lunes, 19 de enero de 2015

“PUBLIC ENEMY OF THE YEAR TWO THOUSAND AND FIFTEEN”





Sólo han transcurrido desde el inicio del año diecinueve días. Sin embargo, ya ha habido un enemigo público al que ha habido que silenciar por un bien mayor, o eso es lo que pensará más de uno en Argentina.

Alberto Nisman de cincuenta y dos años de edad, fiscal argentino, ha sido encontrado muerto en su vivienda. El pasado sábado, sus guardaespaldas acudieron a su casa. Como no respondía dieron el aviso. Su madre se personó y con la ayuda de un cerrajero ya que la puerta estaba cerrada y con la llave puesta, accedió al interior de la vivienda encontrando el cuerpo sin vida de Alberto junto a un arma de fuego del calibre 22”.

Los investigadores sólo ha podido decir que Nisman murió de un disparo pero no se han aventurado aún si fue suicidio o parte de una puesta en escena digna de cualquier guión cinematográfico.

Pero… ¿Por qué quitar del medio a un fiscal argentino? ¡Bueno! Alberto no era un fiscal cualquiera. Durante diez años investigó las causas del atentado terrorista que hubo en julio del 1994. Mediante su investigación tenía pruebas fehacientes de que la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, pudo encubrir a los protagonista con el fin que sólo el sabía. Esto fue denunciado y justo hoy, tenía que ratificar su denuncia sobre este caso. Sin embargo, una cualidad que tiene los muertos, sean del país que sean, es que no pueden hablar, ni defenderse, ni apelar. La muerte se lleva no sólo la vida, sino la voz, la esencia, e incluso quizás, las pruebas de lo que posiblemente era lo que lo llevó a acabar prematuramente en la tumba.

Cristina Fernández de Kirchner, Presidenta de Argentina desde diciembre de 2007 una vez habló sobre el miedo y dijo lo siguiente: “Sólo hay que tenerle temor a Dios y a mí, un poquito. Por lo menos los funcionarios que dependen de mi nombramiento. Es responsabilidad mía. Todos y cada uno de los funcionarios”.

Quizás fuera una advertencia por si alguien se revelaba en su contra. Quizás fuera un aviso. Quizás una amenaza encubierta. Quizás sólo una frase normal y corriente sin más ni más.

Sin embargo, cuando algo nada probable sucede, hay que pensar en todo y analizar cada movimiento que estratégicamente se ha tomado en consecuencia de un “bien mayor” o eso… es lo que pensarán los posible “asesinos” para poder conciliar el sueño tranquilo por la noche.

¡La realidad siempre supera a la ficción! Si parece un pato, camina como un pato, se mueve como un pato y huele como un pato, lo más probable es que sea un pato. Así que si parece un asesinato… ¿Hace falta que acabe la frase?

MORALEJA: Dijo Voltaire: "Azar es una palabra vacía de sentido; nada puede existir sin causa."

1 comentario:

  1. Una noticia escalofriante, gracias por ponerla. No la había visto. Si no recuerdo mal, el atentado terrorista fue contra los judíos y fue trazado hacia algún país árabe.

    Hablando de otra cosa, hoy en día sabemos que Voltaire se equivocó. A nivel de fenómenos cuánticos sí existen cosas sin causa. La causalidad también es difícil de establecer es sistemas caóticos o muy complejos. El azar sí que existe, lo que no existe es el determinismo estricto.

    ResponderEliminar