viernes, 27 de marzo de 2015

LA “SALVACIÓN” DE CIENTO CUARENTA Y NUEVE ALMAS





Hasta ahora, como mucho veíamos un caso de violencia doméstica y contemplábamos horrorizados como el marido celoso, una pareja celosa, había matado primero a su mujer o su compañera y luego se había suicidado. Siempre nos decíamos indignados por el asesinato: “¡Hijo de puta! Ojalá se hubiera suicidado antes él. ¡No es justo!”.

Nuestro malestar no se iba ni al cabo de un día, ni de dos. Y siempre que otra persona sufría por desgracia el mismo final, siempre la misma frase y por desgracia, el recuerdo de todas aquellas que habían perecido antes que la última.

Sin embargo, lo que pasó el pasado 24 de marzo no se nos olvidará jamás. Un joven alemán, Andreas Lubitz, de veintisiete años de edad, copiloto en el vuelo número 4U9525 de Barcelona a Düsseldorf, se quedó sólo en la cabina del avión a los mandos del mismo cuando el piloto salió a satisfacer una necesidad vital. Andreas en ese momento decidió acabar con su vida y con la vida de todos los pasajeros. ¿Por qué? Por las informaciones obtenidas por diferentes medios de comunicación, Lutibz sufría una grave depresión. De echo el médico le había concedido la baja por culpa de su estado la cual el intento hacer desaparecer.

¿Por qué este joven al cual sus vecinos consideraban una persona simpática, sencilla, deportista que siempre había tenido el sueño de volar, no se suicidó con un tiro en la sien, o cortándose las venas, o tirándose por un acantilado? Los médicos dicen que posiblemente, ya que todo no deja de ser una especulación, Andreas intentara “salvar” aquellas ciento cuarenta y nueve almas con aquel acto egoísta de suicido colectivo no informado.

¡Salvación! Como si de un Mesías se tratara en pos de un futuro mejor para los que viajaban no sólo con él sino que por desgracia pusieron sus vidas en sus manos simplemente por el echo de volver a casa y haber comprado un billete de avión en la compañía Germanwings.

Registraron la casa del que ya han denominado más de uno “asesino”. Registraron la casa de sus padres y sólo encontraron, por lo que se ha publicado, el papel de la baja, la medicación y poco más. No había carta de suicidio.

Mas hay una cosa que me ronda en la cabeza después de saber varias cosas sobre la compañía en la que trabajaba Lubitz. ¿Es posible que ese acto indigno de aniquilar ciento cuarenta y nueve vidas en un accidente aéreo no fuera sólo un grito de socorro por parte de un chico que sufría una fuerte depresión? ¿Pudo ser que con ese acto estuviera intentando vengarse de aquellos que por desgracia lo habían abocado a esa situación?

Los dirigentes y representantes del grupo Lufthansa en rueda de prensa, afirmaban que confiaban en sus pilotos pero… ¿Se podía confiar en los que tenían el “poder”? ¿Se podía confiar en los que estaban al cargo? ¿Se podía confiar en todos aquellos que habían convertido el sueño de un joven alemán en la peor de sus pesadillas?

No se equivoquen, no. ¡Jamás defenderé un acto de egoísmo supremo! Jamás diré que Andreas Lubitz no fue culpable del asesinato, pues no se me ocurre otra palabra que indique con más claridad lo que hizo, de ciento cuarenta y nueve vidas humanas a parte de la suya.

Pero una cosa está clara: hay muchas formas de poner fin a una vida. Por desgracia infinitas. Y un acto de tanta crueldad y magnitud sólo significa una cosa: él posiblemente deseaba que abriéramos los ojos y que miráramos más allá de nuestras narices. ¡No fue una forma adecuada de llamar la atención! Ninguna muerte lo es. Mas ahora, que tenemos a los posibles culpables de su depresión delante de los ojos, que no queden impugnes del daño que cometieron.

"El aleteo de las alas de una mariposa puede provocar un Tsunami al otro lado del mundo". Si alguien te anula como persona, si te hace ver que no sirves para nada, si te recrimina, o si te racanea el sueldo. Si una persona te hace jugarte la vida en aviones que no cumplen las condiciones mínimas de seguridad. Si tienes que volar con miedo y ser amonestado formalmente cuando te niegas a formar parte de la tripulación de un vuelo que quizás no llegue a ninguna parte. Cuando un sueño de niño se convierte en la peor pesadilla del mundo para ti, tú eres el Tsunami, la consecuencia, pero el aleteo, la chispa que desencadenó todo y lo precipitó a este horrible final, por desgracia, vino mucho antes, en otro lado, en otro lugar, desde un mundo más arriba del que un copiloto podría nunca alcanzar.

