jueves, 17 de septiembre de 2015

¿QUIÉN LE HA ENCARGADO ESO?



Hay momentos en la vida que al coger una publicación digital, del tipo que sea, hay apartados que es que te ponen los pelos de punta si o si. Y es que hay “profesionales” que deberían NEGARSE categóricamente a hacer este tipo de publicaciones que verdaderamente a uno le hace cuestionarse, no sólo la inteligencia del que la suscribe, sino incluso del que lo contrató para que lo escribiera. Es entonces donde las palabras ENCHUFE o… otras un tanto más fuerte (como la típica de… “¿A quién se estará tirando esa para estar donde está?” O algo de rezar debajo de la mesa del despacho que siempre suele ser de lo más socorrida con alguien con una torpeza especial en cualquiera de los trabajos que se le encomienda aunque sea para cambiar el papel del cuarto de baño), cobran más sentido que nunca.

¿Cinco palabras que harán rico? ¿Once palabras que no debes decir en una empresa? ¿Qué debes ponerte para volverle loco de deseo? ¿Guía de las cejas perfectas? ¿Cambio de armario? A ver… ¡¡¡UN POCO DE ORDEN POR EL AMOR DE DIOS!!!

¿Cinco palabras para hacerte rico? Bueno, a mí se me ocurren seis: “LAS MANOS ARRIBA, ESTO ES UN ATRACO”. Combinadas con un buen pasamontañas en la cabeza, con un coche que corra mucho, con una pistola de juguete (no queremos matar a nadie, sólo ser ricos. Recordad amigos que esto no son clases de alto riesgo (es que así suelen hablarnos en esta clase de “escritos”, como si fuéramos tan tontos como ellos o más incluso)). La clave es atracar un lugar donde haya mucho dinero que por la que está cayendo, un banco no es la mejor elección. Así te harás rico de la noche a la mañana y no con las palabras, como era,… SOLTERÍA, EQUILIBRIO, CONSISTENCIA, PORQUE y CONFIABLE. 

¿Once palabras que no debes decir en una empresa? En una empresa, con la que ahí fuera montada, lo mejor que creen todos y hacen todos, es pasar desapercibido. Hay hombres y mujeres que si ven que el jefe se acerca a ellos, aunque sólo sea una mera casualidad, piensan que van a despedirles y, por lo tanto, como si fueran cacos que están huyendo de la policía, se convierten en Ninjas para evitar ser… ¡¡¡ENCONTRADOS!!! Se mimetizan con su entorno, andan incluso de puntillas si pasan por el despacho del susodicho con la puerta abierta. Ahora bien, si eres como los demás, haces lo mismo que los otros, dices lo mismo que todos y pasas tu vida sin pena ni gloria dentro de una empresa… ¿En serio te merece la pena ese trabajo? Piensa un momento: ¿Qué tipo de persona soy en el trabajo? ¿El pelota? ¿El gracioso? ¿El trabajador? ¿El trepa? ¿El enchufado? ¿El lameculos (ojo… hay que diferenciar muy bien a esta clase de personas. El buen pelota dice sí a todo y alaga siempre las cualidades de sus superiores aunque sean unos gilipuertas sin estudios que dieron con un magnifico golpe de suerte. (RECORDAD LAS PALABRAS MAGICAS: Treguna, Mekoides, Trecorum, Satis Di). Mas el buen lameculos lo podrás diferenciar porque tiene claramente almorranas hasta en el cielo de la boca de tanto “chupar” el trasero. Y después de que te ubiques, cuando acabas la jornada, simplemente pregúntate algo a ti mismo: “¿Estoy satisfecho con lo que he hecho hoy?”. Sólo tú tienes la clave de tu vida. No la desperdicies por ser lo que otros esperan que seas.

Sigamos… ¿Qué debes ponerte para volverle loco de deseo? Lo siento y debéis perdonarme por lo que voy a responder aquí pero si algo con tanta calidad es bueno… ¿Para qué buscar algo más innovador? ¿Para parecer más cultivado? Yo creo que en la vida se tiene que ser aprendiz de todo y maestro de nada. Es por este motivo que yo, en respuesta a esta MÁS QUE INSULSA pregunta me quedo con la respuesta que dio el famoso Harrison Ford en la películas Seis Días y Siete Nochescuando leyendo algo así en la portad de la revista de la actriz Anne Heche: “¿Sabe como una mujer provoca a un hombre? ¡Acudiendo a una cita!” Que es lo mismo que… ¡¡¡PONTE LO QUE QUIERAS PRECIOSA!!! Loco ya estará sólo por saber que vas. Así que, les guste o no, esto queda listo así. 

Otra que no tiene desperdicio… ¿Guía de las cejas perfectas? ¿De verdad da para hacer una guía como si de hacer una ruta turística por Tailandia, Roma o Hungría se tratara? ¡Por favor! Un poco de sentido común, os lo ruego. La mejor respuesta para una “guía” tan absurda como esta es la que utilizó Michael Caine cuando intentaba que la  desgarbada agente del FBI, encarnada por Sandra Bullock, pareciera una mujer sexy: “¿Cejas? Tiene que haber dos” Ya está. Así de simple.

¿Cambio de armario? ¡Madre del amor hermoso! Si yo para poner uno medio en condiciones casi tuve que estar ahorrando cinco años, como para cambiarlo ahora que sólo ha pasado seis meses que lo tengo. Es más, aunque se refiriera a la ropa, se hace lo que toda la vida se ha hecho: se baja la de arriba del armario que es de otoño e invierno y se mete arriba la de primavera y verano. Es un cambio simple. Lo repito otra vez para que nadie se pierda: da abajo arriba y de arriba abajo. Y para eso, no hace falta “un cambio de armario” y menos cuando los sueldos escasamente dan para cambiar los pijamas de los más pequeños mientras heredan la ropa que buenamente les cedió alguien de forma compasivamente acertada.

Si es que en cuestión de escribir cosas chorras los jefes son los mejores aliados para poder reírte a placer de todos aquellos que dicen amén sin cuestionarse jamás porque (y eso que se supone que tiene una carrera).

MORALEJA: François de La Rochefoucauld, (1613-1680) escritor francés, dijo: “Tres clases hay de ignorancia: no saber lo que debiera saberse, saber mal lo que se sabe, y saber lo que no debiera saberse”.

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