lunes, 12 de agosto de 2013

MARIANO ESTA TRISTE. ¿QUÉ LE PASARÁ A MARIANO?


 

Mariano esta triste.

¿Qué le pasará a Mariano?

Las mentiras se escapan

de su boca traviesa

que ha perdido la coherencia,

que ha perdido el honor.

 

Mariano esta ausente

en su silla alejada.

Está mudo el teclado

de su ordenador apagado

y en el móvil, silenciado,

no fulgura ninguna luz amiga.

 

En sus jardines no hay triunfo

ni en los pavos reales.

 

Parlanchín mudo,

se quedó el dueño que

no deja de decir cosas banales

y, vestido de traje,

el bufón dejó de tener gracia.

 

Mariano no ríe,

Mariano no siente;

A Mariano le persigue

por el cielo galaico

una nomina ausente

que olvido confesar

del antiguo amigo ausente.

 

¿Piensa acaso en el papel

que no supo leer o en el discurso

del que no apartó la vista

ni para respirar o en las citas

en las que no tenía que

decir FIN DE LA CITA al final?

¿O en el rey de España

en Marivent olvidado,

o en el soberano británico

que esta muy “empeñado”,

o en el dueño del país donde

acabará sus días de cónsul tras su fin?

 

¡Ay!, Pobre Mariano de la boca mentirosa,

quiere ser paloma, gavilán, mariposa

o cualquier otra cosa

para alejarse del berenjenal ensobrado.

Quiere irse como un rayo

antes de que llegué mayo

para dejar de cagarla  de una vez

del derecho y del revés.

Ya no quiere Moncloa,

ni el huso de plata,

ni el cernícalo encantado,

ni el Alfredo escaldado que calla,

ni los buitres unánimes que están

mas cerca de lo que cree

y no el los mares del sur.

Y están tristes los sobres

por su culpa alejados de:

los capullos de oriente,

los melones del norte,

las rancias de occidente

y las sosas del sur.

 

¡Pobrecito Marino

de los ojos “amarronados”!

Está preso de sus males,

de sus trajes untados,

en la jaula de mármol

de la residencia galaica

allí muy alejado;

el palacio sombrío

que vigilan los observadores,

que custodian cien parados

con sus cien ERES mal gestionados,

una “perra” que no dormita

y un “reptil” que siempre muerde.

 

¡Oh quien fuera algo menos político!

(Mariano está triste, Mariano está pálido).

¡Oh visión adorada de dinero, sobre y marfil!

¡Quién volara a ayer donde un puesto existía

(Mariano esta pálido, Mariano esta triste),

más brillante que el deseo,

mas hermoso que estar así!

 

  Calla, calla, Mariano –

dice el futuro padrino-;

En avión volando,

hacia aquí se encamina,

en el cinturón la pluma

en los dedos las ganas,

el feliz caballero

que te adora sin verte

y que viene de lejos

(¿Quizás de Alemania?),

vencedor y con la suerte,

de ser quien te mande

a paseo nada mas verte.

 

MORALEJA: Que Rubén Darío me perdone si es que ha de hacerlo. Pero es que tal y como está el panorama o nos reímos un poco con arte o el desastre de la falsedad perpetua nos apaga hasta el ánimo.

 

¡Gracia a Rubén Darío por sus poemas! Gracias por esa Princesa de la boca de fresa que tanto me gusta leer y que hoy utilicé para arrancar una sonrisa de aquellos que comparten mis desvaríos o arrebatos a través de mis escritos.

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