domingo, 31 de marzo de 2013

ACARREANDO CARDO (poema)


 

ACARREANDO CARDO

 

 

Acarreo con un cardo ilusorio, gigantesco;
galante por fuera y podrido por dentro.
Me mata su ponzoña respetuosa.

Quiero regalarlo, cederlo, mas

nadie lo coge de mis manos.


No lo quiero creciendo aquí,

me estorba su sombra,

el rubor de su boca me molesta.

Me inquieta su silencio desde

por la mañana hasta el crepúsculo.

Lo decoré con lo más preciado

que poseía,… se llevaron todo menos a él.

Lo pinte de grana y oro,

lo perfumé de gloria magna,

lo alimenté con agua bendita,

… ¡Nadie lo quiso!


¡Llévenselo se lo ruego!

Trasládenlo por piedad,

por mi suplica constante,

por que me quieran

un poco o nada.

No busco vivir más,

ni tener menos,

ni pretender alargar el mañana.

Sólo deseo librarme de este cardo.

 

¡No soporto más su dulzor violado!

 

No tengo fuerzas para ahogarlo en sal,

para envenenarlo de lluvia,

para sacrificarlo ante el rugiente

sol de verano de las llanuras andaluzas.

Pese a todo, un día lo quise.

¡No puedo matar algo que amé!

 

¡Llévenselo se lo ruego!

Aléjelo de mí por mi bien.

¡Sólo pido eso!

 

No puedo quedarme a su lado un día más.

sábado, 30 de marzo de 2013

FUERTE OLEAJE (poema)


FUERTE OLEAJE

 


Tienes miedo.

Los azotes airosos

son dagas en tu cuerpo

que traspasan

hasta tu sombra.

 

¡No ves la orilla!

 

El salvamento cercano

para ti no existe.

Poco a poco se acerca tu fin.

Se refleja en el castigo de las rocas,

en la indomable marea bravía,

en los remolinos profundos del gran azul,

en lo nacarado de los ojos de la luna.

 

Nadie quiere morir solo

(nadie debería morir solo).

 

¡El final siempre

hace extraños compañeros!

Te abrazas por fin

a la última ola,

la posees,

te domina,

la sometes,

te avasalla,

la esclavizas, …

¡Todo es inútil ya!

 

Te entregas obediente,

te acepta sumisa.

 

Nadie debería morir sólo

(nadie lo hace al final).

 

 

PERVERSIONES (escrito)



 

Había pasado mucho tiempo. Ese momento había sido extraño, diferente pero gratamente recordado por mí. Fue una liberación. Recordaba su aroma. Recordaba su cuerpo. Recordaba sus besos, su tacto, su fuerza, su impetuosa sonrisa malévola. Recordaba una luna pintada de azul coronando el cielo, un cielo privado reservado para nosotros.

 

La excusa para no volver a vernos en meses fue su trabajo y mi imposibilidad de viajar. Pasaron los días y los meses.

 

El teléfono sonó un día porque sí. Una entrevista con posibilidad de trabajo. Pedí prestado dinero y viajé para poder conseguir una oportunidad en un nuevo mundo que no daba oportunidades.

 

Cuidé cada detalle como si se tratara de algo único y excepcional. Llegué a la puerta de la empresa con ilusión renovada. ¡Una oportunidad! Sólo eso importaba. Tener una nueva oportunidad.

 

La puerta se abrió y dos hombres me hicieron la entrevista. Todo fue correcto. Me dejaron rellenando unos psicotécnicos y pruebas de agilidad mental. Pasó una hora desde que me dejaron a solas hasta que la puerta se volvió a abrir. Entregué toda la documentación debidamente rellenada junto con mi curriculum y mis cartas de recomendación de empresas en las que anteriormente había trabajado. Me había levantado para marcharme cuando me dijeron que me esperara unos minutos. Al cabo de un rato, se abrió la puerta y era él. Me miraba con superioridad y contento de verme. Yo creí que estaba viendo visiones. Cuando su voz dijo,… “Ves como si que podías venir a verme” todo mis ser recibió un duro golpe de realidad. ¡Todo había sido un engaño! Un estúpido y absurdo engaño que el había tramado aún no sabía muy bien para que.

 

Salí de aquella sala apresuradamente sin dirigirle la palabra. ¡Le odiaba! Le odiaba profundamente por haberme dado esperanzas. Pero no quería hacerle daño o si. Estaba demasiado indignada con él como para saber cual eran mis verdaderos sentimientos de ira y en que grado de rencor oscilaban contra su persona.

