miércoles, 1 de octubre de 2014

SIMPLEMENTE LIBERADA (poema)



SIMPLEMENTE LIBERADA

Hubo otras y no me importo.
El momento era mío,
nuestro, de los dos.
Antes de nada,
antes incluso
que el inicio de todo,
la cercanía llegó tan próxima
que puede acariciar tu aliento.

Hubo esa complicidad
que nace por arte de magia,
ese acariciar estremecedor
que hacía temblar hasta
los cristales empañados del coche.
¡Todo salió bien!
Ordenado, moderado, limitado
pero conforme a lo que esperado
(ni más ni menos).

Ningún compromiso de por medio.
¡Eso era lo mejor!
Ni nombres que recordar,
ni fechas, ni familia.
La evolución pura
del hombre en hombre,
de la hembra en hembra.
El estado más básicamente
primario del instinto animal.

Pasaron las horas, los días.
El apetito regresó pronto
(si el hambre es mucha,
poco sacia un tentempié
de veinte minutos escasos).

Lo que fue paraíso no te valía
(yo era sólo una aprendiz
que se dejaba llevar).
Lo que era prudente no te gustaba.
Lo que era indecoroso yo no quería.
Apenas una semana
y el cielo se lleno de tus demonios.
¡No hizo falta más!
A la soberbia le creció tu boca,
tu lengua se plagó de indecorosas
excusas sin sentido.
Cuando el error no fue reconocido,
cuando la coacción busco el argüir perfecto.
La estocada culminó la faena poniendo
el punto final a una historia de amor sin amor.

Ni lagrima ni pañuelo,
ni lamento ni risa,
ni frío ni calor,
ni recuerdo ni temor.
¡Nada al final!
Simplemente liberada.

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