sábado, 30 de noviembre de 2013

EXISTIR AL FINAL (poema)


EXISTIR AL FINAL

 

Hubo un día que el tocarte

se convirtió en algo bello,

tremendamente placentero,

parte de un ritual sin

el que no podía vivir.

Cada roce, cada gesto,

cada paso hacia delante

era gratamente correspondido.

¡Me gustaba nuestra vida!

 

Los minutos era pocos,

escasos, compartidos, intensos,

como cuando uno mira a la muerte

a la cara y sabe que pronto

caerá en la oscuridad eterna.

¡Vivíamos al límite!

El precipicio era nuestro

punto de encuentro,

donde los cuerpos chocaban

justo al borde y se

derramaban uno con el otro.

 

El equilibrio era vital

para no caer,

para no perderse en el filo,

la cordura para dejarse

precipitar al insólito vacío.

 

Los días pasaban.

Sentía el mono

apoderarse poco

a poco de mi cuerpo.

No estabas.

No te veía.

No podía meterme

un chute de ti

en mi cuerpo.

¡LO NECESITABA!

 

Encerrada se me escapaba

todo lo que no era sueño,

no para mí.

Aquella mañana,

me levanté curada,

miré por la ventana

y allí estabas tú.

No me tendiste una mano.

No me llamaste a tu lado.

El fulgor de tus ojos

me llevó, de nuevo, al coma.

¡Me enganché de nuevo!

Ya no importaba nada más.

Volvía a haber filo,

precipicio, cuerpo a cuerpo.

Si no existía al final

no me importaba.

¡Era inmenso sentirte

correr dentro de mi!

 

Morir no era nada

y nada más me importaba.

viernes, 29 de noviembre de 2013

ERRORES IMPERDONABLES


 
* La doctrina Parot es el nombre habitual con el que se conoce la jurisprudencia establecida a partir de la sentencia del Tribunal Supremo de España del 28 de febrero de 2006 (resolución a un recurso presentado por Henri Parot, miembro de la organización terrorista ETA) por la cual la reducción de penas por beneficios penitenciarios (trabajo, estudios,...) se aplica respecto de cada una de ellas individualmente y no sobre el máximo legal permitido de permanencia en prisión que, según el ya derogado Código Penal de 1973, es de 30 años. Esta doctrina fue modificada en 2008 solo parcialmente por el Tribunal Constitucional de España en la conocida como doctrina del doble cómputo penal. La Gran Sala del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) resolvió definitivamente en un recurso presentado por una condenada de ETA que la aplicación de la doctrina Parot con carácter retroactivo vulneraba los artículos 7 y 5.1 del Convenio Europeo de Derechos Humanos . (Enlace web: http://es.wikipedia.org/wiki/Doctrina_Parot).
 
España es referencia de turismo, de tierra de grandes manjares, grandes vinos. Pero también de grandes ESTAFADORES, grandes LADRONES, grandes MENTIROSOS, grandes DICTADURAS ENCUBIERTAS CON LO DENOMINADO DEMOCRACIA, entre otros muchos apelativos gracias a los que poseen el “poder”.
 
Últimamente se ha hablado mucho de La doctrina Parot pero nadie, ni los entendidos, ni los eruditos, han dicho la verdad sobre ella. Dicha doctrina fue un GRAN ERROR que cometió el TRIBUNAL SUPREMO por no dictaminar una ley en condiciones. Si en 2006 se hubiera elaborado una legislación conforme que una persona condenada por penas ENORMES por asesinatos varios, por atentados, por violaciones,… pasaría en prisión lo máximo que son 30 años. Al no elaborar una ley ahora, tras la resolución de LA GRAN SALA DEL TRIBUNAL EUROPEO DE DERECHOS HUMANOS ha sido derogada La doctrina Parot, porque doctrina,… no es ley.
 
Han abierto las puertas de monstruos para que estos salgan a la calle y puedan volver a hacer sus atroces crímenes pero en presente, en 2013 o 2014. Hay personas a las que han dejado en la calle si estar rehabilitadas. Nadie, con un mínimo de conocimiento sobre la psicología humana, sabe que alguien que no tiene una discapacidad de aceptación con el entorno, puede vivir en libertad. Sin embargo,… libres, sin conocer sus rostros de algunos y preparados para volver a poner más nombres en esas lista en las que nadie quiere salir: las de fallecidos en horribles circunstancias por seres inhumanos.
 
Los Derechos Humanos son aquellas "condiciones instrumentales que le permiten a la persona su realización" en consecuencia subsume aquellas libertades, facultades, instituciones o reivindicaciones relativas a bienes primarios o básicos que incluyen a toda persona, por el simple hecho de su condición humana, para la garantía de una vida digna, «sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición». Pese a eso, La Gran Sala del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos, vulnerando a los millones de ciudadanos que pidieron en su época, cuando fueran encerrados, que cumplieran todos ellos sus condenas, por no hacer bien las cosas en este país que parece de pandereta, se han dejado libres a seres que no merecen ni ser llamados personas. ¿Dónde están nuestros Derechos Humanos para todos aquellos que queríamos poder vivir en libertad sin miedo? Los nuestros vulnerados y los de violadores, asesinos y demás, aceptados por una mala gestión.
 
¡¡¡UNA DOCTRINA NO ES UN LEY!!! ¿Cuántas personas tienen que morir para que en ESPAÑA se hagan las cosas bien? ¿Qué es más importante? ¿Qué no se insulte a un político? ¿Qué no se insulte a un policía? ¿O que el pueblo pueda vivir en libertad sin miedo? En España, y para muestra un botón, vale más un policía, un político que la PROPIA VIDA HUMANA Y LOS DERECHOS HUMANOS DE TODOS LOS ESPAÑOLES.
 
MORALEJA: Sigmund Freud, Médico austriaco (1856-1939), dijo: “Sería muy simpático que existiera dios, que hubiese creado el mundo y fuese una benevolente providencia; que existieran un orden moral en el universo y una vida futura; pero es un hecho muy sorprendente el que todo esto sea exactamente lo que nosotros nos sentimos obligados a desear que exista”.

jueves, 28 de noviembre de 2013

¿QUÉ SE OCULTA TRAS UNA DIMISIÓN?


 

* Tomás Gómez transmite a la Ejecutiva su intención de dejar su escaño en el Senado por el pacto judicial con el PP (El presidente de los socialistas madrileños justifica su decisión "por coherencia" al incluirse en la renovación al magistrado Francisco Gerardo Martínez Tristán). Enlace web: http://www.lavanguardia.com/local/madrid/20131127/54394917584/tomas-gomez-deja-escano-senado-pacto-cgpj.html

 

* Los recursos contra la privatización de la sanidad madrileña, en manos de un sólo juez (Francisco Gerardo Martínez Tristán será el único juez que tenga en su mano la decisión sobre todos los recursos contra la privatización de la sanidad madrileña. El juez está casado con una consejera de Cospedal, por lo que los sindicatos de médicos temen que no sea imparcial frente a la marea blanca). Enlace web: http://www.lasexta.com/programas/mas-vale-tarde/noticias/recursos-privatizacion-sanidad-madrilena-manos-solo-juez_2013101600402.html

 