MORALEJA: Cristina Piaget dijo: "Por más que me coma el coco, sé que la historia depende de los líderes. Ellos deciden y tienen el poder de destrucción."

jueves, 26 de marzo de 2015

LA INOCENTE (relato)





El fin de una relación de siete años es dura. Volver a ser yo en vez de nosotros y recomponer las amistades no era fácil. Por suerte Lucas y Mamen siempre habían estado ahí. Cuando me quedé sin donde ir ellos me acogieron en su casa. Me ayudaron a ir a por mis cosas, para recoger todo lo que quedaba tras una relación más complicada de lo que muchos imaginan.

Mi pareja era muy celoso. Era un hombre muy posesivo. La ruptura vino porque me levantó la mano. Eso fue el fin. No iba a tolerar que nadie me maltratara.

Durante muchos años había tenido que prescindir de faldas, de maquillaje, de colores, de escotes, de todo lo que pudiera enmarcar mi figura y que los demás se dieran cuenta de que era una mujer.

Lucas y Mamen tenían una fiestas de disfraces y me pidieron que les acompañara.

-         Cielo, es una fiesta algo particular. Es para liberarse y dejarse llevar. ¿Estás preparada para ello? – me dijo mi amiga un tanto preocupada por mí.
-         No me apetece conocer a nadie de momento.
-         Vamos. ¿Y qué vas a hacer? ¿Hasta cuando vas a estar llorando por ese cabrón?
-         ¿Pero no acabas de decir que no estaba preparada?
-         Bueno,… sí, pero no quiero que te quedes en casa por ese cretino. Vamos a por tu disfraz.

Salimos a buscarlo. Ella deseaba verme vestida muy extremada, con un traje de diablilla traviesa, o con uno de policía muy extremado, o con uno de doncella con una faldita muy, muy corta. Descarté esas opciones. Yo no era así. Elegí uno de monja un tanto atrevido con un gran escote en la espalda, una raja de la cadera hasta el suelo y tacones de aguja de color negro, muy sexys y altos.

Nos disfrazamos los tres. Mi amiga iba con un traje militar exhuberante, con una falda muy corta y un escote pronunciado. ¡Estaba muy sexy! Su marido estaba francamente tremendo. Vestía como un pirata, a lo Jack Sparrow, con el torso descubierto delicioso. ¡Madre mía! Jamás había visto a Lucas como un hombre y estaba… para comérselo.

Yo parecía una niñita inocente con aquel disfraz. Pese a mis largas pestañas, mis labios rojos, el escote de mi espalda, mas la raja de arriba abajo que había en mi habito, yo no deja de ser algo normalita tirando a mojigata. Mas iba sola a aquella fiesta y mejor no aparentar que estaba disponible, no más de lo necesario.

Fuimos en taxi pues no era correcto ir así en trasporte público. Pude notar como mis amigos jugueteaban y se metían mano. Por un momento mi mente se imaginó a Lucas entre las dos. Me veía en mi mente, lamiendo sus pectorales mientras Mamen le devoraba su miembro con el morbo añadido de que teníamos al taxista de espectador. Aquella escena mental lubrico mi sexo de manera profusa. ¿Qué me estaba pasando?

Volví a la realidad cuando el taxista dijo son veintitrés euros. Salimos del taxi y entramos en un lugar un tanto curioso. Tenía unas escaleras que iban ligeramente hacia abajo. Al entrar, una enorme sala con una luz francamente agradable pese a que no dejaba de ser una discoteca algo particular.

Lucas vio que yo me tensaba al entrar al ir sola. Me susurró al oído: ‘Relájate y disfruta’ y me guiñó un ojo de forma seductora. Aquello, sin saber como, me desinhibió. Fui sola a la barra a buscar una bebida mientras ellos bailaban de forma provocativa en la pista. Pero no eran los únicos con trajes sugerentes moviéndose de forma lasciva en mitad de la pista. Caperucita y su Lobo particular, con trajes sugerentes, disfrutaban de unos movimientos la mar de sugerentes. Tarzán y Jane eran dos salvajes que poco dejaban a la imaginación. Todo tenía un ambiente como distendido, lleno de libertad y cargado de mucha esencia lasciva.

Mientras esperaba que me sirvieran un Martini de Manzana, se me acercó un preso con barbita de tres o cuatro días, en plan descuidado el pelo y con la mirada francamente perturbadora. Me dijo:

-         Llevo diez años sin probar una mujer y creo… que no voy a pasar ni uno más sin estar con una.

En otras circunstancias le hubiera contestado de forma grosera. Pero estábamos allí para pasarlo bien y sin lugar a dudas, yo debía también empezar a interpretar mi papel.

-         Señor, desconozco lo que es yacer con hombre alguno. Mis padres me recluyeron en un convento cuando cumplí los doce años y no he conocido varón. ¿Queréis hacerme el honor de desvirgar a esta virgen? ¡Lo necesito!

Me miró fijamente, sonrió y me besó en la boca de forma muy apasionada. Luego sorbió mi copa y me la vertió en los labios. La lamí como si fuera agua y yo estuviera sedienta. Él me provocaba con su lengua dentro de mi boca y yo, le devolvía la provocación con mis labios mientras mis dientes mordían de forma sensual sus ganas.

