viernes, 16 de mayo de 2014

ARDE MI CUERPO (poema)


ARDE MI CUERPO

 

Mi cuerpo arde,

con un hambre

que no parece

ser de este mundo.

¿Por qué no estás

aquí conmigo?

Mi manos son

un sustituto

mísero de las tuyas,

que me deleitan

obligándome, aún más,

a echarte de menos.

Tengo ganas de ti,

mas tú no estás.

Me tiendo en nuestra cama,

dejo acariciar mi cuerpo

por las telas que aún

conservan tu aroma.

Escucho el apetito

que vuelve a mí

cual tsunami vengador.

Deseo saciarme,

derramarme hasta

el mismo borde,

devorarme las formas,

saturarme por entero

hasta no ansiar más,…

hasta quedar plenamente llena.

 

Vuelve la humedad hacia mí,

arrollándome desde dentro.

Juega conmigo, se oculta,

me reta, me mima

para dejarme a medias.

¡Siempre la mitad!

 

Tú no estás y lo sabe.

Se ha propuesto remplazarte,

ser tu sombra,

volverse cuerpo,

ganarte en tu propio terreno.

 

Puedes dominarme,

arrástrame mar adentro,

revolverme en tu fondo,

someterme hasta lo más hondo.

Puedes ahogarme en tus anhelos,

hacerme tu esclava de tus olas,

vestirme con tus espumas,

embelesarme con tus brumas.

 

Puede hacer lo que desees

conmigo cuando no haya sol,

cuando la lluvia caiga,

cuando la nieve vuelva,

cuando se marchiten las rosas. 

 

Puedes tenerme toda.

Mas mi cuerpo arderá

con un hambre que no parece

ser de este mundo, por él hoy

y siempre una vez más.

 

 

 

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