 

Me alcanzó y me cogió del brazo. Me zafé de su mano con un golpe seco. Deseaba salir de allí y revertir mi rabia contra una puerta, contra una pared, contra la nada que se mueve entre un punto y otro movida por el aire.

 

Me agarró más fuerte y me dio la vuelta para frenarme y que le mirara. No grité nada, no dije nada pero no dejé de luchar para soltarme de su prisión de brazos. Conseguí soltar una mano y le abofetee su necia cara de niño travieso. El me devolvió la bofetada. Intentó besarme y le mordí. Volvió a acercarme su boca a mi boca y casi consigo morderle por segunda vez. ¡No iba a perdonar aquella mala jugada!

 

Me soltó y por fin escapé hacia la puerta. Faltaba un metro para escapar y me apresó por la espalda con mucha fuerza. No podía ni siquiera moverme. Me murmuró que me calmara. Me susurró que le perdonara. Me pidió que dejara de hacerme daño. Me reclamó que no se lo tuviera en cuenta. Un dulce beso en el cuello. No me volví ni para mirarle cuando me soltó.

 

Jamás supe si fue deseo o perversión. No le he perdonado pues no hay nada que perdonar. ¿Nos volveremos a ver? Sólo el destino lo sabe. Se que era maestro, era perverso, era lascivia a la segunda potencia sublimemente cincelada en un cuerpo prefecto de hombre. Hubo un error y lo reconoció. ¡Eso era lo mejor! Su humildad, ese deseo callado del poder en sus manos.

 

¡Perversiones! No son nada malas si son junto a él.

viernes, 29 de marzo de 2013

SILENCIADOS (cariño enterno)


SILENCIADOS

 

Suenan las doce en un reloj cercano. El aliento se contiene. Las miradas están en el cielo. La luna de Nissan, la primera de la primavera, ilumina la noche. ¡Ha llegado la madruga!

 

La Sentencia sale. Las cornetas, los tambores y hasta las plumas de los armados lloran.

 

Laten los corazones. Se aceleran y se paran con un afecto tan grande, que para aliviar el sufrimiento, los ojos descargan en llanto la emoción incontenida del que ama el amor, del que ama la religión, del que no es fervoroso sólo un día al año sino los trescientos sesenta y cinco días de este.

 

El aire huele a cirio, a vela quemada, a flores, a terciopelo, a llanto, a verde, a reja, a balcón, a silencio,…

Huele inmensamente a añoranza, a ternura, a camino, a belleza, a cariño, a pena, a grito comprendido,…

Huele grandiosamente a madre abatida, a dolor por la pronta perdida de su hijo, a noche callada, a aplauso, a emoción, a bordado, a capirote, a penitente, a nazareno, a costalero,…

 

Sevilla se llena con la fuerza de la ESPERANZA que es lo único que no se pierde, que traspasa la distancia, que traspasa la infinidad de una pantalla para hacer que el cariño, llegue desde lejos, desde cerca, a reflejarse en cada pliegue de un manto tejido infinitamente por la pasión devota del afecto.

 

Hay muchas personas que no lo entiende. ¡Es respetable! Cuando el amor es tan grande hasta la falta de entendimiento es comprensible. Nadie ve con mis ojos lo que yo veo. Nadie esta dentro de mi. Nadie puede quedarse o detenerse en el momento exacto que mi alma se contagio de este fervor tan grande que inunda todo mi ser pese a la distancia.

 

Un grito al unísono:
“¡AL CIELO CON ELLA!”

 

El trono sale. Las puertas se cierran. La basílica se queda vacía, sola, sin madre.

 

Mi cara es un reguero infinito de océanos de amor incontrolable. “¿Cuándo podré yo verte de cerca madre?” 

miércoles, 27 de marzo de 2013

UNA NUEVA EMOCIÓN REDESCUBIERTA


 

 

Hay momentos en la vida sencillos, tiernos y dulces. Cuando los vives crees que no han estado hecho para ti, para disfrutarlos pero sin saber como o porque,… has formado parte de ellos.

 

Hoy he tenido la enorme suerte de disfrutar de la belleza de ese instante por completo. Y he podido gozar de una nueva emoción redescubierta: la ternura de la risa de los más pequeños.

 

El día nació lluvioso, grisáceo, tristón y algo lúgubre. Pronto la luz de la inocencia invadió mi comedor chiquito y mi casa humilde: dos preciosas niñas, sobrinas pese a la sangre, iban a pasar el día conmigo. ¿Se puede pedir algo más?

 

Después de un paseo por una librería, de pasear contemplando las novedades del verano en ropa de chica, de visitar a los abuelos y comer con ellos, hemos decidido ir al cine. La sala era grande y estaba llena, repleta de padres, tíos, sobrinos con niños.

