sábado, 8 de agosto de 2015

PORQUE UNA VIDA PUEDE ENCERRARSE EN UN MINUTO



Alguien dijo una vez: “El corazón de una mujer es un profundo mar de secretos”. Otros los compararon con un océano. Y otros, quizás los más acertados bajo mi punto de vista, a un circo.

Lo que es cierto es que el corazón de una mujer sobretodo es fuerte, muy fuerte. Y no me refiero como máquina vital de soporte de su cuerpo, sino que es capaz de sobreponerse a los golpes más duros de la vida.

En ningún momento trato que esto sea un alegato feministas pero sí que de un tiempo a esta parte, me he dado cuenta, que verdaderamente ser mujer y vivir rodeada de hombres, amigos, familia y demás, significa tener que soportar muchas cosas quizá no en el mejor momento de tu vida.

Cuesta pensar que en el sexo masculino, el olvido y la falta de “cariño” para con las mujeres vaya de la mano. Que alguien que aprecias no recuerde algo (podría ser cumpleaños, santo o tan sólo, que tienen que operarte que no es algo que debiera olvidarse) es doloroso. Que alguien que “quieres” siempre se olvide de ti y sólo te busque cuando desea satisfacer su ego, eso sí que es mortal de necesidad para cualquiera.

Además esa lucha constante por que se le tenga es respeto mínimo que se le tiene a otro simplemente por ser hombre, no lo tiene, ni lo obtiene y eso es lo verdaderamente hace que un corazón se destroce de dentro a fuera, como si la enfermedad ya hubiera nacido con él y lo fuera marchitando irremediablemente tras el paso de cada “invierno”.

Sin embargo, y esto lo puedo decir de veras y por experiencia, hay hombres que recuerdan todo, cada instante, cada palabra, cada momento vivido aunque no sea carnal (que ese es otro tema del que hablar otro día). Hay hombres que son como sueños hechos realidad y pasar un minuto a su lado es verdaderamente haber alcanzado el cielo con la punta de los dedos.

Si alguna vez tenéis la enorme suerte, como yo, de encontrar a esas personas, hombres o mujeres, ya sea como amigos, como amantes, como pareja, como simples confidentes, decirle lo importante que son en vuestra vida porque sin lugar a duda, lo sueños no duran mucho y a veces pecamos de no haber dicho todo lo agradecidos que estamos porque estos “ángeles terrenales” nos hubieran dedicado un minuto, aunque solo fuera eso, a nosotros.

A todos los Ángeles Terrenales que velan por hacernos la vida un poco más alegre solo decirles con la boca llena de agradecimiento,… ¡¡¡GRACIAS POR EXISTIR!!!

MORALEJA:Hay un proverbio hindú que dice así: “¿Qué ve el ciego, aunque se le ponga una lámpara en la mano?” Quizás todos deberíamos tener una cura de humildad, quedarnos ciegos un momento y vernos por fin como iguales para acabar entendiéndonos los unos a los otros en mitad de la oscuridad. ¡La vida es un instante! Tratemos de vivirlo intensamente incluso cuando se nos prohibió poder ver.

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