sábado, 31 de agosto de 2013

EL PODER DEL CONOCIMIENTO. LA SUMISIÓN DE LA IGNORANCIA


 

Internet es un pozo infinito de información. Podrías encontrar todo lo que deseas con un poquito de práctica, con algo de intuición, con deseo de estar informada, con paciencia infinita de búsqueda y, sobretodo, con la fuerza y el poder que te ha dado el conocimiento adquirido.

 

Ves un programa de investigación en cualquier televisión y algo en ti salta como una chispa. La palabra clave puede ser cualquiera: alcalde, Robin Hood, cooperativa,…

 

Buscas lo más fácil que son los inicios como lo previo que haría cualquier investigador: nombre, noticias relacionadas con dicho nombre, proyectos, afiliación política (cuando alguien es un personaje público o lo ha sido, suele dejar un rastro inconfundible, a sabiendas o no, tras sus pasos).

 

Leyendo y empapándote de información para formarte tu propia opinión ves algo que, no sabes porque, te llama la atención sobretodo: reclusión, enfermedad, amenaza.

 

Empiezas a leer y poco a poco te das cuenta que tras todo hombre público, circunstancial o momentáneamente, hay más semejantes con poder que buscan opuestamente lo contrario a él. Hay un nombre, no sabes muy bien porque que está relacionado por una tercera o cuarta fuente de información, que no sabes porque (quizás intuición, quizás golpe de suerte) despierta tu curiosidad. Su nombre y su primer apellido no están escrito pero si las acciones de su empresa, de la que es único administrador, de la que consta también como liquidador. Con esos datos te hes fácil de “localizarle” o eso crees pero siempre, este tipo de personas, guardan un as en la manga.

 

Lo que parece fácil, un simple nombre y unos apellidos, no son tan fáciles de conseguir a simple vista. Su rostro ya lo has visto y también sus acciones en contra. Pero no es fácil ser “el malo” de la película y por eso, su nombre, el de verdad, no está públicamente en ninguna noticia actual. Sólo consta parte de este. ¿Miedo? ¿Precaución? ¿Encubrimiento? ¿Hombre de paja?

 

Respiras y te tomas tu tiempo. Para descubrir al que pisó y dejó sus huellas sólo hay que volver sobre sus propios pasos. ¿Dónde estuvo? ¿Dónde trabajó?

 

Pronto aparece su nombre (nombre compuesto de dos) y junto a este, su verdaderos apellidos (no fue rápido pero tampoco estaba tan oculto). Te da por ponerlos del derecho y del revés en un buscador y por su VERDADERO NOMBRE no hay nada, ni antiguo ni moderno, relacionado con él, ni siquiera una triste foto como cuando su nombre no era suyo. ¿Qué está pasando aquí? ¿Se ocultan los hombres que tienen “el poder”? ¿O se ocultan sólo aquellos que no lo tienen y fingen?

 

Con ese pensamiento vuelvo a buscar con otro buscador y descubro lo siguiente: diez nombramientos registrados en dos años. ¿Nombramientos de qué? Os estaréis preguntando. Es simple: en empresas en cargos de importancia del grupo o similares. Quizás no sea nada pero luego, personas como yo que en un momento u otro se cuestionaron la información que los medios proporcionan y su “censura previa” pone este mismo nombre (COMPLETO, CON SUS DOS NOMBRES Y SUS DOS APELLIDOS)  en el punto de mira de un gran bufete de abogado que podría o está siendo investigado, y que el final del mismo escrito pone con letras claras y bien grandes lo siguiente: “RELACIÓN DE CLIENTES Y SOCIOS ESPECIALES, SOCIEDADES INSTRUMENTALES O TAPADERA, ADMINISTRADORES Y HOMBRES DE PAJA”. ¡BINGO!

 

Localizado algo al azar (pura casualidad de ganas de conocimiento y en pos de una información prácticamente veraz para poder realizar uno o una su propio juicio de valor y su propio criterio frente a algo) muestra las pocas cartas de unos de los “liquidadores” que trataría estar instigando a un hombre, bueno o no pero con ideales, a que desista de su lucha por un motivo económicamente fructífero para los jefes sin nombre que oculta su puesto de paja. ¿Conjetura? ¿Desafío? ¿Rumor? Bueno, con papeles legales y con más datos que los que yo he podido conseguir en un par de horas mediante la red de redes, aún los jueces no han encarcelado a más de un imputado por estar en cierto “lugar de privilegio”.

 

“La verdad no importa sólo lo que puedes demostrar” (la frase no es mía pero es una gran verdad). Con esta máxima puedo asegurar, que yo tengo documentos y direcciones, sacadas de Internet sin conocimiento de desbloqueo de claves ni nada por el estilo, que cualquiera, ABSOLUTAMENTE CUALQUIERA, podría acceder con un poco de tiempo de búsqueda. No es una amenaza, es sólo el deseo de que nadie que se haya sentido amenazado tenga miedo de hombres que verdaderamente sólo son meros muñecos en manos de gente que si no da la cara, simplemente es por más miedo del que el podrá llegar a tener jamás en su vida.

 

¡La sumisión de la ignorancia no es la clave! La verdad, sólo con eso, se llegará al final pese a quien pese.

 

MORALEJA: Giacomo Leopardi, poeta y erudito italiano (1798-1837) dijo:

“No temas ni a la prisión, ni a la pobreza, ni a la muerte. Teme al miedo”.

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario