lunes, 1 de junio de 2015

UN REY, UN CARDENAL Y DOS PARTIDOS CONTRA LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN



En 2015 ha sido en el Camp Nou. En 2014 fue Mestalla. En 2013 fue en Estadio Santiago Bernabéu. En  2012 de nuevo en el Vicente Calderón. En 2011 fue en Mestalla otra vez. En 2010 otra vez de nuevo en el Camp Nou y suma y sigue hasta donde queramos remitirnos en la memoria. La pitada al oír el himno nacional con la presencia de su majestad el Rey, aunque hayamos cambiado de Rey, es casi una tradición. Si se piensa detenida y concienzudamente es la única vez que el pueblo puede decirle a su alteza “a la cara” con un sonoro grito en forma de pitido que no se está actuando como debería a nivel de estado.

Sin embargo este años el pitido tan sonoro como años anteriores, pero con nuevo regente, ha causado una controversia de lo más magnificada a todos los niveles.

¿Ha sido “culpa” del Rey de que la libertad de expresión de este año en un evento deportivo que no ha sido aislado ya que se ha repetido años tras años por culpa de la crisis y el descontento social, se haya considerado como un ataque directo contra la corona y los símbolos que esta representa? ¡Madre mía! Si fuera así que vuelva el papá de la criatura porque está claro que su hijo ni tiene sentido del humor y obviamente en este país en el que todo se toma a guasa, el no tener un mínimo de gracia para soportar algo más que advertido es como para pedir que se vaya por la puerta de atrás y de forma inmediata.

Por si esto no fuera poco, tenemos un “Cardenal”, no un pájaro, ni un religioso, sino alguien con ese apellido tan lleno de bondad, no quiere arremeter contra los aficionados sino contra los clubes a los que según este “señor” ha sido un acto vandálico más que una forma de expresarse. Y yo me pregunto… ¿A qué colegio fueron estas personas para no diferenciar un grito de liberación al expresar un descontento general de arremeter con palos, destrucción de mobiliario urbano, insultos y demás? Yo vi el partido como todos, de principio a fin. Ni los presidentes, ni los entrenadores, ni los jugadores de un equipo ni de otro, infligieron ningún tipo de abucheo contra la corona, ni contra el Rey, ni contra el Himno. Dirigentes, políticos, militares y demás estuvieron ahí junto a Felipe VI, “aguantando”, si así se puede denominar, el chaparrón de protestas silbantes.

Mas como no hay dos sin tres, el gobierno con su digno partido y la oposición con su digno y opulento representante, han salido dándose golpes de pecho diciendo cosas tan interesantes como que los pitidos no dejaron a los demás españoles disfrutar del partido. Esto sí que me crispa y mucho. ¿Cómo pudo molestar el disfrute de una gran final unos silbiditos al principio del encuentro que sólo representaban el desconecto general del pueblo (de una gran mayoría)? En serio, señores,… ¿Ustedes son los que nos representan? ¿En serio? ¿En serio, en serio, en serio? Pues no sé yo que pensar, pues mi sobrino de dos añitos seguro que sabe distinguir un abucheo sin más ni más, incluso con los ojos cerrados mientras ustedes tratan de hacer sangre y más sangre de un acto digno de libertad como es el acto de expresar un descontento.

Sin embargo aun está en el aire qué tipo de sanción y sobretodo, con un porcentaje de ¾ y un ¼ si será tan poco equitativo como el reparto de entradas que una vez más ha sido desfavorable a uno de los dos equipos sin explicación aparente cuando tendría que tratarse de mitad y mitad para ambos.

Y es que, nos guste o no, corona, estado y consejo superior de deportes están contra una de las comunidades autonómicas pues “la lección”, “el castigo” o como quieran llamarlo, no se ha producido cuando la final se jugo en Madrid, en Valencia, sino en Barcelona. Lamentable que por un acto simplemente de descontento, nadie le haya quitado hierro al asunto sino que haya avivado el fuego para que ardiera por doquier sin control. ¡Ellos son los adultos! Pese a estar actuando como verdaderos mocosos.

MORALEJA: Václav Havel, (1936-2011) escritor, dramaturgo y político checo, dijo: “Cualquiera que se tome demasiado en serio corre el riesgo de parecer ridículo. No ocurre lo mismo con quien siempre es capaz de reírse de sí mismo”.

2 comentarios:

  1. Hay otra manera de verlo: el himno nacional es la "Marcha Real", que fue el himno de los franquistas durante las Guerra Civil y el de la dictadura durante esos horribles cuarenta años. Cuando oigo la Marcha Real sigo oyendo la letra fascista que me obligaron a cantar en el colegio y la mili durante la dictadura. Ese no puede ser el himno de todos los españoles, ya que sigue perpetuando la división en las dos Españas. Y el PP perpetúa la división alentando entre sus filas el neo-franquismo y oponiéndose a cerrar el Valle de los Caídos como mausoleo de Franco. Si esa es la España que hay, la única nación de Europa que no ha superado el Fascismo, no es de extrañar que los catalanes (y los vascos, y los gallegos...) se quieran salir. Quizás haya llegado la hora de hacer una nueva Constitución, ahora que no estamos bajo los fusiles de los fachas, como cuando se hizo la del 78. Una Constitución de todos y para todos. Y tirar a la basura de una puñetera vez la Marcha Real.

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    1. En esos tienes toda la razón y es un motivo más sobretodo cuando, pese a llevar más fuera de la dictadura muchos años, tenemos que ver como hay muertos, nuestros muertos, los que enterraron en fosas comunes, que siguen siendo, por así decirlo, los malos de la película.

      España, como bien sabrás, está poniendo INFIDAD de trabas para que los abogados (en Argentina creo si no voy errada) que intentan esclarecer un poco ese trago muy amargo de la historia de este país quede un poco más claro y sobretodo, que los ASESINOS que sigan vivos, paguen por lo que hicieron. ¿Dónde se ha visto que se sigan haciendo "hoyos" para que las almas de los que no cayeron en el combate sino tras alguna iglesia porque si, porque les dio la gana a unos y a otros, tengan una muerte DIGNA pese al tiempo trascurrido y un entierro decente? Francamente no lo entiendo y agradezco muy mucho tu comentario porque así, una vez más, podemos ver porque el país sigue descontento pues hay heridas a las que, por un motivo u otro, no dejan que cicatricen.

      ¡¡¡Muchas gracias Hermes!!!

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