* El PP premia con el CGPJ al juez recusado por la privatización sanitaria en Madrid (Martínez Tristán, casado con una consejera de Cospedal, decidió que los 50 jueces de su Sala resuelvan sobre el proceso. Los dos partidos mayoritarios alcanzan un acuerdo también sobre los 12 miembros del Consejo que son jueces). Enlace web: http://www.publico.es/484842/el-pp-premia-con-el-cgpj-al-juez-recusado-por-la-privatizacion-sanitaria-en-madrid

 

* El PP coloca en el Poder Judicial al juez que intervino en el proceso de privatización sanitaria de Madrid (Martínez Tristán es presidente de la sala de lo Contencioso Administrativo del TSJ de Madrid y ha tomado una polémica decisión para desatascar el proceso de privatización de la sanidad. La mujer del ex fiscal general Conde Pumpido también está incluida entre los nuevos vocales del CGPJ). Enlace web: http://www.infolibre.es/noticias/politica/2013/11/25/el_coloca_poder_judicial_juez_que_intervino_proceso_privatizacion_sanitaria_madrid_10210_1012.html

 

* Conde-Pumpido: "No habrá ningún trato diferencial con Urdangarin" (El magistrado ha asegurado que el Ministerio Público actuará con rigor y calidad y que en ningún momento ha recibido presión por parte de la Casa Real. La Fiscalía investiga la documentación de la empresa Nóos, presidida entre noviembre de 2004 y junio de 2006 por Iñaki Urdangarin. El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno ha preguntado a la Fiscalía si este tribunal es competente para investigar este caso). Enlace web: http://www.20minutos.es/minuteca/candido-conde-pumpido-touron/

 

* Conde-Pumpido se abstiene en el 'caso Campeón' por su amistad con el ministro José Blanco. (El fiscal general del Estado es amigo íntimo del socialista José Blanco. La jueza del caso envía al Supremo la parte relativa al ministro de Fomento. 'Caso campeón': un empresario acusa al ministro de recibir comisiones). Enlace web: http://www.20minutos.es/noticia/1213657/0/conde-cumpido/jose-blanco/caso-campeon/

 

* El CGPJ, una jaula de oro para el cargo institucional mejor pagado del país (La profunda crisis que atraviesa el Consejo General del Poder Judicial a cuenta de los viajes privados de su presidente a Marbella ha puesto al descubierto la jaula de oro del órgano de gobierno de los jueces, donde Carlos Dívar es, a excepción del Rey, el cargo público mejor pagado del país con un sueldo que casi duplica al del presidente del Gobierno, que cobra 78.185 euros. Carlos Dívar, al igual que Rajoy, tiene el sueldo congelado por la crisis pero recibe al año un total de 130.152 euros. Una cantidad que se desglosa en un sueldo base de 26.448 euros al que se suman otras remuneraciones en 14 pagas por un valor total de 103.704 euros. El resto de los 20 vocales del CGPJ tampoco andan muy lejos. Reciben cada uno 112.249 euros anules de sueldo, mientras que el secretario general del órgano percibe, por último, 109.662 euros. La retribución de Divar supera por un escaso margen la del siguiente alto cargo de la lista de los mejores pagados de España y que sería el presidente del Tribunal Constitucional, Pascual Sala, con apenas 800 euros menos de sueldo. […]). Enlace web: http://www.elconfidencial.com/espana/2012/05/26/el-cgpj-una-jaula-de-oro-para-el-cargo-institucional-mejor-pagado-del-pais-98721

Entre el cielo y la tierra no ha nada oculto. Mientras unos jueces dicen que no están siendo presionados y cada cual será juzgado por su cargo, por otro lado no son nada imparciales por tener que renunciar a un caso por “amistad” con el imputado en cuestión. ¿Es un juez imparcial? ¿Se les dan grandes cargos a los jueces que han demostrado su gran valor moral destruyendo la sanidad pública? ¿Es el premio a ser un gran cabrón pertenecer a Consejo General del Poder Judicial? ¿Es el CGPJ una jaula de oro que priva a que el país salga adelante? ¿Se merece una ex mujer de un Juez un cargo de vocal del CGPJ pagado con un sueldo alrededor de 109.662 euros anuales sólo por ser su ex mujer? ¿Qué se oculta tras una dimisión?

Cuesta pensar que tras todo no que no nos dicen haya cosas claras. Aún no se ha puesto sobre la mesa todos los casos de corrupción en política que una vez más, algo se cuece podrido en las altas esferas. ¡No puede ser! No se pueden congelar pensiones o reducirlas, no se pueden tener a los funcionarios con esa presión de no poder cobrar ni las pagas extras, no se puede recortar en sanidad, ni en educación, ni en obra social. Se están cargando el país y siguen cimentando sus mentiras sobre más mentiras. ¿Por qué los otro países pertenecientes a la Unión Europea OBLIGAN a recortar sus sueldos, que no dejan de ser ASTRONÓMICOS en referencia al salario mínimo interprofesional en vez de en Erasmus con el curso empezado? Sinceramente, los políticos de España, los senadores, los jueces, los duques de segunda división y demás chusma de las altas esferas, se esta cachondeando literalmente de Europa y ellos, encima, le ríen las arrogancias. ¿Cuántos más niños tiene que pasar hambre? ¿Cuántas familias más se quedarán sin casa para que ellos sigan manteniendo su estatus social muy por encima del que permiten tener a los ciudadanos de su propio país?

Lo único bueno en claro que he sacado al leer estas noticias es que hay gente, mejores o peores, que eligen un bando por principios y no otro. Mi bando está claro: con el pueblo, con los necesitados, con los que están pasando tantas desgracias que ya ni se tiene en pie. El pueblo es grande, somos muchos. Los del otro bando, los “adinerados”, los ladrones no sólo de sueños, son POCOS Y COBARDES.

El poder lo tiene la mayoría y la mayoría no son ellos sino,… ¡¡¡NOSOTROS!!! Empecemos a luchar juntos y no quedarán vividores en este nuevo país que crearemos con leyes que ni ellos podrán ni mover.

MORALEJA: Entre tanto ladrón, doble moral, doble rasero, doble injusticia,… yo hoy deseo acabar con una gran frase esperanzadora, al menos para mí, de Abraham Lincoln: “¿Por qué no tener confianza en la justicia del pueblo? ¿Hay en el mundo esperanza mejor o que pueda igualarla?”

miércoles, 27 de noviembre de 2013

LA NUEVA COCINERA (relato)

 

En la empresa éramos unos quinientos empleados y como estábamos en un polígono apartado, se instaló un comedor para todos con un precio simbólico por menú, para que no tuviéramos que desplazarnos sobretodo los que trabajábamos en la oficina y teníamos turno partido.

 

La cocinera de siempre, Cristina, había sido mama y durante esos cuatro meses de baja maternal, sería reemplazada por otra chica. Decían que era encantadora pero yo no la había visto aún.

 

Habían pasado dos meses de su incorporación y aún no la había visto una vez. No es que me quitara el sueño pero siempre que entra alguien nuevo, además si es mujer, los hombres tenemos que hacer nuestra inspección previa sólo por mera curiosidad (no es una norma establecida pero algo bonito merece ser admirado y nada más bello que una mujer).

 

Cuando la vi la primera vez, tenía el pelo recogido, con ese gorro típico de cocina que no favorece nada. Iba toda vestida de blanco, el típico uniforme de cocinera.

