sábado, 6 de septiembre de 2014

MALAS FORMAS PARA HACER ABRIR LOS OJOS





Los amigos a veces no aciertan en las formas cuando uno no pasa por un buen momento. Muchas veces, el golpe en la mesa, aunque con gran golpe de efecto, valga la redundancia, no es aconsejable, no cuando las cuestiones del corazón se unen con las de un mal momento personal muy doloroso.

Si estamos enseñando a los perros a responder a tonos de voz presidiendo de los gritos que se utilizaban antiguamente para poder hacer de la enseñanza sea algo hasta agradable para los animales,… ¿Cómo podemos pensar que un golpe en la mesa hará que alguien abra lo ojos en vez de hundirse más?

Pero aquí no acaba la cosa por desgracia. Si encima, con el paso del tiempo, esa persona que estaba mal con ese primer toque de atención, se encierra aún en sí misma y como acercamiento se vuelve a utilizar en vez de la compresión de nuevo la agresión, esta claro que estamos abocando a alguien que “nos importa” al vacío pero de cabeza. ¿Tanto cuesta entender que se consigue más con miel que con vinagre?

Lo peor de todo es que luego, esas mismas personas que a ti te están haciendo sentir cada vez peor, trabajan en la educación de niños con problemas. Esos niños especiales son mimados, educados, tratados de tal manera tan dulcemente agradable que tú te preguntas: ¿Es un mal educador o una mala educadora cuando no cobra por ello?

Mas a esto se ha reducido la existencia humana. Antes los amigos te ofrecían su hombro para que te sintieras abrigado con su cariño, amor, aunque fuera fingido pues hay muchos que lo hacen sólo para llegar a un camino que, por otra parte, se confunden de todas todas con el roce lascivo de los cuerpos en un momento de debilidad el ser humano.

Sin embargo, ahora, dos tortas, puñetazo en la mesa, o un ‘¡ESTAS TONTA!’ muy fuera de todo.

Y es que nos guste, para bien o para mal, hasta la amistad mas sincera, está en crisis.

MORALEJA: Rabindranath Tagore, (1861-1941) filósofo y escritor indio, dijo: “La verdadera amistad es como la fosforescencia, resplandece mejor cuando todo se ha oscurecido”. Pero algunas, obviamente, han perdido todo su candor hace ya mucho tiempo.

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