lunes, 25 de mayo de 2015

EL PODER DE LAS COSAS MÁS SENCILLAS





“Lo tiene todo por eso no aprecia nada”. No sé si es una frase que alguien célebre dijo alguna vez pero sin lugar a dudas es una gran verdad: cuanto más tiene uno menos valora lo que se le da.

Quizás sea fácil para esas personas que incurren en la dicha de poseerlo todo, el despreciar a otras más humildes que en su infinidad humana son capaces de trasmitir todo a cambio de nada.

Mas cuando alguien muestra ese sentimiento tan bello de estar agradecido por la cosa más sencilla, se podría decir que es como ver amanecer en plena noche. Además, algo sencillo no cuestan tanto. Un abrazo, una llamada, un mensaje, una postal, un e-mail,… son cosas que están en la manos de todos y no nos cuestan nada sólo el acto de dar el paso simplemente.

¿Cómo puede ser que cada vez haya más personas que no sepan la fuerza que tiene una llamada? El descolgar el teléfono y escuchar al otro lado a un amigo, para simplemente decirle: “¡Eh amigo! No estás sólo”. Da igual que conozcas la casuística que le rodea o no. ¿Hace falta a alguien subido a un puente para tenderle una mano? ¿Y si ese día no hay nadie para ayudarle a bajar? ¿Por qué tenemos que esperar siempre al final, cuando quizás no haya vuelta de hoja? El ser humano es así: egoísta, torpe, insensible,… y con el pasar de los años incluso vamos a peor.

Y es que, sin lugar a dudas, el homo sapiens ha evolucionado sobre sus demás congéneres primates. Pero a la hora de la verdad, seguimos siendo demasiado orgullosos, excesivamente inmodestos, potencialmente vanidosa, y en definitiva, sin lugar a dudas, más capullos que ayer pero seguro que menos que mañana para darnos cuentas que la soledad es el peor mal que puede afectarnos a todos por igual en un momento determinado y que su cura es tan fácil como mostrar al prójimo, que pase lo que pase, alguien sabe que existe.

MORALEJA: Jaime Luciano Balmes, (1810-1848) filósofo y sacerdote español, dijo: “Los hombres grandes son sencillos, los mediocres ampulosos”. Mas yo deseo añadir otra célebre frase para cumplimentar la primera como broche final al escrito de hoy, con una de Thomas Carlyle, (1795-1881) fue un historiador, crítico social y ensayista británico, que decía así: “Un gran hombre demuestras su grandeza por el modo en que trata a los que son o tienen menos que él”.

domingo, 24 de mayo de 2015

LOS CAMPEONES DE LIGA 2014-2015





El equipo de la ciudad condal, el Barcelona, se coronó el pasado domingo como campeón de la Liga Española 2014-2015. En el día de hoy ha recibido, es su propio campo, el trofeo ante la mirada de los noventa y cinco mil asistentes al Camp Nou.

Lo más bonito del partido, a parte de la deportividad entre Barça y Depor, ha sido el preciso homenaje a una de las leyendas del fútbol, Xavi Hernández, que con tan sólo 35 años ya tiene en su palmares hasta la fecha, veintitrés títulos con su equipo de siempre más dos Eurocopas con la Selección Española y un Mundial.

Entre familiares, amigos, compañeros de equipo y aficionados incondicionales, el número 6 del Barça se ha emocionado con esas muestras de cariño que se le han ofrecido antes, durante y después del partido.

Desde aquí sólo FELICITAR a los CAMPEONES DE LIGA 2014-2015, y agradecer al gran Capitán del Barça tantos momentos tan bellos, entrañables y emotivos que nos ha hecho vivir a los amantes del balonpié.

Mas, por desgracia, tras algo tan hermoso como alzar una copa de campeones, está esa cara amarga que como siempre deja un sabor agridulce a los seguidores más incondicionales y también, más pequeños.

El pasado lunes 18 de mayo se pusieron a la venta tan sólo 3.000 entradas infantiles las cuales se agotaron en seguida. ¿Por qué en un campo donde puede haber cabida hasta para 98.000 espectadores sólo se pusieron a la venta tres mil entradas?

Esta claro que a la directiva del Barça los niños les sobran y eso es una realidad. Da igual que los jugadores estuvieran arropados en la celebración por sus hijos (sólo faltaría que no dejaran a aquellos que tienen que relegar a los suyos en pos de su trabajo salir al campo para celebrar con sus padres y familiares algo tan importante para ellos como un título de liga). Pero en las gradas los más pequeños… ¡MOLESTAN! No son admitidos ni siquiera en las celebraciones.

Si el futuro son los más pequeños, si hay padres, abuelos, tíos que pagan por los carnets de los benjamines del equipo sin posibilidad de tener una butaca en la que poder sentarse. ¿Cómo puede ser que el equipo no los contemple ni siquiera con unas pocas más entradas para sentir el orgullo de ver con tres, cuatro, cinco… diez años ver a su equipo celebrar un gran triunfo?

Está claro que no gustan los niños en el Camp Nou porque ni siquiera se piensa en ellos a la hora de poner unos horarios para poder ver algún partido de su equipo a una hora más “razonable”. Es más, el año que viene se verán más partidos del Barça y del Madrid en horario de tarde pero no por los niños, sino por el mercado asiático.