 

Antes de irnos de vacaciones de Navidad, hicimos una fiesta unos cuantos compañeros y compañeras de trabajo. Se apuntó mucha gente y fue agradable porque no era la típica cena de empresa que te ves obligado a ir por compromiso sino una cena de compañeros que cada cual se pagaba lo suyo. Nos sentamos en una mesa grande que prepararon para nosotros en un restaurante y, al ser tantos, como unas cien personas, nos dejaron el comedor todo para nosotros. No había menú. Podíamos elegir lo que nos diera la gana de la carta. Además, tenían un DJ que pondrían para nosotros primero de fondo para comer tranquilos y luego, con el café, como si fuera una mini discoteca sólo para nosotros.

 

Llegó la hora de los postres y el café. La música empezó a volar por el ambiente con ritmo. Algunas mujeres salieron a la pista cuando empezó a sonar La bomba de Ricky Martín (es bueno observar desde lejos como bailan la chicas). Había una de ellas que no me sonaba de nada. Morena, pelo suelto recogido en un moño (parecía tenerlo largo y rizado), vestido negro con bolero, zapatos de tacón alto negros y una silueta no muy delgada pero con curvas de escándalo. Pregunté a un compañero que quien era ella y me dijo: “Es Francesca Fourside, trabaja en la cocina temporalmente”. ¡¡¡Madre mía!!! ¿Ella era aquella mujer vestida de blanco con gorro? Me dije a mi mismo que hay ropas que no favorecen nada. Pablo, mi compañero, me dijo que era italiana, que sus padres eran de Texas y Roma. Que había trabajado en grandes centros culinarios de toda Europa y que ahora había decidido tomarse un año sabático, viniendo a suplir Cristina.

 

Empezó a sonar otra canción Torero de Chayanne y todas en la pista saltaban de alegría cuando uno de nuestros compañeros empezó a bailar junto a ellas. Francesca se alejó hasta la mesa y se quitó el pasador del pelo dejando este suelto al aire (fue una visión excitante verla sacudirse el pelo y tocárselo con la mano para dejarlo todo salvaje). Luego se quitó el bolero que le cubría los hombros dejando ver la parte de arriba del vestido que sólo tenía una manga. ¡Que sensual! Pensé mientras me mordía inconscientemente el labio inferior. Justo en ese momento, ella se giró como si pudiera leer mis pensamientos y me miró fijamente. Yo me quedé como cortado pero al verla sonreír, se me pasó todo. Salió a la pista de nuevo sin dejar de mirarme. En aquel momento empezó a sonar Genie in a bottle de Cristina Aguilera. Era una canción muy sensual. Bailó entre todas las chicas que de nuevo se habían quedado en la pista y con movimientos morbosamente interesantes. De vez en cuando, cuando su cuerpo imitaba una corriente que traspasaba en forma de onda todo su cuerpo, me miraba y yo creía arder por dentro. Me la imaginaba encima mío, escarrancha entre mis piernas y haciendo aquellas inclinaciones pélvicas tan cerca de mí que podía sentir hasta cuando le faltaba el aire. Tuve una erección con esos pensamientos.

 

Cambió la música y empezó a sonar La Tortura de Alejandro Sanz y Shakira. Entonces lo vi claro,… jamás podría acercarme a ella si no salía a la pista de baile. No pude hacerlo. La miré y pensé: La tortura para mi es no poder estar con ella y hacer mis pensamientos realidad. En ese momento ella pareció que me escuchara. Paró de bailar. Yo me fui al baño a serenar mis pensamientos. Cuando iba a salir del baño ella estaba en la puerta y me dijo: “Salgamos de aquí”. No me lo pensé dos veces. Nos fuimos a mi coche y ella me indicó una dirección. Creía que era la dirección de su casa. Me equivoqué. Era un club liberal. Entramos, pedimos una copa. Adentramos y teníamos que desnudarnos antes. En la entrada había un sillón esquinero para sentarse y ella me hizo que me sentara. Me dijo: “No dejes de mirarme” No me había dado cuenta pero por los altavoces del local, sonaba Genie in a bottle. Desabrochó su vestido que estaba bajo una axila y dejó caer su vestido al suelo. No llevaba sujetador. Me excité a contemplar sus pechos por primera vez. Se acerco a mí, aún con el culotte puesto y con los tacones y empezó a desnudarme. Estaba tremendamente empalmado. Me dejaba llevar y me encantaba. Cuando sólo me quedaba el boxer, empezó a menear su culo bajando suavemente sin llegar a sentarse en mí y subiendo rozando con su trasero mi sexo custodiado aún por mi ropa interior. ¡Eso me puso aún más caliente! Se acabó de desnudar dejándose los tacones. Nos fuimos adentro y entre una luz muy tenue, apagada, había parejas aquí, parejas allá, dándose placer. A mí me guiaba su cuerpo y fuimos a parar a un cuarto oscuro. Estaba abierto a todos los que quisieran. Allí ella empezó a rozarse contra mi cuerpo primero de espaldas, para que pudiera sentir su culo apretando contra mi pene. Empecé a besarle el cuello mientras acariciaba sus caderas y las apretaba más contra mi cuerpo. Ella alargó una mano hasta mi sexo y empezó a pajearme. En ese mismo momento, un hombre entre las sombras y una mujer se le acercaron. Ambos empezaron a morderle los pezones. Esa visión me puso más duro y su mano, me recompensó con caricias cada vez más lentas. Su otra mano fue al sexo de la chica acariciando su sexo y poniéndonos al otro hombre y a mi cardíacos con aquella visión lesbicamente morbosa. Luego soltó mi verga y me pidió entre gemidos que avanzara. Metí mi sexo en su trasero. Ella aprovechó su mano suelta para alcanzar el pene del otro hombre. Aquella mujer, aquella diosa, estaba dando placer a tres personas a la vez. La mujer disfrutaba con aquellos dedos paseándose por sus adentros. El otro señor disfrutaba a placer con aquella paja tremendamente lenta y pausada que ponía todo el bello erecto. Y yo, estaba disfrutando con su tremendo trasero, agradecido, respingón, tremendamente travieso. Otra pareja se acercó a nosotros cuatro. Quería probar el elixir de deseo que emanaba de aquella hembra. En aquel momento, el tercer hombre, se puso frente a ella y se la metió en su húmedo sexo. Yo no dije nada. Nadie dijo nada. Todos deseaban probarla. El hombre que estaba antes que había sido apartado por el tercero, empezó a tocarse esperando su turno (valía la pena esperarla). Las otras dos mujeres se pusieron una a cada lado y ella, teniendo a dos hombres follándola, haciéndola gemir de deseo, había deslizado sus dedos dentro de sus sexos haciendo que gimieran como locas. Tanto el tercer hombre como yo, empezamos a envestirla primero poco a poco y luego cada vez mas fuerte. Nos gustaba ver como gemían las tres de placer y ella,… aún más. El tercer hombre se derramó y se apartó. Yo decidí ponerme delante y el otro hombre que se estaba masturbando a la espera de su turno, se la metió por detrás sin que ella, en ningún momento, dejara de masturbar a las dos mujeres que se corrían una y otra y otra y otra vez sintiendo sus dedos bien adentro de ellas. Sentir su sexo tremendamente húmedo me puso al borde del derrame. Tuve que contenerme varias veces pues no quería ceder mi sitio a nadie. La tenía frente a mí, con sus piernas bien abiertas, sintiendo una doble penetración y… dejando llevarse hasta la extenuación por caricias entre gemidos de mujeres a las que estaba proporcionando la mejor sesión de sexo de  su vida. Me derramé dentro de ella y el hombre de su trasero casi a la vez conmigo.

