujer le preguntó, como si se tratara de una fiesta multitudinaria con una sonrisa de oreja a oreja: ‘¿Y qué? ¿Cómo fue el entierro?’ Y es que yo me quería morir. ¿Cómo se puede preguntar a alguien como le había el entierro de un familiar? Quizás es que yo soy muy aprensiva pero es que… pensadlo un momento… ¿Cómo fue el entierro?”. En ese momento casi me atraganto con la lechuga del primer plato. ¿A quién se le ocurre preguntar esas cosas?

 

La chanza seguía y otra aún iba más allá: “El otro día un hombre se empeñó que no quería que pusiera en el seguro decesos, como ellas llamaban a este seguro, que lo enterraran. Que tenía que poner SÓLO que lo quemaran”. Y que la otra, después de media hora de hablar sin llegar a hacerle a entender que aunque pusiera lo del entierro por defecto, que se contemplaba la otra opción, le acabó diciendo…: “Que ya le digo que no se preocupe. Si usted quiere que lo quemen, LO VAN A QUEMAR. Sólo que el programa por defecto, contempla los dos supuestos. ¿Lo entiende?”. Madre mía… ¡¡¡PERO COMO SE PUEDE HABLAR DE ESTAS COSAS EN VIDA!!! Yo no sabía si reírme o ponerme a llorar y es que lo entretenido de la jugada es que todas ellas, después de una mañana dura, necesitaba desfogarse en aquel restaurante contándose las anécdotas del día: que si uno le había dicho vete a la mierda, que si el otro había tratado de ligar con ella por teléfono, que si otro le había preguntado que si le cae un avión en la casa si el seguro del hogar lo contemplaba,… Pero lo que quedaba más que claro es que la educación todo la habían perdido. Para una persona que al llamar respondía de manera cordial, mil lo hacían de forma grosera, grotesca y hasta de manera insultante. ¡Qué lástima! Pensar que como si no fuera difícil encontrar trabajo, que una vez lo han encontrado, la zancadilla nos la ponemos todos a cada caso.

 

Y es verdad, que en cuestión de hallar la respuesta correcta, nunca existe una acertada. Pero lo más importante es hacerlo todo con educación y buen humor, y no con el alma siempre amargada y faltando al personal porque nunca sabe donde puede acabar uno.

 

MORALEJA: Un chistecito de muertos, para aliviar el luto:

 

“Dos amigos se encuentran por la calle:


- ¿Qué tal te va la vida?
- Fatal, el otro día enterramos a mi tío.
- ¡No me digas! ¿Cómo pasó?
- Pues nada, estaba en el balcón haciendo una barbacoa y de pronto se acercó demasiado al fuego y..
- Ya, se quemó vivo, ¿no?
- No, qué va. Del susto se echó hacia atrás y tropezó con la barandilla del balcón...
- Sí, y se cayó por el balcón y se mato, ¿no?
- No. Resulta que en la caída se pudo agarrar a la cornisa, pero se empezó a resbalar y...
- Ya, se la dio contra el suelo, ¿no?
- Qué va. Alguien llamó a los bomberos, que habían puesto debajo una lona, pero tuvo tan mala pata que rebotó y...
- Por fin se la pegó, ¿no? (El amigo empieza a ponerse nervioso)
- No, en el rebote se pudo coger a un cable de alta tensión...
- ¡Se electrocutó!
- No, como estaba haciendo la barbacoa llevaba guantes, pero el cable cedió y se rompió...
- ¿Y por fin se la pegó?- No, los bomberos habían corrido la lona bajo él, pero aún rebotó, y antes de caer se pudo coger a una cornisa...
-¿PERO ME QUIERES DECIR CÓMO MURIÓ TU TÍO?
- Verás... al final los bomberos llamaron a la policía y tuvieron que abatirlo a tiros...”.

 

A reír se ha dicho (por muy malo que éste sea o por muy mal que yo lo haya contado, jajajajajajajajajajajajajajajajaja).

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