En fin, política, chanchullos, hipocresía,… nada de apostar por el futuro, que sin lugar a duda, siempre serán los más pequeños de la casa.

MORALEJA: Ruud Gullit, ex futbolista, dijo: "Un equipo es como un buen reloj: si se pierde una pieza todavía es bonito, pero ya no funciona igual".

viernes, 22 de mayo de 2015

SUEÑO CONTIGO (relato)





Querido amigo,

Esperaba no escribir esta carta nunca. Deseaba tener la fuerza suficiente para acallar mis instintos. Me daba mucha vergüenza confesar lo que mi mente y mi subconsciente dicen a gritos en sueño. Pero ya no puedo soportar más esto y necesito contártelo.

¡No dejo de soñar contigo! Mas no son románticos. Siempre acabo entre las sábanas con el cuerpo extasiadamente agotado derrotado hasta la extenuación de tu infinita pasión.

Sueño con tu boca. Sueño con  esos besos que me queman cuando te acercas a mis labios. Sueño con tu cuello tatuado, con lamerlo hasta perder el sentido del gusto. Sueño con tu torso desnudo, con el olor de tus axilas cuando estas sobre mí, asaltándome con fuerza.

Sueño con tu pantalón tejano, con desabrocharte uno a uno los botones de tu bragueta, con el abultado boxer cuando estoy arrodillada frente a ti abriéndome paso hasta tu sexo.

Sueño con la esencia que emana de tu verga, con el perfume cuando está completamente dura a la espera de sentir como la meto en mi boca para devorarla poco a poco, sin prisa, saboreando cada centímetro gozosamente de principio a fin.

Sueño con tu leche inundando mi garganta, derramándose por la comisura de mis labios mientras te siento estremecer de la cabeza a los pies mientras tu boca no para de gemir y susurra… “¡No pares! ¡No pares! ¡No pares!”.

He soñado una y mil veces lo que es hacerte disfrutar de placer. He soñado una y mil veces como sería turbarme ante tu cuerpo hambriento de mi carne. He soñado una y mil veces sentirme agotada por tu fogosa e impetuosa virilidad. ¡Ya no quiero soñar más!

No te pido amor. Sólo anhelo pasar una noche contigo, derretirme entre las sabanas con el sudor de nuestros cuerpos rebosantes de apetito carnal. Quiero acabar exhausta entre gemidos y embestidas sin fin de tu cuerpo sobre el mío. No espero rosas por San Valentín, ni regalos al llegar una fecha anual, ni un anillo, ni una alianza, ni nada de eso. Deseo tu cuerpo, tu calor, tu furia, tu parte más oscura, tu perversión más silenciosa. ¡¡¡TE DESEO!!!

Ahora falta tu respuesta y si me permites, no hace falta que escribas nada. Sólo que vengas y me tomes sin más ni más.

¡Te espero!

ALBA

jueves, 21 de mayo de 2015

LOS ÁNGELES DE LA MUERTE





Una no llega a ese punto sola. Por desgracia en esa caída son muchas las manos que la empujaron irremediablemente hacia ese punto.

La familia suele tener mucha parte de culpa. No podemos elegir a nuestros padres y pese a que tenemos que agradecerles infinidad de cosas, también hay un cajón repleto de recuerdos muy amargos donde una correa firmemente asida por ambas manos amorosamente estaba siempre presente para corregir actos de rebeldía propia de la edad.

Tampoco faltaron un sin fin de compañeros de clase que veinticinco años después, por desgracia, siguen con esas tonterías tan incomprensibles dada su edad más que adulta.

Es increíble saber cuánto poder de “hundimiento” hay a nuestro alrededor. No soportamos, y debo incluirme también en este espacio aunque realmente no lo sienta así, ver que alguien prospera, que tira adelante. Somos tremendamente egoístas, tanto que sólo somos felices si hemos podido, durante el largo día, herir a alguien, hacerle infeliz, convertirle en un desdichado.

Mas nunca, en ese machacar al prójimo nos damos cuenta cuantas personas incurrieron contra él a lo largo del día, a lo largo del mes, a lo largo del trimestre, a lo largo de un año. Luego, cuando alguien por fin decide acabar con ese malestar perpetuo y levantarse la tapa de los sesos sin más ni más, sólo somos capaces de esbozar una simple estúpida frase: “Era una persona normal, sencilla, no hablaba mucho”.

El recuerdo dura lo que dura la noticia en los medios (cinco minutos escaso de una estadística macabra que no debería ni existir).

Sin embargo y pese a todo, al minuto siguiente tras la noticia, sin perder ni un solo segundo, buscamos un nuevo objeto al que demoler una y mil veces con nuestras malogradas experiencias para hacer que su vida sea lo más corta posible en este mundo.

¡El ser humano es el salvador de la especie! Dinamita la virtud de los silenciosos, de los diferentes, de los conformistas para enviarlos pronto al otro barrio. Sin lugar a duda, nos hemos convertido en Ángeles de la Muerte y lo peor de todo es que estamos orgullosos de serlo. “¡Maldita humanidad!”

MORALEJA: Antonio Machado decía: “La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros no somos”.