 

Estábamos los tres hombres extenuados pero ellas, seguían y seguían. En un momento, la cogieron de la mano, la sacaron fuera del cuerpo oscuro y la llevaron de la mano, a una zona de colchones en forma redonda. La pusieron en medio y mientras ellas se masturbaban para ella, nos invitaron a estar a los tres con ella. Ella se puso a cuatro patas. El tercer hombre la penetró analmente. Con sus manos, empezó a menearnos el sexo al otro hombre y a mí, mientras ellas, se masturbaban entre medio de ambos para ella. Las otras parejas se reunieron alrededor de aquella zona redonda. Sus parejas empezaron a pajearles como ella hacía con nosotros y en poco tiempo, vimos como se fueron corriendo encima de su cuerpo agradecidos del espectáculo que les había proporcionado. No sé cuanto tiempo estuvimos alternándonos a aquella mujer insaciable sólo se, que cuando salimos, tomamos una coca cola en la barra y dándome dos besos en las mejillas me dijo: “Hola, yo me llamo Francesca”. Sonreí. La besé en la boca. Acabábamos de conocernos.

lunes, 25 de noviembre de 2013

CONFLICTOS EN EL PATIO DEL COLEGIO


 

* La multa por insultar a un policía se elevará hasta 30.000 euros. (Vejar o amenazar a miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado será una infracción administrativa "grave") Enlace web: http://www.lavanguardia.com/politica/20131119/54393607198/multa-insultar-policia-30-000-euros.html.

 

* Multas de 60 y 90 euros para cinco acusados de insultar a Wert en Santander (Enlace web: http://www.elmundo.es/elmundo/2012/12/15/espana/1355577954.html).

 

* Multas de 600.000 euros por convocar una protesta en Twitter ante el Congreso (Enlace web: http://www.eldiario.es/politica/multa-convocar-protesta-Twitter-Congreso_0_198430170.html).

 

A veces hay que recordarles a los políticos donde estamos: España, vive una democracia. ¿Qué es la democracia? Democracia es una forma de organización social que atribuye la titularidad del poder al conjunto de la sociedad. En sentido estricto, la democracia es una forma de organización del Estado en la cual las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo mediante mecanismos de participación directa o indirecta que confieren legitimidad a sus representantes. En sentido amplio, democracia es una forma de convivencia social en la que los miembros son libres e iguales y las relaciones sociales se establecen de acuerdo a mecanismos contractuales (Enlace web: http://es.wikipedia.org/wiki/Democracia).

 

España dejó de vivir en una dictadura en 1975 con la muerte de Francisco Franco. ¿A qué parece fácil de entender? Pues nada, ellos que parecen haber sido los más eruditos de la clase por la cuestión del estatus que ocupan ahora,… pues nada, que no lo entienden.

 

Y ahora viene el gran problemón: ¿Qué pasa cuando los niños (que todos lo hemos hecho cuando pequeños) insulten al papa de un policía en un patio? Se va ha armar al de Dios si la madre por cada insulto que diga el peque tenga que soltar 30.000 euros.

 

Quien no recuerda haber dicho: “¡Me cago en tu padre!”. Y al otro responder aún con mas irá: “¡Y yo en el tuyo que es más capullo!”. Es más, los niños que los dos padres sean policías se convalidaran los insultos a final de mes. Ya me imagino:

 

“Juanito, tu le has dicho a Pablito tres insultos de su papa por uno que ha dicho mi hijo, llámale a este señor cabrón un par de veces y así quedamos empate a insultos”. Imagínate que ese niño no quiere insultar ese día,… pues le toca castigo doble y es que los niños,… no les gusta que los presionen y le digan lo que tienen que hacer. Tampoco les gusta el insulto gratuito y en eso si son pequeños pero no tontos.

 

Lo peor será cuando un hijo de policía insulte a un hijo de político. ¡Madre mía! ¡Que follón! Por cada insulto del niños del político el pobre niños de policía podrá insultar al papa del otro 333,33 insultos que si ya es un problema decir un insulto entero imagínate si tienes que hacer unas treinta y tres décimas de insulto a un político. ¿Cómo se hace eso? A ver, voy a probar. Si yo le digo:

 

“Dile a tu padre que deje de violar a mi perro, que ya tiene a la perra de su mujer y a su hijo animal”.

Si sumamos las letras: 77 y hacemos un calculo tocan 51,56 (redondeamos a cincuenta y dos para no liarla más) letras para insultar. Así el insulto anterior quedaría:

 

“Dile a tu padre que deje de violar a mi perro, que ya tiene a la perr…” ¿Puede considerarse esto un insulto? Yo digo que no y entonces venga a acumular décimas hasta completar el insulto entero pues sino,… siempre salen decimales (es que los políticos, cuando piensa en reprimir al pueblo, siempre se olvidan de los más pequeños y sus trifulcas de colegio).

 

En fin, recordar lo siguiente: Insultar a un político: 90 euros. Insultar a un policía: 30.000 euros. Convocar una protesta en Twitter ante el congreso: 600.000 euros. Ver la cara de gilipollas (aún más) que se les queda a todos por pasarnos por el forro su LEYES DICTATORIALES,… ¡¡¡NO TIENE PRECIO!!!

 

MORALEJA: Anacarsis, (s. VII AC-s. VII AC) Filósofo escita, dijo: “Muchas veces las leyes son como las telarañas: los insectos pequeños quedan prendidos en ellas; los grandes la rompen”.

 

LA LUZ GUÍA (escrito)


 
Hay sombras, cada vez más, a mí alrededor. Por la ventana no entra la luz. Esta todo negro, fundido entre tinieblas. Son las siete y no clarea. ¡Hasta el sol se ha tomado el día libre!
 
Ayer, cuando aún quedaba un poco de luz, tuve una esperanza renovada. Encontraba mi sendero, una estrella, una brizna que salía de alguna candela prendida muy lejos, que con su poca luz, daba un poco de sentido a mi camino. Respiré hondo. ¡Me sentía feliz! Por fin una ilusión tras mucho tiempo y llegó así, como si nada, con los últimos rayos del crepúsculo. Pero el manto llegó demasiado rápido, sin apenas poder saborear la poca alegría que se contuvo en aquel momento.
 
Primero sentí frío. Me arropé con una manta. Segundo me sentí vacía. Un vaso que no estaba lleno de nada. Eso me incomodó. El paso amargo entre la desesperación y el caer a un lugar completamente inhóspito en medio de un bosque sombrío. Tercero fue la caída larga, profunda, dolorosa. Sentí un dolor recorrerme por todo el cuerpo hasta apoderarse de cada molécula de mi ser. No podía moverme.
 
Tumbada en el suelo vi pasar mi vida. ¡Aquello fue lo peor! No haber vivido había sido algo completamente llevado por todo lo que me rodeaba. El trabajo no me permitía grandes cosas. Ese trabajo, mal pagado, mal ambientando, mal acondicionado pero vital para poder sobrevivir. Sin pareja, sin amigos, sin nada. ¿Compensa algo el haber vivido a medias? En aquel momento el dolor me corrompió por entero. No podía oír nada. Quería gritar y la voz no me salía. Sola, tumbada viendo escaparse mi vida, mi escasa vida, sin poder hacer nada.
 