Me cogió por la cintura y me condujo hacia la pista. Su cuerpo se movía de forma perfecta al compás de la música. Se puso a mi espalda y pude sentir su sexo duro, firme, hambriento esperando salir dentro de su disfraz. Quitó el único botón de mi parte superior de mi hábito. Mis pechos quedaron a la vista de todos. Podía ver como me miraban de forma lasciva. ¡Me encantaba! Se acercaron Mamen y Lucas hacia nosotros. Lucas besó mi boca mientras el preso seguía a mis espaldas mordisqueando y lamiendo mi espalda. Luego mi amiga me besó donde su marido acababa de dejar su huella.

Mamen estaba frente a mí. Entre ella y yo cada vez había menos aire. Su marido estaba detrás de ella. Podía ver como metía sus dedos bajo la falda. Lucas cogió mi mano y la metió bajo la falda de su esposa. Mis dedos jugueteaban con sus labios completamente depilados y profusamente mojados. Su marido empezó a deslizar los suyos hacia atrás. Notaba como ella se estremecía de placer. Mi acompañante había abierto mi raja y se deleitaba restregándose con su dura verga en mi trasero aún presa por la tela de su traje a rayas.

Lucas quitó el minúsculo tanga de su mujer. Mi acompañante hizo lo mismo con mis braguitas. Sus dedos se introdujeron en mi sexo. Estaba muy mojada. Noté como sus mano casi entera entró dentro de mí. Me encantó. Cuando iba a meter de nuevo la mano bajo la faldita militar de Mamen, ella me la cogió y me chupó los dedos de forma deliciosa. En ese mismo instante otras dos parejas se acercaron a nosotros. Ellas delante y ellos detrás. Sus dedos empezaron a deslizarse tanto por mi sexo como por el de mi amiga. Sus bocas mordisqueaban nuestro pezones. En ese instante sentí como un miembro enorme se introdujo en mi sexo desde atrás. Me sentía completamente dispuesta a todo. Mientras seguía notando un placer superior con los dedos de dos desconocidas proporcionándome un placer supremo y un hombre penetrándome de forma sublime, Mamen cedió su sitio a su marido. Lucas empezó a comerme los pechos mientras ella besaba a mi acompañante. Las otras dos mujeres empezaron a morrearse mientras sus parejas hacían lo mismo. Ellas empezaron a bajar sus bocas hasta alcanzar sus sexos respectivos. Se tiraron al suelo una sobre la otra disfrutándose infinitamente con lamentotes ansiosos. Sus parejas hicieron lo mismo. Ver a otras parejas interactuar sexualmente mientras dos hombres les daban mucho placer, era de lo más morboso.

Mi acompañante sacó su miembro de mí y dejó su sitio a Lucas. Él me cogió y me penetró con su sexo mientras ambos mirábamos como Mamen era penetrada a cuatro patas por el prisionero. Aquello me excitaba y podía notar por como el miembro de Lucas se adentraba fuertemente en mi sexo, como a él le encantaba.

Había unos cojines en forma de harén entre telas a un lado como si de un reservado nada privado se tratara. Poco a poco, nos fuimos yendo todos hacía allá. Ya no quedaba nada de nuestros disfraces en nuestros cuerpos.

Ya no había parejas en aquel distendido lugar. Todo eran bocas hambrientas, sexos palpitantes, duros, firmes, deseando penetrar todo lo que se pusiera a su paso. Vi como Lucas fue embestido por uno de los hombres mientras él comía el sexo a una desconocida. Yo me sentí penetrar por delante y por detrás mientras otra verga se deslizaba en mi boca. Me gustaba sentirme tan penetrada por todos lados. Deseaba poder tenerlas todas para darle placer. Otras tres chicas en forma de triangulo, se comían una a otra. Aquella fiesta era un pozo sin fondo de goce, de placer, de delirio supremo del éxtasis.

Todos probamos a todos. ¡Fue sublime! Y obviamente, no sería la última vez que disfrutaría de una fiesta privada de disfraces.

LAS FUNCIONES QUEDAN SUSPENDIDAS…





Cincuenta y tres años no son nada. Son un suspiro imperceptible en mitad de un inmenso huracán de vida que falta aún por aspirar mientras se recorre el camino. Sin embargo eso no impide que esta sea la edad en la que personas a las que les queda mucho por vivir, nos digan adiós antes de tiempo.

Pedro Reyes, humorista, presentador, actor, director y guionista español, ha fallecido de manera súbita en su casa de Valencia. Por lo que ha explicado su pareja, estaban recostados y le costaba respirar. Llamó en seguida a los servicios de urgencias que trataron de reanimarle en vano. Todo apunta a un infarto pero hasta que no se le realice la autopsia, es sólo una hipótesis.

En la actualidad Pedro representaba junto a Felisuco y Josema Yuste la obra TAXI en el teatro Teatro Alameda de Málaga. Sus compañeros de escenario han quedado muy afectados al saberse la noticia. De inmediato el propio teatro comunica que las representaciones que estaban previstas hasta el próximo 28 de marzo quedaban suspendidas por el fallecimiento del actor.

