martes, 30 de julio de 2013

PROTERVOS PROFESIONALES


 

Tener una carrera universitaria no justifica ser o no un buen profesional. En el momento que lo que se conoce vulgarmente como “MORBO” televisivo o “DRAMATIZACIÓN” aún más de los hechos acaecidos se antepone ante la profesionalidad de la persona y de la noticia en cuestión, eso demuestra, por desgracia, que no se es un buen profesional sino un payaso mas que “juega” con el dolor y el sentimiento humano.

 

Que se vea una cosa no significa que se demande tal grado de “anti-profosionalidad”. NO hace falta mas que recordar la película RASTRO OCULTO donde tan sólo, por conectarse a una página web se aceleraba la muerte del que allí salía. Da igual que se conectaran para ver si era verdad o porque si. Cuanto mas visitas recibía esa página en la película, antes llegaba la muerte del protagonista de ese “programa internauta” que componía la trama del film. En este caso en cuestión lo que está “matando” es el rigor periodístico en pos de unos grados más de audiencia. ¡La profesionalidad no está de moda!

 

¿Alguien realmente cree que poner un video del mismo sucesos que dura no más de sesenta segundos durante 20 minutos de continuo se esclarecerán antes los hechos de lo sucedido? ¿Alguien realmente cree que por preguntar a personal cualificado que tiene experiencia en un campo determinado se sabrá cual es la verdad de lo ocurrido? ¿Alguien realmente cree que ese exceso es una buena forma de estar al lado de la gente que ha sufrido? ¿Alguien cree realmente que suponer, inventar o conjeturar devolverá una vida?

 

La investigación y la resolución de la misma es la respuesta no poner una y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra,… un video que mas que ayudar en la verdad, hurga mas en una herida purulenta, sangrante y abierta como un dedo constate que aprieta sin sanar.

 

Cualquier conjetura es sólo eso,… ¡¡¡Una conjetura!!! Si por intentar rellenar un hueco informativo “desinformativo” se opta por preguntas de muy mal gusto y se lleva al exceso, se crea una controversia, un malestar generalizado, un dejar en manos de muchas personas una sentencia social demasiado dura de aceptar que puede provocar daños colaterales verdaderamente escalofriantes.

 

A veces olvidamos que tras una noticia hay muchas familias afectadas, incluso las de aquellos que “podían” ser responsables de los hechos acaecidos sin saberlo o a sabiendas. Ellos sólo hacían su trabajo. ¿Bien o mal? Eso no nos toca a nosotros, a ninguno de nosotros meros espectadores, decirlo y menos SIN TODAS LAS PRUEBAS VERACES DEL CASO.

 

La investigación y posterior resolución requieren su tiempo. Lo que se hace público, corriendo, de mala manera, buscando ser los primeros,… no siempre es la verdad SUPREMA y ÚNICA. ¡Para nada! Es una minúscula partícula que nos dan quizás para distraernos un poco de lo que realmente importa. La verdad no es lo que quieren que sepamos sino lo que vemos o nos enseñan es lo que quieren que creamos que es la verdad. Porque en el fondo, nos guste o no, los que mueven los hilos suelen elegir que debemos saber y que no por su propio bien. ¡No nos engañemos! Si nos muestran lo que tienen en su mano derecha es solamente para que no nos percatemos de lo que esconden en la mano izquierda.

 

¿Hubo un catastrófico accidente ferroviario? ¡Si! Por desgracia si. Todo lo demás, hasta que los investigadores den por bueno todo lo encontrado, cotejado y validado, sólo sirve para conseguir una audiencia a costa de padecimiento y desconsuelo humano.

 

Si, lo sé, es muy fácil opinar y criticar desde las sombras, pero yo al menos pienso y me repugna el que se ha convertido “el exceso de información no veraz” en los medios. Otros calla y tampoco eso es bueno. ¡Cada cual con su conciencia! Pero la gran verdad, aunque les duela leerlo, es que estar con los afectados en momentos de dolor y sufrimiento no es llevar una cámara y un micro en ristre. Estar con ellos es estar en cuerpo, alma y mente y nunca,… televisivamente hablando.

 

MORALEJA: Se despide en el día de hoy, para toda España y el mundo, alguien con corazón y no con estadísticas.

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