domingo, 2 de agosto de 2015

CORAJE (poema)

CORAJE

Se me rasgaron las ropas
cuando por fin
estuve frente a ti.
Desnuda no tuve
argumento alguno,
sólo una sumisión
vergonzosamente desconocida.

Me pediste que me arrodillara y lo hice.
Me exigiste que me abriera a tu ser.
No opuse resistencia.
Me ordenaste que te
olvidara para siempre.
Te borré de mi mente
sin hacer pregunta alguna.

Más volvías a mí una y otra vez,
sin que yo te reconociera nunca.
Rememorabas una y mil veces
ese momento tan traumático para mí,
tan adictivamente perverso para ti.
Siempre era la primera
vez cuando te volvía a ver
(eso tú lo sabías muy bien.
Te embargaba el engaño
de pervertir mi cuerpo
con la inocencia fingida del ayer),
incluso cuando habían pasado
muchos años desde aquel primer día.

Pasó el tiempo.
En mi olvido obediente
siempre quedaba
esa memoria callada
que jamás lograba
recordar del todo.

Pero llegó ese día cualquiera.
Me plante ante ti.
No te reconocía.
Como las otras veces
mi ropa seguía encadenada a mi cuerpo.

-        “¡Arrodíllate!
-        No.
-        ¡Ábrete a mí!
-        Nunca.
-        ¡Olvídalo todo!
-        Jamás”.

Exhalaste un último
resquicio de mi esencia dócil y ,
aquel día, moriste ante mí.
Tu domino había acabado para siempre.
Caminé libre por fin
sin saber a quién pertenecía
aquel cadáver de hombre
que yacía a mis pies.

No hay comentarios:

Publicar un comentario