Eran muchos los que asociaban a Reyes con la comedia. Mas eran muchas las facetas que dominaba el artista. Pedro escribió y dirigió en diferentes formatos para televisión y cine. Llevó a cabo el cortometraje El niño pollo estrenado en la Gran Vía de Madrid y emitido en la sesión golfa de los cines Renoir durante tres semanas. Fue vendido a cinco países y emitido en Canal +.
En 2010 fue elegido Mejor Actor en el Festival de cine de Alicante por su papel en la película La curva de la felicidad. Pero no fue esa la única de su filmografía. Pedro participó también en Los invitados (1986), El año de las luces (1986), Blancos ser buenos (1987), Pasodoble (1988), Ni se te ocurra (1990), Makinavaja, el último choriso (1992), Semos peligrosos (uséase Makinavaja2) (1993), La duquesa roja (1996), Ja me maaten (2000), Ángeles de negro (2002), Atraco a las tres y media (2002), Atún y chocolate (2004), La crisis carnívora (2007) y Gigantes, la leyenda de Tombatossals (2013).
Taxi no fue la única obra de teatro en la que actuó Reyes. También formó parte de Desnudos en la cocina, El cielo es infinito pero un poco estrecho, Full de reyes y reina y Mi tío no es normal.

A Pedro le quedaba tanto aún por hacer y por vivir, que su última intervención televisa en el programa Sopa de Gansos, aún no había sido emitida. Este último monólogo inédito será emitido en el día de hoy en homenaje de este gran humorista.

MORALEJA: Alguien dijo una vez: "Una sonrisa no cuesta nada, pero da mucho. Enriquece a quien la recibe, sin hacer más pobre a quien la da. Solo necesita un instante, pero algunas veces su recuerdo perdura para siempre. Nadie es lo suficientemente rico ni poderoso para poder vivir sin ella y nadie es tan pobre que no pueda enriquecerse con ella. Crea felicidad en casa, genera buena voluntad en los negocios, y es la contraseña de la amistad. Es un descanso para el preocupado, anima al desesperado, alegra al triste y es el mejor antídoto para todo tipo de problemas. No puede ser comprada, perdida ni robada, pues hasta el preciso momento en que se da, carece de valor. Algunas personas están demasiado cansadas para dar una sonrisa. Por favor, dadles una de las vuestras, pues nadie está más necesitado de ellas que aquel que no tiene para dar". Eso lo sabía Pedro Reyes. ¡Gracias por regalarnos tus risas! Descansa en paz.





miércoles, 25 de marzo de 2015

LO POCO QUE VALE UNA VIDA





Un nuevo accidente aéreo. Un avión de la compañía alemana Germanwings (la compañía Low Cost del grupo Lufthansa), salía del Prat con destino Düsseldorf a las diez horas de esta mañana. En él viajaban ciento cincuenta personas.

Un portavoz de Germanwings ha explicado que a las 10:47 el Airbus (pilotado por un comandante con diez años de experiencia y 6.000 horas de vuelo), comenzó a perder altura. A los pocos minutos se situó a 1.800 metros y a las 10:53 se tuvo el último contacto. En la zona, los picos más altos alcanzan los 3.000 metros.

El avión pasó en apenas nueve minutos de los 30.000 (9.000 metros) a 6.900 pies (1.800 metros). Se desplazaba a una velocidad de al menos, seiscientos cincuenta kilómetros por hora. Según el Ministerio de Exteriores francés, el accidentado es uno de los aviones más viejos de la compañía. Winkelmann ha negado que la edad del avión pueda ser una causa, aunque no ha querido "especular" sobre los motivos del accidente y ha apostado por ser "prudente". La aeronave no emitió ninguna llamada de emergencia: fue el controlador del aeropuerto más cercano el que dio la voz de alarma cuando detectó la pérdida continua de altura.

De las muchas cosas que se han dicho sobre esta tragedia, hay una que a mí no para de darme vueltas en la cabeza. Ayer justamente este avión, según datos de las noticias emitidas en las televisiones autonómicas y estatales, no voló pues la puerta no cerraba bien y los tripulantes, se negaron a viajar con él. Hoy, después de lo ocurrido ayer, una pregunta asalta mi mente: ¿Qué ha hecho que este avión viejo y con un problema grave más que demostrado volara hoy?

Un billete, ya sea en una compañía low cost o no, nunca valdrá lo que vale una vida.

Las responsabilidades, pues siempre en cualquier accidente hay un factor humano, no deberán quedar sin nombres y apellidos, sin una justicia que ponga paz en los corazones y en las vidas de los familiares de las víctimas de este accidente de avión.

¡Nadie debió autorizar que ese avión despegara! Ciento cincuenta vidas arrebatadas antes de tiempo lo confirman.