 

La película ha empezado y las risas tímidas empezaban a esparcirse por toda la sala. Al cabo de un rato, las carcajadas ya no eran miedosas sino que rebotaban contra las paredes de la enorme sala para hacer de esta un lugar casi místico de sencillez, ternura y felicidad completa.

 

En aquella sala no existía la palabra prima de riesgo, ni la palabra rescate, ni troika, ni la quita, ni evasión de fortunas, ni impago de impuestos, ni farmacias desahuciadas, ni pisos condenados al embargo, ni frío, ni soledad, ni desamparo,… nada que hiciera que las sonrisa de los niños y niñas, que es de una bellaza sin igual, fuera truncada por estúpidos asuntos de adultos que tienen sólo de mayor la edad y no la inteligencia, ni el ingenio.

 

En aquel momento recordé la frase que dice: La vida cabe en un instante. Y la sentí cobrar una fuerza pasmosa que me sonrojo, hizo acelerar mi corazón y me dio una alegría que hizo que se derramara por mi mirada.

 

Pensé,… si la vida cabe en un instante y es tan INMENSAMENTE AGRACIADO COMO EL QUE ESTABA VIVIENDO, bien valía la vida, pese a todo, ser vivida por ese momento hermosísimo.

 

MORALEJA: Los mundos no son pequeños son las personas que los piensan los pequeños de mente.

martes, 26 de marzo de 2013

BARCELONA VS. MADRID (relato)


 

 

Siempre había habido una rivalidad no expresa ni firmada en ningún sitio entre el laboratorio de Barcelona y Madrid. Era algo latente, que se podía respirar en el ambiente. Pero jamás hubiera imaginado que tras esa competencia tan dura a veces, pudiera disfrutar de la experiencia sexual mas intensa de toda mi vida.

 

Se habían realizado unos ensayos de materiales y se habían duplicado ya que el fabricante los había solicitado directamente a Madrid y la constructora los había solicitado a Barcelona con el resto de los ensayos de obra. En Madrid daba por buenos unos materiales que desde Barcelona no daban correctos dentro de lo que ponía la norma. Se reunieron en Madrid los responsables de materiales (Jero y Mario) y los responsables de la parte de laboratorio de Barcelona (Fabio y Darío). Los ánimos estaban caldeados y pese a la seriedad que ocupaban cada cual en su cargo, la charla era acalorada.

 

El argumento de Barcelona era que Madrid daba por bueno materiales sin realizar los ensayos cuando tenían acumulación de trabajo. Mario se levantó de golpe de la silla diciendo que no era correcto que se inventaran calumnias tan grandes en lo que a su laboratorio se refería y sobretodo con un cliente que era suyo de toda la vida. Jero cogió a Mario del brazo y le dijo que se sentara. Fabio también le pidió a Dario un poco de seriedad con las acusaciones dadas. Darío decía que sus acusaciones no eran mentira ya que sabía desde dentro por varios topos amigos, que Madrid había actuado de esa forma cuando pertenecía a DGY.

 

Los ánimos estaban calentitos cuando entré para dejarles unas botellas de agua fresquitas para que se relajaran. Se levantó Mario otra vez de golpe sin verme y me tiró encima el agua golpeando mi cara con las botellas que traía. Caí al suelo mareada y mojada. Enseguida los cuatro se lanzaron para ayudarme. Mario estaba pidiendo perdón e intentaba que abriera los ojos golpeando con pequeños golpecitos mi cara. Jero se había puesto detrás para intentar levantarme y Fabio y Darío delante, cogiéndome una mano cada uno para levantarme del suelo con la ayuda de Mario y Jero. Pude sentarme en la mesa con ayuda de los cuatro. Estaba toda empapada de agua de la cabeza a los pies. Llevaba un vestido amarillo claro de tirantes que me llegaba por encima de las rodillas. Por culpa del bañito precipitado toda la tela del vestido se había convertido en una segunda piel que dejaba ver mis curvas, mi ropa interior, toda yo desnuda en cuerpo y alma. Yo no era consciente de ello. Seguía un poco mareada e intentaba salir de allí para poder dejarles discutir en paz.

 

No me permitieron incorporarme y me dijeron que si quería, dejara caer la cabeza sobre la mesa hasta que estuviera recuperada. Ellos se sentaron en sus sitios pero sus voces ya no sonaban de forma recriminatoria de nada. El silencio reinaba a mi alredor mientras con mi cabeza recostada y mojada, intentaba recuperarme del pequeño golpe certero.

