martes, 17 de junio de 2014

CONTINÚAN LAS “HUIDAS”





* Un hijo de Gallardón tiene un golpe, huye del lugar y se refugia en su casa. (En vez de rellenar el parte del seguro, el primogénito del ministro se refugió en casa de su padre tras el incidente el viernes). Enlace web: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2014/06/16/madrid/1402904337_769203.html - (16/06/2014).

* Esperanza Aguirre apenas estuvo cinco minutos con los agentes antes de huir. (El sumario contradice la versión de la presidenta del PP que aseguró que fue retenida entre 15 ó 20 minutos). Enlace web: http://politica.elpais.com/politica/2014/05/15/actualidad/1400133264_266078.html - (15/05/2014).

* López dimitirá como juez del TC tras ser 'pillado' ebrio y sin casco en su moto. ("Reconozco los hechos y asumo las consecuencias", dice el magistrado del Tribunal Constitucional, quien ha indicado que "hay circunstancias personales que podrían justificarlos pero que no vienen al caso"). Enlace web: http://www.diariovasco.com/politica/201406/01/juez-enrique-lopez-interceptado-20140601144650-rc.html - (01/06/2014).


Es frecuente la huida del lugar de un accidente. Lo vemos continuamente, por desgracia, en muchas películas. Pero la realidad, sigue siendo peor que la ficción. En las películas, si hay muertos, son actores que al final de la misma, salen por su pie de los platos. En la vida, si alguien se fuga, no sólo esta haciendo OMISIÓN DE SOCORRO sino incluso, puede ser culpable de homicidio involuntario al no prestar ayuda al coche siniestrado, siendo, sin lugar a dudas, culpable del mismo siniestro.

Las explicaciones por huir pueden ser infinitas por parte de los conductores “pillados” tras esa falta de socorro (haya habido victimas o no). El miedo a enfrentarse a lo sucedido, el temor de reconocer la responsabilidad, el recelo por poseer sustancias ilegales dentro del vehículo (alcohol, barbitúricos, anfetaminas,…), el pánico a ser descubierto en estado de embriaguez o colocado, entre otras, suelen ser las más frecuentes cuando uno huye tras un accidente. ¡No sabemos reconocer nuestros errores!

Sin embargo, dentro de las personas que se creen “privilegiadas” podemos contar estas huidas ya como una mala costumbre. Hacer un delito y no ser capaz de enfrentarse a los hechos es una cosa. Pensar en salir absuelto por ocupar un cargo político de un delito o por ser hijo de un ministro es una afrenta directa contra todos los ciudadanos que cumplen las normas a rajatabla.

Hace un mes Esperanza. Ahora Alberto, que pese a ser culpable y huir de escenario, incluso tiene la chulería, de escribir al periódico para decir que los datos son falsos cuestionando así al los ocupantes del otro vehículo siniestrado que se quedaron estupefactos al ver como, tras bajarse del vehículo y ver los daños ocasionados, se volvió a montar en su coche y se largó.

Las multas por cruzar un paso de cebra cuando el semáforo aún está en rojo para los peatones, se multa con sesenta euros. No poner el intermitente es de doscientos euros. La multa por omisión de socorro en un accidente es de ciento cincuenta euros. Viendo lo visto… ¿Tiene algún sentido las multas de tráfico? ¡PUES NO! Los que se las pasan por el forro, si tienen padrinos, ni pagarán la sanción alegando, vete tú a saber si enajenación mental transitoria, que suele estar muy de moda. O puede decir, como se hizo hace poco en otro caso, que están “muy malitos” y que por eso, pese a la demostrada implicación en una muerte por exceso de la tasa de alcohol en sangre, no deberían entrar en prisión. ¡VASTA YA SEÑORES! ¡¡¡VASTA YA!!! Si no se cumple el reglamento, seas civil, policía, militar, ministro, alcalde, o rey del estado mayor, debes pagar tu deuda con la sociedad y ser ajusticiado según la ley vigente. ¡¡¡NO PUEDE HABER DOS TIPOS DE LEYES!!! Una para ricos y otras para pobres.

Hacer un acto tan vil y despreciable como fugarse del escenario de un accidente es típico de personas que no poseen decoro, ni educación, ni civismo, ni siquiera, buenos modales. Cometer un accidente y huir de los hechos e intentar luego, asegurar que aquello no sucedió jamás ya es de una bajeza moral que ni existe palabra en el diccionario para calificar esta acción. A falta de regulación del Diccionario de la Real Academia Española, desde hoy hasta la fecha, este acto será conocido como ARGU.

MORALEJA: Santiago Rusiñol i Prats, (1861-1931) pintor y escritor español, dijo: “Engañar a los hombres de uno en uno es bastante más difícil que engañarlos de mil en mil. Por eso el orador tiene menos mérito que el abogado o el curandero”.


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