¿Qué es la publicidad? La
publicidad, según nuestros amigos de Wiky, es una forma de
comunicación comercial que intenta incrementar el consumo de un producto o
servicio a través de los medios de comunicación y de técnicas de propaganda.
A través de la
investigación, el análisis y estudio de numerosas disciplinas, tales como la
psicología, la neuroeconomía, la sociología, la antropología, la estadística, y
la economía, que son halladas en el estudio de mercado, se podrá, desde el punto
de vista del vendedor, desarrollar un mensaje adecuado para el público.
Más de uno sabemos que
cuando un anuncio de televisión empieza con algo rocambolesco o absurdo,
normalmente suele ser de perfume (normalmente para mujer).
Hay anuncios que se recuerdan
siempre: el helicóptero y los niños corriendo para buscar un trozo de pan con
mantequilla, la del chocolate en polvo del desayuno con una canción infantil y
dulce, el de una chica despampanante que insinuando sus atributos femeninos nos
dice que busca a un hombre conduciendo una moto y vestida de cuero negro,…
Pero a veces, hay anuncios,
que sobrepasan los límites establecidos para resultar grotescos o incluso, ser
motivos de critica por diferentes colectivos para que es producto en si,
obtenga una mala critica que le haga tener mas venta (no es una forma muy
decorosa de conseguir un objetivo pero se consigue).
Por desgracia, otras veces,
te gustaría que esa forma TOTALMENTE IRREVERENTE de buscar clientes, no existiera.
Ese es mi caso de hoy. Conducía volviendo a casa y delante de mí, había un
vehículo con la publicidad de un centro de día que también era residencia
geriátrica. El vehículo tenía publicidad no puntual sino que todo el camión
estaba rodeado de ella diciendo con letras grandes: PLAZAS DISPONIBLES. Yo
supongo que la imagen no es nada chocante pero el vehículo no era un coche para
el trasporte de sillas de ruedas, ni un vehículo tipo ambulancia, ni siquiera
uno de esos pequeños que utilizan muchos comerciales para aparcar bien en la
gran ciudad. ¡NO! ¡Ojala hubiera sido eso! La realidad,… cuesta de asimilar
pese a que ya ha pasado casi diez horas de esa visión. La publicidad de esta
Residencia-Centro de día estaba en un camión frigorífico. Si, quizás al decir
esto a nadie le parezca nada chocante pero si sumáis eso a lo de PLAZAS
DISPONIBLES tenéis que estar de acuerdo conmigo en que es una forma NEFASTA y
GROTESCA de promocionar un centro para personas de la tercera edad (no es que
vaya de puritana o de mujer CLOSED-MINDED. La tercera edad es la recta final, el
última etapa del viaje y puedo aseguraros que a nadie, ni hijos, ni familiares,
ni siquiera a los propios clientes, les gusta imaginar plazas disponibles con
un lugar frío, congelado y sobretodo tan inconexo como un camión frigorífico como
vehículo de movilidad finita de las personas en su período último. Podría
tratarse de un vehículo de comida para ese centro pero ni aún así es una buena
publicidad. Si se tratara sólo de eso, con una pequeña reseña en un lateral
sería suficiente y no con una imagen de dos metros por un metro por dos lados y
de un metro por setenta centímetros en la parte de atrás anunciando a bombo y
platillo, y sobretodo con un MAL GUSTO SORPRENDENTE, como si siempre tuvieran
plazas disponibles gracias al poder de congelación de ese medio de trasporte
nada usual para personas).
Estamos de acuerdo, o eso
creo yo, que publicistas hay como en todos lados y que no esta de más de decir
que no todos pueden ser alumnos de matricula ni de sobresaliente. Hay de todo
en el mundo laboral: publicistas de notable, de bien y de aprobado justo. ¡Eso
si! Ya que cuando contratamos un servicio propagandístico no podemos pedir el
historial formativo de la persona contratada, tendríamos que tener un poco mas
de cabeza para saber distinguir lo que es VÁLIDO al cien por cien para
conseguir clientes y lo que parece, a simple vista, UNA CAGADA DE TAMAÑO
DESCOMUNAL dentro del mundo publicitario.
MORALEJA: Eurípides dijo: “Breve es la vida, y
debemos pasarla lo más agradablemente que se pueda, y no con penas”… y,
sobretodo, sin recordar que el último tramo del camino para todos nosotros será
frío, helado,… completamente gélido.
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