domingo, 14 de abril de 2013

LOS PROBLEMAS DE COMER FUERA DE CASA,… TRAS LOS “COMPROMISOS”



 

Tal y como está el panorama, con tanta crisis, recortes y reajustes, a una le da por pensar que hay que hacer algo diferente por “salir de la rutina”. Algo simple, sencillo, sin grandes “quebraderos de cabeza”.

 

Te pones a pensar y te dices,… ¿Por qué no un poco de “comida rápida”? Una buena pizza a los cuatro queso TAMAÑO FAMILIAR (mas pequeña ni merece la pena “ser comida”) o quizás una buena hamburguesa triple extra con todos los condimentos especial con queso (tamaño super sino,… tampoco interesa) o tal vez un buen perrito caliente largo, con extra de todo y muy jugoso o tal vez un buen bocadillo de jamón ibérico con un buen vino (aunque a todos no le guste que en la “mesa” sean tres los que están en una buena “comida”). Pero claro,… esa comida sacia un instante y suele ser “pesada”, a veces “molesta” o avivadamente “absorbida”.

 

Luego piensas en algo más elaborado pero también rápido y sin “complicaciones”. Entonces un plato combinado puede parecer sugerente. Pero hay tantos donde elegir que al final quieres combinarlos entre si para llenarte y luego piensas,… si hay algo que no te encaja por si sólo, mejor no comerlo.

 

Un menú económico es sugerente y un primer plató, un segundo plato, un buen postre y un buen café, suelen tener digestiones muy pesadas y claro está, no quieres recordar una comida días, y días y días si ha resultado,… “desagradable al paladar”.

 

Buffet libre suele ser una alternativa “apetitosamente” provocativa por la “fusión” de sabores, por la elección “variada”, por poder elegir “cuando y como”. Mas últimamente, está tan de moda lo de buffet libre que al final acabas comiendo “lo todos han saboreado” y a mi me gusta ser auténtica, exclusiva, sabrosa y única hasta en el paladear (aunque sólo dure un ratito,… a veces menos del deseado de verdad).

 

¿Una paella? No es sólo para uno al igual que la fideua o un buen arroz caldoso con bogavante. Una parrillada de carne o de pescado tampoco suele ser para una sola persona.

 

¿Sólo un postre? ¿Sólo bombones? ¿Sólo un capuchino? Poco, muy poco para complacerte por entero.

 

Al final, después de tanto y tanto pensar, o se te acaban pasando las ganas o al final te tomas un refresco y un sándwich de la máquina de la empresa y comiendo sola, olvidada e insatisfecha, en tu mesa de oficina y preguntándote en que momento de tu vida rechazaste comer bien por tener demasiados “compromisos” que cumplir. La vida es corta, el tiempo escaso y lo que parece malo, no lo es tanto como nos quieren hacer creer. Date un capricho y… sal de picoteo esta noche.

 

MORALEJA: Es bueno saber lo que uno quiere pero es mucho mejor poder elegir a diario, una nueva forma de disfrutar los placeres culinarios que nos ofrece la vida en el día a día.

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