Cuando la vida deja de valer tan poco, uno se pregunta tantas y tantas cosas que la mente no es capaz de asimilarlo. ¿Se pudo evitar este accidente? Sí, se pudo evitar. ¡Todos los accidentes se pueden evitar! Ahora bien,… ¿Quién hizo que no fuera así?

MORALEJA: Pelet de la Lozere dijo: “Las penas de la vida ayudan a soportar la idea de la muerte; y la idea de la muerte ayuda a soportar las penas de la vida”.

sábado, 21 de marzo de 2015

ESTA NOCHE (poema)



ESTA NOCHE

Llega la negrura nocturna.
Ese sueño que nunca
es el mismo mas siempre
se repite, vuelve a mí.

Empieza todo correcto,
un lugar cristalino donde
se podría ver hasta el último
suspiro fingido.
De pronto, un cuerpo
pegado contra el mío.
Entre mi espalda y su pecho,
ni una brizna de aire podría habitar.
Entre mi trasero y su sexo,
no vive nada más que el instinto.
La oscuridad se cierne al instante,
lo ocupa todo más allá
de donde la vista podría ver
sino fuera porque ya
no quiero mirar, sólo sentir.
Su mano en mi cuello
lo estira hacía atrás.
Su boca traspasa la barrera
y choca tímidamente
con sus labios en mi nuca
(ya me ha vencido
y aún no ha empezado la batalla).

Me gustaría decir
que trato de contenerme.
¡No puedo! ¡No quiero!
Deseo que me posea
hasta con la mente,
con ese instinto
que pocos conocen,
con esa espada firme
y diestra con la que me mata
y me da la vida con cada estocada.

Sigue respirando tras de mí.
Sus manos poco han rozado
de mi anatomía de mujer
preparada y dispuesta.
Mis ganas son aullidos en mi cuerpo.
Rugen mis pezones, mi vientre,
el bello erizado de todo mi cuerpo,
mi sexo más allá del tsunami
que lo ha arrollado desde
que llegaste a este punto.

No sé quien es,
mas te reconozco.
Huelo tus deseos,
respiro tus ansias,
me pierdo en tus perversiones.
Eres tú el que siempre
ha vivido oculto
en lo más oscuro de mis instintos.

No veo tus ojos,
no siento tu beso,
no anhelo palabras
dulces de amor.
Siempre estuvo claro
todo entre tú y yo.

Dame la vuelta si quieres,
ponme del derecho,
del revés y no me quejaré.
Llévame contigo
o déjame para que sea la musa
que lubrica tus ojos en los brazos de otro.
Arrástrame a los infiernos contigo.
Hazme amante, diosa, puta.

Soy tuya. No necesito que seas mío.
Ese es mi regalo…
¿A qué esperas para desenvolverlo?

jueves, 19 de marzo de 2015

PARA LOS TERRORISTAS, TODOS LOS DÍAS SON BUENOS





Hoy, en Túnez a primera hora de la mañana, tres supuestos yihadistas vestidos con uniformes militares intentaron asaltar la sede del Parlamento de Túnez y, tras un tiroteo, se refugiaron con rehenes en el vecino museo del Bardo.

El balance, por desgracia no definitivo hasta ahora, cuenta con treinta y dos heridos y veintidós muertos de los cuales, una veintena eran turistas.

En los últimos años, se ha sufrido un repunte de la actividad yihadista en esta zona. Decenas de guardias nacionales han muerto o han sido heridos por combates contra los islamistas.

Muchos son los que apuntan que esto es debido a un precario sistema educativo, unido al alto índice de paro y la falta de esperanzas en una sociedad atrapada por la crisis económica han hecho, además, que las tesis de los radicales islámicos hayan comenzado a calar en una nación conocida tradicionalmente por su modernidad y laicismo.

Como podéis leer, los síntomas no son muy distintos de los que sufre nuestro país en este momento. Muchas son las familias que han tenido que pegar una patada en la puerta y meterse a vivir de ocupas para no perder a sus hijos. Muchas son las familias a las que la pobreza era una desconocida se han convertido en una compañera mucho más que molesta sobretodo cuando en el día a día no hay nada para llevarse a la boca.

Entonces… ¿Por qué aquí no se sucede este “ataque terrorista” contra todo y todos? Los muertos y los heridos del atentado de hoy en Túnez eran de distintas nacionalidades (española, italiana, polaca, alemana, colombiana, brasileña, sudafricana,…). ¿Por qué en España no nos alzamos con esa furia que no parece tener fin? La situación es muy difícil para todos. Muchos a los que la falta de recursos le superó al llegar la crisis se quitaron su vida, se suicidaron. Otros optaron por el camino de la calle. Pero pese a que la angustia y el sufrimiento por no tener nada, no ha llevado a crear un grupo terrorista para acabar con todo y con todos porque sí.

Los españoles no son ni más buenos, ni mejores, ni más sensato que el resto de seres humanos de la tierra. Pero por desgracia, saben lo que es el terrorismo, saben lo que es un atentado. Por desgracia, saben lo que es perder a seres queridos por culpa de terror causado por personas con una mentalidad subdesarrollada. Por desgracia, tenemos nombres y apellidos que han perecido en el intento de que todos podamos vivir en paz sin buscar nunca ninguna guerra.

