miércoles, 21 de enero de 2015

NO ES DIFÍCIL FINGIR UN SUICIDIO





Dentro de las muertes más fáciles de fingir está el suicidio. Hasta como hacerlo sin ser pillado salió en un capitulo de dibujos animados japoneses llamados El detective Conan. En ese capitulo incluso salía como con un sencillo juego de hilo de pescar, podías aparentar incluso como que la habitación estaba sólo el “suicida”.

Pero ahí no acaba el asunto. En un capitulo de las serie CASTLE incluso aparecía como unos asesinos enviados por la propia gente de seguridad del estado, iban a fingir el suicidio de Beckett por una causa de fuerza mayor. ¡Así de sencillo! Asesinada por su propio país como si de un peón en una partida de ajedrez se tratara.

Sin embargo si les preguntamos a los ilustrados que estudian la muerte de Alberto Nisman. ¿Sabéis que dicen? ¡Fue un suicidio! Y por desgracia se quedan más anchos que largos.

Nisman no encaja en el perfil de un suicida y no hace falta ser un detective de renombre, un funcionario ilustrado en la mejor medicina forense, ni un escritor celebre de novelas de misterios. Si una pieza no encaja, el puzzle no estará completo. Mas a algunos ya les está bien que todo sea así. Alberto había recabado demasiada información durante diez años que verían la luz si él seguía adelante con su propuesta de esclarecer los hechos. Porque Alberto Nisman no murió por ser fiscal, ni se suicidó porque no pudiera soportar su vida o sufriera una crisis mental. Alberto fue asesinado porque quería mostrar la verdad, quería enseñarnos hasta donde es capaz un gobierno de llegar. Sin lugar a dudas, esto le costó la vida.

¿Que la presidenta mostró mucha sorpresa al conocer la noticia? Fingir, como he dicho antes, es tan sencillo que hasta es fácil de ser interpretado. Sin embargo hay una cosa que no podrán fingir nunca con tanta sutileza como para que nosotros, la gente de a pie nos lo creamos: que la muerte de un hombre que luchaba por sacar a la luz la verdad, fue algo fortuito. Un tiro en la sien no es nada fortuito. Hasta con burundanga es capaz de anularse la voluntad de una persona.

Silenciar a alguien es algo que utilizaba la mafia contra sus enemigos o contra los chivatos. Si esto ha sucedido en Argentina… ¿Qué clase de política se está siguiendo como para que ser permitan actos como este? ¡Juzguen ustedes mismo!


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