domingo, 15 de diciembre de 2013

NOSOTROS A SOLAS (poema)


 
NOSOTROS A SOLAS

 

Tu cama estaba muy

fría cuando llegué yo.

Un anillo dorado

brillaba en tu mano.

¡Eso no importó!

En la mía otro brillaba

por similar razón.

No era tuya.

No eras mío.

No deseábamos nada.

El hambre era toda nuestra.

No era convencional

la forma de verse,

ni la de encontrarse a ciegas,

ni siquiera la forma de rozarnos.

No eran engaño, ni farsa,

era inevitablemente,

hallarse para deleitarse.

El goce era la clave.

La falta de él la excusa.

 

Hubo, hay y habrá.

¡No necesito más!

El momento que elijas,

a la hora que decidas,

cuando tú lo ordenes

sin previo aviso.

Una llamada,

simples palabras,

para llegar a la cima

del placer una y otra vez

juntos, pero nunca solos.

¡Esa era la descarga!

¡Ese era el motivo!

¡Eso era todo!

¡QUE DICHA MAS GRANDE

HABERTE CONOCIDO!

Un regalo saber que existes.

Un placer perderme en tu deseo.

Un deseo irrefrenable de escuchar

una vez más, tu voz muy pronto.

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