Me empezaba a faltar el aire. El fin estaba próximo. Podía oler a la muerte en mi espalda.
 
Abrí los ojos. ¡Todavía era de noche! Esperé sentada al lado de la ventana, un albor, un rayo pequeño que me volviera dar la esperanza de la noche anterior. ¡No había nada! ¡El sol estaba de huelga!
 
No podía marcharme sin ver algo de luz. ¡Lo necesitaba! En mi trabajo no había ventanas. En mi trabajo no había sueños. En mi trabajo no había nada. Sólo horas marchitas, gente que pasa y ni sabe mi nombre, llamadas de teléfono vanas, gritos y más gritos de personas con una vida supeditada a la mía.
 
¡Dame una luz cielo! Necesito ver algo de calor, de fuego, de llama arder antes de irme de aquí. Hoy ni el cielo escucha mi suplica.
 
Cojo las llaves, salgo de casa. Fuera hace frío, mucho frío. El sol no ha salido. No saldrá. Hoy lo negro lo impregna todo por entero y la única guía es la de teléfonos.
 
¡El sol se tomo vacaciones! La incertidumbre negra reina sobre mi cabeza. El fin llegó ante mis ojos. No veo nada, está muy oscuro, pero lo siento. ¡ES EL FIN!

sábado, 23 de noviembre de 2013

GUERRA DE PALABRAS AFILADAS

 

La mentira es muy dura de llevar. La mentira corroe. La mentira corrompe. La mentira pudre. La mentira asfixia. La mentira se nota hasta en la mirada. La mentira de persigue. ¡No puedes contar siempre la misma versión! La falsedad lo impregna todo. Lo que ayer era por la mañana, ahora lo relatas por la tarde y, sin querer, dices que fue una noche cuando todos dormían. ‘¿Es posible?’  Pregunta uno que no se lo cree incrédulo de lo que escucha por tercera vez y sin una transcripción coherente de lo que pasó (además es alguien muy cercano, alguien que ha estado ahí siempre, alguien que conoce a las dos partes). La pregunta te acorrala. No tienes salida. La espalda contra la pared. Delante de todos aquellos a los que engañaste y entre tu y ellos,… una mentira siempre mal elaborada.

 

Consigues, sin saber como, un momento de despiste con un escudo de palabras mal enfiladas. ¿Seguro que estás preparada para una guerra dialéctica? Para eso hace falta coraje, fuerza, honor, verdad y por desgracia no conoces ninguno de esos vocablos que para empuñar una “espada”, aunque sólo sea en sentido figurado, contra una contrincante que ni quiere luchar y no va a perder pues lleva engarzada en cada poro de su piel, el honor, el coraje, la fuerza y, lo más importante, la verdad.

 

Sabedora como eres de tu mentira, sales a la arena del circo romano. ¡Mal asunto! Gritas improperios directos contra mi persona (pobre de espíritu es aquel que utiliza los malos vocablos para diezmar las fuerzas del otro). Yo lanzo el escudo al suelo, tiro la espada, me quito la coraza. ¡No me asustas! ¡No quiero herirte! ¡No quiero ni verte!

 

Me acerco a ti lentamente y te digo simplemente: ‘¡Di la verdad!’ Eso te confunde. No estabas preparada para que yo no quisiera luchar, para que vaya desarmada. Estabas preparada para que te insultara como tú lo has hecho conmigo. Estas preparada para soportar gritos de mi boca. No sale nada de eso. Sólo tres palabras en medio susurro: ‘¡Di la verdad!’ Quisieras asestarme una puñalada con tu espada pero todos miran y no puedes herir a alguien desarmado, no porque sientas que es algo malo sino porque ellos te juzgaran. El cuerpo a cuerpo es lo más adecuado. Pero no tienes fuerza, no tienes valor, no tienes nada a parte de una triste y mugrienta espada que se ríe de ti, un sórdido escudo de papel maché que no te protegerá para siempre. Mis palabras son sencillas y el viento las conduce para que lleguen claras a tus oídos: ‘¡Di la verdad!’

 

Te desmoronas. Caes de rodillas sobre la arena. Confiesas a voz en grito todo lo malo que has dicho sobre mí. El público enmudece. ¡No puede creerlo! Todos aquellos a los que no debía yo ninguna explicación porque no conozco, me miran con ganas de conocerme. Luego te miran con miradas reprobadoras. ‘¿Cómo pudiste hacerlo?’  Te dice alguien que creía en ti. Yo me doy media vuelta y me alejo. Una victoria así no merece la pena. Luchaba con ventaja porque no tenía nada que ocultar. ¡No había hecho nada malo! Eso estaba más que claro. Siento abucheos a lo lejos. Intento alejarme rápido pese a que se que no son contra mi sino contra ti y tus mentiras.

 

La guerra acabó con una única batalla, con una victoria amarga pero esclarecedora. No ha habido víctimas por suerte. Una vez más los únicos muertos son los valores humanos. ¡Lástima de convivir con personas no evolucionadas!

 

MORALEJA: Friedrich Nietzsche, filosofo alemán (1844-1900), dijo: “Lo que me preocupa no es que me hayas mentido, sino que, de ahora en adelante, ya no podré creer en ti.”

 

viernes, 22 de noviembre de 2013

“ENTRE TODOS”,… METEMOS LA PATA


 
Errar es innato en el ser humano. Estamos a veces tan convencidos de lo que alguien nos contó, o escuchamos de rebote, que no nos paramos a veces ni un segundo a comprobar que es cierto y que es no.
 
Vaya por delante que yo soy la primera que odia que la televisión utilice a personas para subir en audiencia con su pena, con su dolor o con su necesidad. Ahora bien, el hecho es bien cierto de que LOS ASISTENTES SOCIALES no ayudan al que más lo necesita sino al que ellos creen que es el que más lo necesita. Yo si me he parado a comprobarlo, yo si me he tomado el tiempo de ir con personas a estos centros y ver lo que les dicen a la propia cara como si PEDIR PORQUE NO TIENES Y PASAS NECESIDAD no fuera suficiente.
 
Desde si tiene familia pídaselo a ellos, a si su pareja trabaja, aunque cobre seiscientos euros, ya tiene ingresos para poder vivir y la que MENOS me ha gustado de todas las que he oído: compréndalo pero otros están peor que tú (porque no tratan a nadie ni de usted aunque pinte canas y se lo haya ganado por antigüedad).
 
Es cierto que la penuria que están pasando muchas familias es una plaga que el gobierno actual en vez de solventar empeora. Pero también es cierto que ya es suficientemente humillante para salir ante todo un país y parte de Latinoamérica para que un niñato o una niñata venga a dar ahora lecciones de grandeza por ser simplemente, uno más que ni siquiera puede ayudar sin pedir antes más datos para hacer la declaración de la renta.
 
Quien quiere ayudar, ayuda. Quien quiere fastidiar, fastidia. Quien quiere llamar la atención en la tele, llama para decir que va ayudar a esa persona y lo único que le da son lecciones de moralina barata que ni sirven para calentar un hogar, ni para dar de comer a los tuyos, ni financiar un proyecto para poder ayudar a un hijo enfermo.
 
