Domingo, 10 de noviembre de 2013
Querido amigo,
Tus noticias me han dejado helada. No se como
llega la sangre ahora a mis dedos para escribir pues mi cuerpo está francamente
congelado con la noticia.
Supongo que en los tiempos que corren hasta deberíamos
estar acostumbrados a recibir esta clase de noticias. Pero yo creo que ha sido
una injusticia más que injusta (ya ves, hasta redundo en lo que escribo pues mi
mente se ha quedado bloqueada con tu carta).
¡No es justo! Y no lo digo por decir (ya
sabes que yo no soy de esas que dicen lo que no siente o que te ponen buena
cara por delante y te clavan el puñal por la espalda. Yo lo digo todo de
frente, duela a que duela, y siempre con la verdad por bandera aunque aquellos
que viven en mundos de mentiras no me sepan entender). Eras una pieza clave en
ese trabajo. ¿Se han vuelto locos? ¿De qué van? ¿De reyes de lo absurdo? ¿De
bufones de lo ridículos?
Jamás entendí su manera de escoger a las
personas a dedo, sin importar todo lo que llevaban laboralmente a cuestas de
responsabilidad adquirida o delegada por falta de criterios lógicos a la hora
de determinar quien era el que mandaba. Ahora me ha quedado más que claro, con
tu despido, que no tienen ni puta idea de que hace cada cual y porque. ¡Ya se
lo encontraran! Cuando de aquí unos días se vean desbordados de un trabajo que
desconocía, de una firma, la tuya, que no pueden falsificar aunque les pese y
de una certeza de que metieron la pata hasta al fondo y encima chapotearon
sobre la mierda que tenían debajo llegándoles esta hasta la cintura ya, se
acordarán de ti, de tu nombre y de su mala forma de seleccionar a los mejores
para derivarlos a una cola del paro, que aunque digan lo que digan, es cada vez
más larga y dura de superar.
Se que después de tanto tiempo trabajando se
te hará duro volver a poner todo en orden y empezar de nuevo con la búsqueda de
trabajo. ¡Tranquilo! No está siendo fácil para nadie en este momento encajar en
un sistema laboral que da francamente mucho asco. Sólo te digo que tengas
paciencia, que no te desesperes, que todo llegará tarde o temprano. Nosotros
tenemos tablas ellos sólo viven de sobornos (tanto unos como otros que todos
entran ahora en el mismo saco). Para ellos el futuro es sólo acabar en una
empresa de tercera en comparación a las que hay en el resto del mundo o, si
mucho tocan las narices, acabar prejubilados por ser ex de algo y ganar un
sueldazo sin tener que jugar ni a los ciegos (nace con una estrella en el culo
que le petara no te preocupes).
Ahora lo importante es que no pierdas el
norte, que no te comas mucho la cabeza ni le des demasiadas vueltas a las
cosas. ¡Todo pasa por algún motivo! Quizás ahora no lo entiendas, te frustres,
te sientas atado de pies y manos cuando siempre has ido libre y vital por el
mundo. ¡TÚ vales mucho! Y no porque yo te lo diga o porque te lo diga
cualquiera sino porque,… ¡¡¡ERES ÚNICO!!!
Me gustaría acabar esta carta con una frase
de alguien más inteligente que yo, Honoré de Balzac, que siempre me hace que
pensar:
“No
existe gran talento sin gran voluntad.”
Muchos ánimos y no dejes jamás que cosas así
no te dejen ver que cada día sale el sol.
Tu amiga que te manda un abrazo sincero,
SPICA
No hay comentarios:
Publicar un comentario