jueves, 19 de diciembre de 2013

ÚLTIMO DÍA DE OTOÑO (poema)


ÚLTIMO DÍA DE OTOÑO

Me asfixia este
último día de otoño.
En el cielo gris se desviste
una sombra que no reconozco.
Su perfume me contaminaba.
Podía sentir el aliento vagando
tristemente por mi nuca.
Se marcharon las golondrinas,
las mariposas ya no
brillaban dando suerte
blanca a nuestros ojos.
¡Todas se habían esfumado!

Se helaba una y otra vez
la misma escarcha
que el sol no lograba
calentar durante todo un día.

Los parques inhóspitos
marcaban el fin de la vida.
Una bomba de oscuridad helada
se cernía sobre nosotros
cada vez con más y más fuerza.

Se precipitaba el invierno.
Se derrumbaba a tal velocidad
sobre las personas ausentes
que casi acababa
de golpe con su recuerdo.

La nieve empezó
a cuajar con fuerza.
¡No! ¡Aún no por favor!” Grité yo.
¡Ya es tarde! ¡No puedes evitarme!”
Susurro aquella sombra en mis sueños.
El último día de otoño
acababa de morir antes mis ojos.
Mi llanto no duró mucho:
el aire coagulo hondamente
mis lágrimas contra mi cara.
¡Así acabó mi pena!
Sin sangre corriendo por mis venas,

sin ríos de dolor resbalando por mi penar.

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