Me gusta las personas que dan sin pedir nada a cambio pero los que sólo dan enseñanzas de tercera,… para mí pueden guardarse sus palabras en lo más profundo del orgullo y callarse para siempre.
 
El trabajo social se define según la Federación Internacional de Trabajadores Sociales y la Asociación Internacional de Escuelas de Trabajo Social (IASSW) como la profesión "que promueve el cambio social, la resolución de problemas en las relaciones humanas, y el fortalecimiento y la liberación del pueblo, para incrementar el bienestar. Mediante la utilización de teorías sobre comportamiento humano y los sistemas sociales, el trabajo social interviene en los puntos en los que las personas interactúan con su entorno. Los principios de los Derechos Humanos y la Justicia Social son fundamentales para el Trabajo Social" (enlace web: http://es.wikipedia.org/wiki/Trabajo_social). Si las personas que acuden a un programa de televisión resuelven sus problemas de esa manera NINGÚN TRABAJADOR SOCIAL es nadie para, encima, humillarles más ante las cámaras y en directo.
 
 
MORALEJA: Paulo Coelho dijo “Un niño puede enseñar tres cosas a un adulto: a ponerse contento sin motivo, a estar siempre ocupado con algo y a saber exigir con todas sus fuerzas aquello que desea”. Dejar de actuar como niños aquellos que dais palabras muertas, consejos vacíos y lecciones sin moraleja. Empezar a ser adultos y respetar al SER HUMANO por encima de todo. (¡Habéis estudiado! Así que ya sabéis de que hablo).

LA ORDEN DE LAS TIJERAS OXIDADAS (escrito)



No puedo decir que fue fácil constituirnos. Todas habíamos sido vejadas por el mismo hombre que otra vez se encontraba en libertad gracias a este pésimo sistema judicial que tenemos en nuestro país.

 

Aún recuerdo cuando el juez nos llamó para informarnos de que al día siguiente sería liberado. Nada de arrepentimiento por su parte, nada de mejora del comportamiento, nada de interacción con los programas internos de prisión. Pese a todo eso, liberado, como si fuera una bomba de relojería, un animal cautivo liberado con más ansias de seguir haciendo más y más daño a las mujeres.

 

El juez nos dijo, sin mucha sensibilidad, que nuestro agresor sería puesto en libertad al día siguiente y,… ¿Sabéis que protección nos facilitaba? Tratamiento psicológico (si, un tanto irrisorio pero sin pizca de gracia para nosotras, las violadas, las victimas, la mujeres marcadas por el abuso).

 

Salimos de allí de nuevo sintiendo en nuestras propias carnes, lo que había sucedido. Desamparadas, asustadas, ultrajadas por la justicia.

 

Volvimos a casa y permanecimos un mes encerradas. Alguien se puso en contacto conmigo. Sólo una promesa tras la línea telefónica: nunca más volverás a sentirte estremecida. Esa promesa me hizo alzarme de la cama e ir al lugar que me habían citado.

 

Allí estábamos todas, todas las marcadas por aquel violador. Sólo una mujer diferente que nos alentaba a combatir el fuego con fuego. Nada grave pero si ilegal: llevar unas tijeras oxidadas en el bolso. Nos enseñó como usarlas en caso de ataque tanto frontal como posterior. No enseñó a dar media vuelta a las tijeras una vez clavadas para que la herida infligida no se cerrara. Los justicieros, los que imparten justicia, nos daban ayuda psicológica como solución a soltar a un monstruo capaz de volver a hacer todo lo que nos había hecho a nosotras. Y ella, una mujer que también había pasado mucho miedo en el pasado también por culpa de un violador, nos daba un arma, un arma blanca, que cualquiera podría llevar en el bolso sin ser acusada, a simple vista, de que fuera un objeto que se utilizara para defenderse.

 

La orden estaba creada. No éramos putas. No éramos vírgenes ni monjas. Éramos mujeres, mujeres estigmatizadas por el mismo individuo al que otra vez de le daba rienda suelta para poder campar a sus anchas por donde él quisiera y volver a atormentar mujeres.

 

Habían pasado sólo dos meses que le habían puesto en libertad. Yo volvía a casa del trabajo. Era la primera vez en sesenta días que iba sola por la calle. De golpe un olor familiar. El cuchillo en el cuello por segunda vez. ¡No! ¡No puede ser! ¡Otra vez no! Llevaba las tijeras en la manga de la chaqueta (siempre las llevaba allí por precaución desde la reunión). Grité NO, un no fuerte y ensordecedor. Al mismo tiempo saqué las tijeras, las hinqué fuerte bajo su cintura y dí media vuelta. Mi grito alertó a los vecinos. Ellos avisaron a la policía. Yo seguí allí, frente aquel hombre que se retorcía de dolor en el suelo entre un charco de sangre. Cuando llegaron estaba en estado de shock aún. Sólo podía alcanzar a decir: ‘¡Identifíquenle! ¡Identifíquenle! ¡Identifíquenle!’ Cogieron su cartera y metieron su nombre en un pequeño ordenador que llevaban a bordo. Al introducir el nombre salió sus antecedentes. Vieron el cuchillo que había caído a un metro escaso de distancia. Me preguntaron: ‘¿Necesita algo? ¿Podemos hacer algo por ti?’  Sólo alcancé a decir. ‘¡No llamen a una ambulancia!’

 

Ellos habían querido que me tomara la justicia por mi mano. Lo había hecho. El final había llegado por fin.

jueves, 21 de noviembre de 2013

ERRORES GRAMATICALES GRAVES



* Gamberrada: Acción dañina, molesta o escandalosa para otras personas (Enlace web: http://www.wordreference.com/definicion/gamberrada).

 

* Primer delito: Por el primer delito cometido, si la pena de cárcel es inferior a dos años, no vas a prisión.

 

* Muerte: La muerte es un proceso terminal que consiste en la extinción del proceso homeostático de un ser vivo y, por ende, concluye con el fin de la vida. El proceso de fallecimiento -aunque está totalmente definido en algunas de sus fases desde un punto de vista neurofisiológico, bioquímico y médico-, aún no es del todo comprendido en su conjunto desde el punto de vista termodinámico y neurológico y existen discrepancias científicas al respecto. Adicionalmente no se ha definido científicamente en qué parte del proceso está el umbral en que se pasa de la vida a la muerte. (Enlace web: http://es.wikipedia.org/wiki/Muerte).

 

Cuesta pensar que una muerte en España se paga muy barato. Cuando aún estamos consternados con la liberación del violador del ascensor por la derogada Doctrina Parot sin cumplir su pena que ascendía a mucho mas de los 21 años escaso que ha cumplido en la cárcel sin mostrar en ningún momento arrepentimiento, nuevas resoluciones judiciales ponen en entredicho la justicia en nuestro país. Cuando unos padres matan a su hijo y se van a casa como si no hubiera pasado nada eso no es justicia. Cuando un abogado para defender a su cliente alega que fue una gamberrada cuando la persona que incluye a los seis delitos ya es mayor de edad es que hemos perdido el norte. Cuando un primer delito, si la pena de cárcel es inferior a dos años no vas a prisión estamos hablando de que puedes hacer cosas muy serias e irte a tu casa tan campante.