Hace mucho que nos pusieron en el punto de mira. Aún nos cuestionamos porque a nosotros. Si hay que culpar a alguien de estas muertes, de las de hoy, de las del pasado, de las que por desgracia van a llegar por mucho que tratemos de evitarlo, sin duda no es la gente de a pie con una vida normal y corriente. Si hay un culpable, no hay que buscarlo en el transeúnte que sale de su casa a ganarse la vida, ni en el pobre trabajador que cansado se toma unos días de vacaciones para olvidarse de la horrible realidad que se vive en nuestro país (nunca la de nuestros dirigentes que esa es otra España QUE NO EXISTE Y QUE JAMÁS EXISTIRÁ mientras ellos y personajes como ellos, están en el poder). Si hay un culpable, no seré yo el que lo indique con el dedo acusador para que vayan a por él con todo su arsenal militar. ¡No! El único culpable cuando alguien decide matar, asesinar, atentar contra una vida, es el que carga el arma en su hombro y dispara.

La vida es muy corta para perderla por motivos tan sin sentido. La lucha tiene que ser interna para llegar a ser mejores para con nosotros y con el resto del mundo. Si uno se pasa buscando toda su vida al enemigo, cuando el espejo de la realidad se lo ponga delante suyo, no va a saber identificarlo pues nunca hubo culpable, sólo personas que no debieron morir así.

MORALEJA: Umberto Eco dijo: “El fin del terrorismo no es solamente matar ciegamente, sino lanzar un mensaje para desestabilizar al enemigo”.

martes, 17 de marzo de 2015

EL CULO YA NO ES CULO



De veras que hay a veces que… la inteligencia humana se supera pero a la contra. En una noticia leída hoy de esas sobre que les gusta a los hombres más de una mujer, unos estudiosos muy eruditos y bien formados (no podría ser de otra forma… ¿Verdad? Han corroborado que los hombres no se sienten atraídos por unos labios carnosos, ni por unos pechos exuberantes, ni unos ojos felonamente intensos, ni un trasero voluptuosamente perfecto. ¡Para nada! ¿Sabéis lo que les gusta a los hombres según dicho estudio? Ni os lo imagináis pero… ¡¡¡LA CURBATURA DE NUESTRA ESPALDA!!! Sí mujeres, sí. Nosotros pensando que nos miraban el culo al pasar pero no… nos comían con los ojos la curbatura de nuestra espalda.

La investigación, publicada en la revista Evolution and Human Behaviour y realizada por la Universidad de Bilkent, en Turquía, consistió en realizar un cuestionario realizado a 300 hombres.

En concreto, los científicos determinaron que cuanto mayor era la curvatura de la columna de la mujer mayor era la atracción que sentían los hombres. Para ser más exactos cifraron el ángulo de atracción máxima en 45 grados.

Este ángulo no solo es excitante para el hombre, sino que supone una ventaja a la hora de tener hijos para la mujer. Cuanto más curvada sea, mayor facilidad tendrá la mujer a la hora de dar a luz.

En serio, como mujer, no sé como sentirme a la luz de estos nuevos datos. Antes si alguien te miraba el trasero le llamabas “¡Grosero!”, (pues normalmente no se conformaban sólo con mirar sino que lanzaban algún sonido de admiración a veces en forma de piropo) si lo pillabas en esa acción, pero por dentro te decías a ti misma: “Aún estoy buena” pues nos guste o no, el echo de sabernos admiradas nos gusta y nos potencia el ego como a todo hijo de vecino. Sin embargo, eso de que te admiren la curbatura lumbar no le sube tanto el ego a una. Además… ¿No se solía decir que donde la espalda pierde el nombre adquiere el nombre cariñoso de culo?

Si los avances científicos le han quitado al culo el don de ser un buen trasero para ser admirado es que la ciencia, en cuestión de lo que autoestima femenina se refiere, ha llegado al límite del límite del límite.

Si un culo ya no es un culo… ¿Qué es ahora? ¿Una curbatura de 45 grados perfecta? ¡Ais! Ya me imagino los nuevos piropos. En vez de “Guapa por ti me haría joyero, para poder moldear esa joya tuya que se llama trasero” sería… “Guapa por ti me haría joyero, para poder moldear esa joya tuya que se llama curbatura lumbar de cuarenta y cinco grados”. ¡Por el amor de Dios! Si es que pierde toda la magia. En vez de “Empezando por tu pelo y acabando por tu trasero, me comería tu cuerpo entero” sería “Empezando por tu pelo y acabando por tu curbatura lumbar de cuarenta y cinco grados, me comería tu cuerpo entero”. ¡¡¡QUE NO!!! Vamos… que NO. Que así ni tiene gracia, ni sentido, ni razón de existir.

