lunes, 23 de febrero de 2015

CONTINÚAN LAS NOTICIAS SOBRE NUESTRAS PROPIAS SOMBRAS





* Mata a su novia al imitar una escena de '50 sombras de Grey' (enlace web: http://www.telecinco.es/informativos/sociedad/Mata-novia-imitar-escena-sombras_0_1944075188.html).

Duele leer noticias como esta. Nuestras propias sombras son mucho más duras, pues la realidad así lo es.

La noticia viene de Suecia. Un joven trato de emular una de las escenas de la película que está arrasando en las taquillas sobre la novela Cincuenta Sombras de Grey. Ató a su pareja de veintiocho años, con medias de nylon y preservativos. La golpeo como en la película. No fueron conscientes de la gravedad que suponía imitar los juegos sexuales que se llevan a cabo hasta que, después de golpear hasta ciento veintitrés veces a la joven, su pareja comprobó que no respiraba.

Avisó a los servicios médicos, intentó reanimarla pero ya era tarde. Ella había fallecido. Los daños cerebrales eran irreversibles y sus vías respiratorias estaban obstruidas.

Los juegos sexuales no son la primera vez que se cobran una vida. Por mucho es conocida la muerte del desaparecido actor estadounidense David Carradine que murió en el hotel Park Nai Lert, de Tailandia, el 3 de junio de 2009. Su muerte fue considerada por muchos una práctica sexual que se había descontrolado por llegar al límite.

No es la única muerte de famosos que fue una consecuencia de una de una práctica sexual extrema.

Iván Heyn, subsecretario de Comercio Exterior de Argentina y miembro del grupo kirchnerista La Cámpora tenía 34 años cuando fue encontrado sin vida en el hotel Radisson, de Montevideo, Uruguay, el 30 de diciembre de 2011. Heyn había sido encontrado en la tarde del martes 20 de diciembre, ahorcado y desnudo en su habitación. Lo habían visto en una cena con la delegación argentina en la noche anterior, también en el Spa del Radisson, el hotel más tradicional que está frente a la Torre Ejecutiva, sede del gobierno nacional.

La policía inspeccionó la habitación, revisó las grabaciones de las cámaras de seguridad y desde el primer momento descartaron la participación de otra persona, pero igualmente la justicia encomendó todas las pericias necesarias, tanto del forense que analizó el cadáver como de la policía técnica que trabajó con todos los elementos de la habitación. Hubo inspección en su computador personal, en el teléfono móvil y en el repaso de sus últimos movimientos y llamadas telefónicas.

Tras las investigaciones se determinó que su muerte había sido un accidente, sin duda una práctica erótica conocida como asfixia por autoerotismo llevada al límite, un juego sexual que sin lugar a dudas, tiene consecuencias nefastas.

Michael Hutchence, que falleció el 22 de  noviembre de 1997. Los investigadores hallaron el cadáver del cantante de la banda australiana de rock INXS en el hotel Ritz-Carlton de Sydney. Preliminarmente,  personal de la oficina forense de Nueva Gales del Sur determinó que el artista se había suicidado, pero posteriores análisis y el hecho de que Hutchence estaba desnudo llevaron incluso a familiares a sostener que el también actor pudo haber muerto por un accidente erótico.

Sin lugar a dudas, emular una escena de una película, nos fascina a todos. Cuando éramos más jóvenes soñábamos con alguien que nos rescatara de nuestra torre, de nuestra madrastra (o madre), que nos liberara de la tiranía de nuestra brujahermanastras (o hermanas de sangre). Cuando fuimos adolescentes, soñábamos con escaparnos de casa y emular a nuestras heroínas. También anhelábamos que nos rescataran del último piso de nuestro bloque, con un ramo de rosa al más puro estilo de Pretty Woman (sin tomar consecuencia de lo duro que es aguatar a un sinfín de sapos, ranas y ratas haciendo de prostituta hasta encontrar al rico que nos salvara, que no se llamaba Grey, sino que tenía el nombre de Richard Gere en la vida real).

Mas siempre, por muy mala que fuera la experiencia previa, deseábamos formar parte de la fantasía que veíamos en la gran pantalla.

Hemos crecido. Nuestras fantasías ya son cosas de adultos. Ya no nos conformamos con soñar. Esperamos cumplir todas y cada una de ellas, aunque eso signifique llegar al límite. ¿Consecuencia? Por desgracia para esta chica, la muerte. Pero no la culpa no es de ella, ni siquiera de su pareja. Algo consensuada es culpa de dos personas. Sin embargo hay una cosa que hay que tener en cuenta siempre: no todos los hombres, ni todas las mujeres, están preparados para guiar o ser guiados.

Para llegar hasta al final con un juego sexual no sirve cualquiera. Tiene que ser alguien diestro, que conozca nuestras limitaciones, nuestros miedos, nuestras fobias, nuestros puntos débiles y que, obviamente, se conozca mucho a sí mismo. Si damos con la persona adecuada, sin lugar a dudas llegar al límite se convierte en una “droga” que podemos seguir tomando en dosis adecuadas. Pero como todo, si utilizamos un narcótico muy adulterado o muy contaminado por el amor, los sentimientos, o el cariño, sin lugar a dudas podemos llegar incluso hasta perder la vida.

El sexo es bueno, nos motiva, nos da alas, nos inflama el ego hasta cotas insospechadas. Mas no todos estamos preparados para el buen sexo, ni de cabeza, ni de cuerpo, ni de mente.

MORALEJA: Woody Allen dijo: “¿Es sucio el sexo? Solo cuando se hace bien”. Y en eso… estoy completamente de acuerdo.

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