lunes, 21 de marzo de 2016

PRIMAVERA, HAZME MUJER (poema)


PRIMAVERA, HAZME MUJER


Domingo, 20 de marzo de 2016

 

Primavera, a ti galopas

entre mi escote floreciente

y la hermosura de mis muslos

que asoman tras esta corta falda,

adéntrate de nuevo en mí.

Baña mis entrañas con el sol,

con el agua, con la lluvia

fina y pura, con ese olor

a tierra nuevo y renovado.

Viértete sobre mi recatada estampa.

Libérate para siempre

de las cadenas del invierno

y poséeme por entero.

 

Primavera, tú que bañas

con tu fulgor la sangre nunca sosegada

de los que dormitaron en el frío,

galopa sin medida ahora,

haciéndola hervir aún con más brío.

Dales las ganas del tiempo pasado,

de los años de oscuridad

sumisamente callados,

dales alas para renovarse

una vez más desde el fuego.

 

Primavera, no busques

mariposas blancas para mí.

Mis deseos no los controla

el decoro de sueños del ayer.

No busques tampoco

azucenas níveas, ni camelias cándidas,

ni margaritas inmaculadas para regalarme.

¡No deseo su pureza! Me cansé ya de ella.

Dame escarlatas amapolas,

encarnadas rosas con largo tallo,

carmesíes y lascivas dalias.

Dame el rojo intenso

de la sangre alterada

del calor que va contigo

siempre de la mano.

Regálame el vigor de cien

mil jóvenes machos,

su desgarrada inquietud,

si arrebatada lujuria.

Hazme renacer de la muerte

de estar viva pero muerta,

de dormitar en un lecho

que emana silencio manso.

Hazme volver a mí.

Tu que eres capaz de hacer

nacer de la nada la savia,

tú que causas estragos

entre las más delicadas

flores virginales,

tú que eres la dueña

de la fuerza irrefrenable

de la existencia,

conviérteme en la

que nunca fui

para vivir esa vida

que nunca tuve.

Hazme hembra,

hazme fuego,

hazme tuya.

 

Primavera, hazme mujer

para poder sentirme viva.

 

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