Estudiar para hallar la cura a alguna enfermedad mortal está bien y es más que necesario. Ahora bien, hacer un estudio para determinar que un trasero ya no es uno culo,… como que no. Mejor ese día, haber llegado tarde al laboratorio o haber uso del derecho que deben tener todos los científicos a un estudio que va contra sus principios.

Si en la vida le quitamos a ese lugar donde la espalda pierde el nombre, el honor de levantarnos la moral un buen día con un bonito gesto de otro persona que lo admira y lo alaba, es que la vida de por sí ha perdido algo más que el norte, y con ella, todos los que arrebataron al trasero ser el lugar de culto de más de una mirada furtiva al pasar.

MORALEJA: Paco Bravo dijo:

“Decirme si es pecado,
admirar la belleza de una mujer hermosa
decirme si es pecado,
cuando esa mujer pasa por mi lado
y con la mirada, la desnudo de arriba abajo.
Que creación tan perfecta y bella,
y aunque fuera imperfecta,
que haríamos sin ella”.

Se puede decir más alto, pero no más claro.

miércoles, 11 de marzo de 2015

NADIE LLORARÁ POR ÉL… (poema)




NADIE LLORARÁ POR ÉL…

No busques la fortaleza en la rima fácil,
ni consuelo en lágrimas ajenas,
ni deseo de superación
en otras personas cuando tu tienes de sobra.

No hagas la locura
de pensar que todo irá mal,
más no seas inmensamente positivo
por si las cosas no salen como uno pensaba.

No tengas miedo,
no retrocedas,
no te asustes,
no sufras por nada.

La mirada alta, como ayer.
El coraje por bandera,
como cuando te conocí.
El valor en presente
de indicativo, como siempre.

La lucha es la misma.
Los nombres y apellidos nos
hacen más visibles al enemigo.
¡Atízale fuerte! No lo dejes con vida.
Eres tu o él (lucha a muerte hermano,
por mucho que odie esa palabra).

Nadie llorará por él, si eres tú el ganador.

martes, 10 de marzo de 2015

EMPIEZA EL JUEGO (OTRA VEZ)





Megalómano: Dícese de la persona que sufre un trastorno mental que le lleva a creerse más importante de lo que es. También se aplica a la persona que tiene un excesivo deseo de grandeza.

¿A qué se referiría Esperanza Aguirre cuando ha llamado a la sede del Ayuntamiento de Madrid megalómana? ¿Casa de trastornados mentales? ¿O lugar donde hay excesivo deseo de grandeza?

Quisiera lo que quisiera decir la de Aguirre, está claro que es sumamente gratificante cuando cada cual empieza a hacer campaña ahora para un lado, ahora para otro, incluso dentro del propio partido. Como si el juego de la cuerda se tratara, cada uno coge un cabo sin darse cuenta que están estirando y estirando con tanta fuerza pero siempre en su propia contra.

Cuando ya se retan entre ellos, como diciendo… “Yo soy mejor que tú” es que demuestran de que pasta están hechos. Es más, se suele decir que cuando uno critica de forma tan directa es porque se ve reflejado así mismo en aquello que no le gusta y sin ser consciente de que su propio reflejo es igual, utiliza toda su buena dialéctica para reprender mientras sin darse cuenta que su propio dedo acusador, está directamente enfocado en su contra.

¡Así es la política! Bueno, la política en España, obviamente. En resto del mundo, donde lo de ser político no es sinónimo de ladrón, misógino, retrogrado, etc. podemos ver algo que jamás sería impensable de vislumbrar en nuestra propia tierra.

Además, es tan fácil jugar y pasarse todo el día reprochando cuando tu día a día poco va a cambiar. Cuando llegues a casa todo será igual. Sin embargo, si su pescuezo verdaderamente dependiera de lo que dijeran, yo creo que tratarían de ser más coherente con sus “promesas electorales”.

¿Que van a bajar los impuestos? Eso ya lo dijo Mariano en las últimas elecciones y luego donde dije digo, digo diego. Que empezaron a subir los impuestos que por poco traspasan el límite del límite del límite de nuestros más que agujereados bolsillos.

Así, que señores, sean conscientes que las promesas electorales tienen un valor nulo completamente. Son gritos, emblemas como si de pancartas de un concierto se tratara, para que la gente se maraville desde el escenario. Pero cuando el cargo ha sido otorgado y embestido con todos los honores, el valor del votante deja de importarles hasta la próxima legislatura.

¿A quién debo elegir pues? Si fuera tan fácil, hasta los niños de teta tendrían derecho al voto. Pero para ejercerlo hay que ser mayor de edad así que por el mero echo de ser responsable de sus propios actos, sea responsable también de sus errores e intente que el mal, obviamente, sea un mal lo más menor posible.

MORALEJA: El gran Groucho Marx dijo: “La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados”.