 

En un país donde los ricos ROBAN por robar pues no se entiende que un duque, o una princesa, o el hijo de una infanta necesiten ese exceso de capital como si no tuvieran suficiente con lo que ya obtienen sólo por ser quienes son, las vida, la humildad y la franqueza dejan de tener valor y peor aún, sentido humano compresible para los que tenemos corazón.

 

Caso abiertos que no se cierra, juicio que llegan diez, once o doce años tarde sin que la pena sea justa, es que hay que hondar en el problema y arrancar la parte enquistada del sistema para poder renacer de la tierra con las lecciones aprendidas.

 

¡Se acabó los errores! Si no son gramaticales y graves, el resto no tiene cabida para una sociedad cansada de ver que no se hace nada por solventar a un problema que está afectando no sólo a hombres y mujeres sino a niños.

 
MORALEJA: Menandro de Atenas dijo: “El hombre justo no es aquel que no comete ninguna injusticia, si no el que pudiendo ser injusto no quiere serlo.”

martes, 19 de noviembre de 2013

EL PROFESOR DE MATEMÁTICAS (relato)


 

Cuando conocí a Marc tengo que reconocer que lo consideré un maestro un tanto pardillo, demasiado prepotente y sin sabiduría, que se gana con los años de trabajo, en la enseñanza.

 

El primer año que entró en nuestro instituto, para mas INRI, nos tocó como profesor de matemáticas y verdaderamente parecía un pardillo de primera. Intentaba marcar su territorio y siempre contestaba bordemente, de forma incorrecta, como dejando a entender que no se dejaba amilanar por ningún alumno fuera menor o mayor su conocimiento en la materia.

 

Recuerdo una vez que en un problema de matemáticas a mí me daba diferente que el libro. El me dijo que si era tan lista que saliera a la pizarra. Yo le dije que no me hacía falta salir a la pizarra para demostrar que el libro erraba en el cálculo. Era más un problema de lógica le respondí. Me dijo que si iba a saber yo más que el libro o que un maestro. Eso me molesto mucho. El problema era algo así:

 

Si Pedro con cinco colillas de cigarro hace un cigarro nuevo. ¿Cuántos cigarros podrá fumar con 25 colillas? Supongo que todos estáis pensando que cinco pero yo dije seis. Si Pedro hace con cada cinco colillas un cigarro y se fuma cinco cigarros, tendrá cinco colillas más y podrá hacer otro cigarro más que hará un total de seis cigarros para fumar. ¿Si o no? Era algo así, parecido, pero con otros datos más académicos.

 

Cuando le dí me respuesta se quedó un rato pensando y luego no dijo nada. Al acabar la clase me llamó a su mesa y fui. Me dijo que no podía ir de lista en su clase. ¿Lista? ¿No se trata de cultivar la mente e ir más allá? Le dije que yo lo comentaría con otro profe de mates porque estaba claro que a él,… le faltaban tablas (tengo que reconocer que yo también era un poco borde pero era joven y él no. ¡Yo si que podía ir de prepotente! Tenía 16 años. Él no, tenía una carrera y diez años más que yo).

 

Pasó su periodo con nosotros (seis meses pues íbamos por créditos) sin pena ni gloria. Ya no lo tuve más de maestro pero seguía dando clases en el centro y a las fiestas que los alumnos montábamos en plan recogida de dinero para fin de curso, venía y lo veíamos.

 

Recuerdo que en una de esas fiestas él, Marc, me hizo sentir muy incómoda. Yo ya había cumplido los 18, había acabado la selectividad y estaba celebrando con mis compañeras de clase, el fin de una época muy dura de concentración. Él era uno de los docentes que había asistido a la fiesta. Aquella noche yo estaba que partía con la pana, con un mono ajustado negro con cremallera en el escote en plan BUSCO A JACKS pero con una delantera de una cien. Lo pillé varias veces mirándome fijo, con su copa en la mano, sólo, recostado en una de las mesas de la discoteca. ¡Me estaba poniendo nerviosa! Intenté no hacerle caso. Me dí la vuelta y seguí bailando con él a mis espaldas. No sé como, se movió para ponerse otra vez frente a mi, mirándome más fijamente que antes. ¡No me lo podía creer! ¿Qué quería? Volví a darme la vuelta para tenerlo a mis espaldas por segunda vez. Cuando yo creía que se había rendido apareció, como una visión, frente a mí, con su copa, mirando y mordiéndose el labio. Le dije a las chicas que me iba, que cogía el próximo bus para volver al pueblo y así lo hice. Ya eran las diez y pico de la noche así que,… me fue bien irme y llegar bien a casa.

 

Un año después me lo encontré en un concierto en su pueblo. No recuerdo si era M Clan o OBK los que tocaban pero el tío estaba súper animado. Había conseguido un autógrafo de los del grupo y vino animado primero a saludarnos a mi amiga y a mi con dos besos y luego, a enseñarnos el autógrafo. Se quedó cerca de nosotras y me hablaba como si hubiéramos estudiado juntos en vez de ser maestro y alumna hacía ya tres años atrás. Mi amiga se puso mala, como si le hubiera sentado mal la cena y él se ofreció a llevarnos a casa. ¡Fue muy amable! La dejamos a ella en su casa y luego me llevó a la mía. Me pidió que volviera al concierto con él y le dije que mejor no. Le dí dos besos en las mejillas de despedida y me bajé de su Renault blanco. Tengo que reconocer que subí a mi casa corriendo y me asomé por mi ventana para ve que hacía. No se fue. Se bajó del coche y estuvo pensando un par de veces si llamar o no llamar a la puerta. Se decía a si mismo: ‘¡Joer! No seas tonto. ¡Échale huevos!’ Eso me gustó, me hizo sentirme bella pero… no bajé. ¡Fui tonta! Lo sé. Pero,… a veces los miedos nos retienen en vez de dejarnos disfrutar del momento.

 

Pasaron diecisiete años más cuando lo volví a ver. Era la fiesta del veinticinco  aniversario del Instituto. Allí asistimos varios alumnos de varias promociones. Esta vez yo fui la primera que lo vio él. Iba con un pantalón tejano de color negro y un jersey de color verde oliva. Encima una chaqueta tres cuartos que le quedaba francamente bien. Estaba como más hombre. Supongo que pensé eso por las canas que pintaban ya su pelo, o por su porte, o porque estaba francamente arrebatador. ¡Me sentí pequeña! Yo llevaba una camisa azul celeste con unos pantalones de vestir negros. Mis botines y mi bolso iban a conjunto. Mi chaqueta era corta, imitación de piel negra. Llevaba unos cinco minutos mirándole cuando un antiguo compañero de curso, me tocó en el hombro y al ponerme a hablar con él, le perdí de vista. Fui a buscar una copa de cava pues era día de celebración. Al acercarme a la mesa tropecé y estuve a punto de caer. Cuando alcé la mirada mi desafortunado traspiés él estaba delante de mí, con una copa de cava en cada mano.

 

        No te puedo dejar sola,… ¿Verdad? – me dijo con una preciosa sonrisa adornado su rostro.

        Creo que no profesor. Tengo la vena torpe desde que estudiaba aquí y con el tiempo no se me ha curado – también le sonreí después de mi respuesta.

