domingo, 14 de diciembre de 2014

TEMORES DIVINOS



En el año 325 se celebró en Nicea el primer Concilio ecuménico. Constantino I el Grande, por consejo del obispo Osio de Córdoba, lo convocó al ver las simpatías que provoca el cristianismo en la masa cada vez más grande de simpatizante de dicha religión. Por miedo a una división que provocara el fin de su imperio, el propio Constantino abrazó la fe cristiana y, mediante aquel Concilio de Nicea, se aprobó todo lo que concernía a la religión cristiana (fechas sagradas, divinidad de Cristo, evangelios autorizados,…). Fue desde ese mismo instante, en que las bases escritas de la religión cristiana y los miedos divinos en torno a dicha fe, hicieran mellas en muchas personas.

¿La fe es temor? La fe, para mí, no es miedo. La fe, la religión y las creencias no pueden tomarse como una temeridad de un humano frente a su Dios. La religión para mí va mucho mas allá del temor. Para mí, mi religión al igual que muchas otras, se basa en el amor al prójimo y es con lo que yo me quedo ante mis decisiones en esta vida y en la que ha de venir.

Hago un inciso: ¿Habéis visto la película de EL LIBRO DE ELI? ¿No? Os la recomiendo. Trata sobre un hombre que protege un libro en un mundo que fue destruido en parte. Otro hombre, intenta encontrar ese libro con el único fin de que la gente le vuelva a tener miedo por llevar las palabras que en él se albergan (incluso en un momento de la película el que hace de “malo” dice (parafraseando): “Es un libro muy poderoso. Hará que los hombres teman como ya pasó en el pasado”).

Retomando el asunto en cuestión hay muchas personas han utilizado y siguen utilizando la fe con fines contradictorios al cien por cien con su religión. Intenta hacernos ver que su fanatismo religioso les lleva a actuar como actúan. Pero el fanatismo es cosa de las personas no de la religión. Es como una adicción llevada hasta las últimas consecuencias con tal de justificar sus actos ante el mundo. Alguien que es religioso de por si, lleva su pacto con Dios, con el Dios que sea, como una charla de tú a tú (como un padre escuchando a su hijo y poco más). Mas no todos tienen la misma visión. Es por este motivo cuando la religión acaba derivando en lo que conocemos como sectas y proclamando la Fe como algo que escapa hasta el mero entendimiento teológico.

Hoy ha sido detenido el líder de la 'secta' de Oia por presuntos abusos sexuales y asociación ilícita.

Junto a Miguel Rosendo, dirigente de la ‘secta migueliana’, hay también dos imputados más, cuya identidad no ha trascendido, que fueron miembros de Orden y Mandato de San Miguel Arcángel, el grupo religioso que la diócesis de Tui-Vigo intervino el pasado marzo al detectar desviaciones respecto de la moral católica y de lo que marcaban los estatutos fundacionales del mismo.

En estos momentos, más de treinta persones continúan fieles a Rosendo en localizaciones como San Lorenzo del Escorial.

¿Son las sectas una forma de retornar el temor al pueblo mediante doctrinas que poco tienen que ver con la religión? Yo sólo diré una cosa: cualquier persona que tenga la necesidad de abusar, herir o manifestar cualquier tipo de acción que no se refiera a hacer bien al prójimo, sin lugar a duda trata de inculcar miedo, temor y lo peor de todo, nada tienen que ver sus palabras ni sus actos ni con culto religioso ni con la confianza.

La base de toda fe es el amor. Todo lo que vaya en contra del amor, no es fe, ni religión. Es fanatismo.

MORALEJA: Miguel de Unamuno, (1864-1936) filósofo y escritor español, dijo: “¿Racionalizar la fe? Quise hacerme dueño y no esclavo de ella, y así llegué a la esclavitud en vez de llegar a la libertad en Cristo”.


2 comentarios:

  1. Creo que te equivocas, el fanatismo está en las propias religiones y no en las personas. El tema es mucho más profundo de cómo lo planteas aquí. Tiene que ver sobre cómo se define el bien y el mal, cuáles son las bases de la ética. Lo que tú dices de perseguir el amor y el bien de las personas sería una ética seglar y humanista. La ética religiosa consiste en hacer la voluntad de Dios, tal y como la interpretan instituciones como la Iglesia Católica que tienen un historial muy largo de abusos, guerras y torturas. Pongo una discusión detallada de las contradicciones entre la ética humanista y la ética religiosa en el último artículo de mi blog "Dios no es bueno":
    http://sexocienciaespiritu.blogspot.com/2014/12/dios-no-es-bueno.html

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    1. El fanatismo es una actitud o actividad que se manifiesta con pasión exagerada, desmedida y tenaz en defensa de una idea, teoría, cultura, estilo de vida, etc. Hoy en día se usa mayormente para designar a las personas profusas en su proselitismo hacia una causa religiosa o política, hacia un deporte, pasatiempo o hobby, o hacia una persona a quien idolatra.

      Como ves el fanatismo es de la persona no de las religiones.

      ¡Gracias por tu comentario!

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