PD: 100.460 visitas alcanzadas. ¡¡¡MUCHAS GRACIAS POR HACERLO REALIDAD!!!

viernes, 6 de marzo de 2015

YO NO SOY CHRISTIAN (relato)





Con todo el boom de la película de 50 sombras, aquel congreso se convirtió en un desfile infinito de malos aprendices con trajes caros, corbatas grises y sobretodo, con una fortaleza fingida. ¡Ninguno sabría mandar sobre las sábanas como una mujer de verdad necesitaba! Con el primer orgasmo se quedarían tan exhaustos que habría que avisar a la ambulancia más cercana para que recompusieran como pudieran lo poco que quedaba de ellos para que pudieran volver a sus hogares a ser los perfectos perritos falderos de sus esposas.

-        ¡Que cruel eres Anastasia! – me dijo mi compañera de stand.
-        Carla, ya te he dicho que no digas mi nombre. Lo odio desde que salió esa estúpida novela que ellas adoran y que ellos dicen no haber leído pero no paran de tratar de imitar.

Sí, yo me llamaba como la protagonista de esa trilogía. Sin embargo, no era como ella. No me gustaba que me mandaran, que me introdujeran en un mundo tan desconocido como el Bdsm como para la escritora de la novela más vista en cine del momento.

Salí a tomar el aire. Un hombre demasiado impetuoso, abrió la puerta con tanta fuerza, que me dio tremendo golpe en la frente. Me caí de espaldas y mi cabeza rebotó contra el suelo. ¡Dios! ¿Qué más me podría pasar? Al abrir los ojos, un gilipuertas de pelo oscuro y ojos claros me decía: “¿Te has hecho daño?” Estaba claro que el hombre no era un lumbreras. Estaba en el suelo, mareada, con un chichón delante y otro detrás de la cabeza. ¿Qué más necesitaba para saber que me había hecho daño?

Me ayudó a levantarme y me acompaño hacia fuera. Estaba un poco mareada y no me di cuenta que me dejó dentro de un coche. Él se fue pero su chofer, se quedó allí conmigo.

Se acercó con una toallita húmeda para mi cabeza. Cuando abrí los ojos pude ver a un hombre corpulento, con una gran melena moteada con canas que le quedaban de una forma deliciosa a la cara. Sus ojos eran castaños y vestía un uniforme de aquellos de conductor de limusinas que pensaba que no existían ya. Pero si existían y le quedaba francamente bien.

-        ¿Cómo estás? ¿Te apetece tomar algo?
-        Mejor aunque me encantaría algo con azúcar y burbujas.
-        ¿Una coca cola con hielo y limón?
-        ¡Perfecto!

Abrió una nevera y me la preparó. Me incorporé un poco y vi que estaba en la parte trasera de una preciosa limusina.

-        Creo que el golpe me ha afectado más de lo que creía. ¿Quién ese tio para venir a un congreso con un coche como este?
-        Alguien con pasta. Pero tranquilo. El no es Christian. Yo sí.
-        ¡No! No, no, no. ¡Odio esa novela!
-        ¿Y la película?
-        ¡También!
-        No te llamaras Anastasia.
-        ¡Sí!

Empezó a reírse. Le miraba confusa.

-        Perdóname. Me llamo Cristian, Cris para los amigos, pero sin H.
-        ¿Y porqué te reías?
-        Porque me pareces una mujer con la que me gustaría perder los estribos ahora mismo, aquí, sin nada más que placer sin dolor. Sexo salvaje, sin más ni más.

Me quedé sin palabras. Aquel hombre me gustaba desde que su mano me acercó su mano a la frente. Me lancé a su boca y empecé a besarle de forma fuertemente inapropiada. No le molestó. Le encantaba. Podía sentir mi fuerza, su lengua luchando con la mía, sus manos apresuradas despojándome de mis ropas.

Me puse encima de él. Estaba tan húmeda que su sexo se acopló al mío de forma perfecta. Empecé a moverme mientras me acariciaba mis pechos y pellizcaba mis pezones. Me encantaba que él me viera que disfrutaba, que sabía lo que me gustaba, que no necesitaba a nadie para proporcionarme el goce suficiente para hacerme alcanzar el clímax. Me detuvo en seco. Se medio incorporó:

-        Aquí somos dos.

Su mirada fija, su fuerza y sentencia en sus palabras, me excitó mucho. Mojó con la punta de su lengua mis erectos pezones. Luego los succionó de tal manera, que casi pierdo la cabeza de puro goce. Deseaba que no parara. Su boca iba de uno a otro dándome un placer supremo jamás imaginado. De golpe empezó a embestirme sentado. Sentía sus golpes de pelvis adentrándose en mí. Aquel movimiento me fascinó. No podía dejar de gemir, de anhelar que no parara, que siguiera. Estaba en sus manos, en su cuerpo, a su servicio sin ser servicial. Su cuerpo se estremeció. Noté como se derramaba y en ese mismo instante, su calor lechoso me hizo alcanzar el clímax supremo.

Fue algo instintivo, rápido, fugaz. No premeditado, sólo vivido entre dos protagonistas de sus propias vidas, sin guiones de por medio.

Cris y Anastasia, los reales, habían empezado una relación sexual. Y el amor, sin duda, estaba de más.