 

Nos quedamos mirándonos un rato sin decir nada. Finalmente me acercó la copa de cava. Bebí un sorbo y seguí mirándolo. Un profesor vino en su busca y tuvo que dejarme sola. Antes de irme me susurró al oído:

 

        No te vayas muy lejos, no quiero perderte de vista.

 

Al alejar su boca de mi oído, me miró y guiñándome un ojo se alejó. Eso me hizo estremecer de la cabeza a los pies. ¿Qué me estaba pasando? ¡Era Marc! Sólo eso. Marc, el maestro de matemáticas. ¡Era Marc! Sólo eso. Un hombre de cuarenta años tremendamente seductor. Aquel tiempo habían creado a su alrededor algo que era como un imán del que costaba separarse.

 

No me quedé allí. Temí que todo aquello estuviera sólo en mi mente. Me aparté y estaba a punto de cruzar la puerta para irme cuando él, gritó mi nombre.

 

        ¿Te vas ya? ¿Sin despedirte?

        No quería irme pero pensé que tardarías más y esta fiesta,… se ha vuelto un tanto aburrida – dije para evitar dar más explicaciones sobre el tema.

        ¿Quieres que hablemos un rato a solas? Tengo muchas ganas y me hacía ilusión que recordáramos viejos tiempos.

        Me apetecería mucho pero aquí hay mucha gente para que nos dejen tranquilos a ti y a mí – respondí.

        Conozco un sitio donde no nos molestarán.

 

Cogió mi mano, fuimos al fondo del pasillo que había a la derecha de secretaría, subimos por las escaleras de atrás y fuimos al piso de arriba. Sacó una llave de su bolsillo y abrió una sala para nosotros que tenía cortinas y los cristales de la puerta ahumados. ¡Era la sala de profesores!

 

        ¿Estás loco? ¿Y si nos pillan? – le grité susurrantemente.

        Si no encendemos la luz, nadie sabrá que estamos aquí. – murmuró él – ¿Te asusta la oscuridad?

        ¡Para nada! – sentencié yo en voz baja.

 

La luz que venía de fuera del patio y que se colaba por las cortinas, dejaba ver la estancia entre tinieblas silenciosas. Una maquina de café, una pequeña nevera, una gran mesa central con sillas a su alrededor, un par de estanterías llenas de libros,…

 

Nos sentamos encima de la mesa uno frente al otro y empezamos hablar de todo: estudios, trabajos, amigos, amigas, deseos, sueños, ilusiones. Fue como reencontrarse con un viejo amigo que era afable y cortés por igual. Fue a la nevera y sacó un par de latas de Coca cola. Me dijo, sonriendo: ‘Aquí no tenemos alcohol’ y me hizo gracia no se porque su respuesta.

 

Me sentía muy bien con él cuando me dijo después de un sorbo de refresco:

 

        ¿Por qué no volviste conmigo al concierto? – yo me quedé sin palabras.

        De eso hace mucho.

        Por eso te lo pregunto. Me gustaría saber porque no volviste.

        Había ido con mi amiga y no podía volver contigo a tu pueblo. Te hubiera causado molestias ahora para arriba, ahora para abajo. – alegué. El meditó mi respuesta.

        ¿Sólo fue ese el motivo? – dijo él. Asentí con la cabeza.

        Estuve a punto de llamar a tu puerta aquella noche.

        ¿Para decirme qué? – respondí yo. Guardó silencio.

        ¿Qué pasó aquella noche Marc?

        Tuve miedo.

        Yo también. – le confesé yo. Su rostro se iluminó.

        ¿De qué tenías miedo Ana? – me susurro muy bajito, como si fuera un suspiro que aliviaba su alma. Mi boca enmudeció.

 

Bajé la mirada y el me cogió de la barbilla y me hizo que le mirara a los ojos.

 

        Yo ya no tengo miedo.

 

Acercó su boca lentamente a mi boca. Me beso. Creí perder la consciencia sólo un segundo que me pareció eternamente dulce. ¡Fue mágico! Al abrir los ojos tras su beso el seguía muy cerca de mi boca, a unos centímetros escaso de ella. Entre susurros me dijo:

 

        ¿Tienes miedo ahora Ana? – mi boca se estrelló contra la suya en señal de que jamás había estado tan segura y poco temerosa de nada en mi vida.

 

Marc me abrazó tras mi beso con fuerza contra su pecho. Entre suspiros me decía: ‘Cuanto anhelaba este momento’.

 

Nos besamos una y otra vez. Como si los años que habíamos pasado temiendo el NO el uno del otro, no hubieran existido. Marc desabrochó mi camisa y yo le quité su jersey. Su piel con mi piel me provocaba pequeñas estampidas de placer que recorrían todo mi cuerpo.

 

‘Te deseo Marc. ¡Te deseo!’ se escapaba de mis labios entre pequeños gemidos lentos y acompasados de goce. Marc beso mi cuello y siguió hasta mi sujetador. Sacó mis pechos y empezó a lamerlos. Yo clamaba deliciosamente de delicia. Su boca era un manantial infinito de encanto en mi cuerpo. Quise devolverle tanto deseo reprimido por los años y me aboqué sobre su pecho para regalarle un sinfín indefinido de mimos. Mis dedos jugueteaban con sus pezones y mi boca se alternaba con ellos. ¡Le deseaba! Quería escucharle disfrutar de mí, de mis manos, de mi cuerpo, de todo mi ser por entero.

 

Se desnudó para mí. Luego me despojó del resto de mis ropas. Me tumbó delicadamente encima de la mesa mientras se colocaba frente a mí. Sentí su sexo atravesar mi sexo. Creí morir de placer. Su pene erecto se movía delicadamente con empujones muy suaves, increíblemente lentos y apasionadamente plácidos.

 

Nuestros gemidos se unían en uno sólo que cada vez era más fuerte. Aceleró su ritmo pélvico y me derramé por primera vez. Paró y me besó en la boca. Acercó después sus labios a mi oído y me susurró: ‘Quiero dejarte bien satisfecha. Tenía muchas ganas de ti’ eso provocó mi segundo orgasmo de placer. Quería sentirle más adentro y me ladeé un poco para ponerme sobre él. Eso casi le proporcionó su primer orgasmo pero se retuvo. Le gustaba verme encima, moviéndome adelante y hacía atrás, mientras sus manos jugaban con mis pechos. Cuando cambié con mi cintura a los movimientos rotatorios sentí como cada vez le costaba más y más contener su eyaculación. Yo no podía contener mis orgasmos que llegaban uno tras otro tras otro. Se incorporó un poco conmigo encima y dejó que me moviera muy lentamente. Cuando se derramó dentro de mí por su cuerpo recorrió un orgasmo intensamente bestial. No paré pese a que sentí su ambrosía recorrer mis entrañas. Eso le hizo no parar de estremecerse una vez tras otra a todo su cuerpo con pequeñas replicas de goce retino y desfogado. Sin salir de dentro de mí me besó los labios. Parecía que deseara borrar mi boca con la suya. ‘Te deseo Ana. ¡Te deseo!’.

 

Ese fue nuestro inicio y tengo que reconocer que tras ese primer encuentro ha habido muchos, muchísimos más y cada vez más lascivos, más intensos, más salvajes. ¡Así se trasmuta el goce contenido! ¡Así se hacen realidad las fantasías! ¡Así se eliminan, para siempre, los miedos!