 

Mario dijo que sería mejor recostarme en una sala que había cerca de allí en dónde había un sofá para que pudiera estar mas cómoda y tranquila. Me ayudaron entre dos de ellos a levantarme y cuando cruzaba la sala del sofá, caí al suelo redonda.

 

Cuando recobré la consciencia había perdido los zapatos y me levantaban las piernas dos de ellos haciendo que mi vestido subiera de forma considerable a una escasa distancia de dejar visible mi ropa interior. Otro estaba sujetando mi cabeza y el cuarto había ido a buscar algo con azúcar. El suelo era de moqueta y no sentía frió pese a tener todo el cuerpo mojado por el agua.

Escuché como se abría una puerta, como se abría una lata y como me decían que diera un sorbo. Era cocacola. La fui bebiendo poco a poco. Pronto empecé a sentirme mejor. Cuando abrí los ojos vi a Jero que me sostenía la cabeza. Las piernas las habían subido Fabio y Darío. Mario era quien sostenía la cocacola y la acercaba a mis labios para que bebiera.

 

        ¡Ya no sabías que hacer para que uno de los cuatro te hiciera el boca a boca! – escuché como Jero se burlaba de mi situación para que yo no le diera importancia al mareo.

        ¿Quién lo hubiera hecho si verdaderamente lo hubiera necesitado? – dije dando otro sorbo a la cocacola.

        ¡¡¡YO!!! – gritaron los cuatro a la vez de forma atropellada.

        Por fin os habéis puesto de acuerdo en algo. – dije con una sonrisa en los labios.


Ellos se miraron como si tuvieran poderes mentales de golpe los cuatro. Algo estaban hablando para si mismo y entre ellos telepáticamente. Pronto supe que fue lo que tramaban.

 

Fabio y Darío dejaron delicadamente mis piernas en el suelo y sentí como sus manos acariciaban mi muslos hasta muy cerca de la cintura. Se arrodillaron en el suelo y sus manos se quedaron sobre mis pantorrillas. Eso me excitó mucho.

 

La cocacola me estaba haciendo efecto rápido. Al tomar otro sorbo se me quedaron unas gotas en mis labios que Mario recogió con uno de sus dedos el cual chupó de forma sensual con su boca.

 

Jero retiraba mi pelo mojado de mi cara y me ayudaba a incorporarme poniéndose de rodillas tras de mí. Podía sentir su respiración en mi nuca y eso me alteraba cada vez más.

 

Las manos de Fabio y Darío empezaron a acariciar mis piernas mientras los dedos de Mario se paseaban por mis labios. Las manos de Jero empezaron a deslizarse por mi espalda haciendo incrementar mi deseo. Ocho manos masculinas acariciando mi piel. Sentía mis senos revolucionarse, mis pezones poniéndose duros, firmes y mi sexo humedeciese con mucha fuerza.

 

La ropa de ellos fue cayendo poco a poco al suelo. Sus manos me quitaron la ropa mientras sus cuerpos se rozaban con el mío.


Estaba extasiada de placer, desnuda, tendida en el suelo y sintiendo cuatro bocas mordiendo mi cuerpo. Estaba de rodillas con dos hombres detrás y dos hombres delante. Sentí como un miembro firme se adentraba en mi sexo fuertemente mientras un enorme pene me desgarraba el trasero con un dolor exquisitamente placentero. Empujaban a la vez los dos hombres fuerte uno contra mi pubis uno y contra mis nalgas el otro. Me moría de deseo derramándome a placer con cada embestida. Mis manos fueron dirigidas a las dos pollas que esperaban su turno para que mis caricias incrementaran su deseo con mis caricias. Sentí un calor fuerte en mi sexo y en mi trasero cuando llegué a un orgasmo tan bestial que no pude contener mi grito extremo de deseo. No me había recuperado cuando de mis manos se escaparon los sexos duros para adentrarse en mi uno por detrás y otro por delante. ¡Me moría de deseo! ¡Me consumía entre gemidos! ¡Me devoraban las ganas que iban en aumento! Me penetraban con firmeza, con una fuerza extrema de deseo. Yo no podía contener mi deseo y seguía gritando a placer entre orgasmo y orgasmo. Sentí como los chillidos de dos voces masculinas vociferaban a placer mientras sus esencias se vertían en mi interior por detrás y por delante.

 

Caí extasiada en el suelo y ellos también. Fue algo extraordinario y daba igual si eran de Barcelona o de Madrid. El placer, el deseo, la fuerza era igual frente a una hembra ansiosa y su apetito era el mismo al igual que sus ganas de saciarlo. ¡¡¡Placer extremo!!!

 

Me fascinó estar con cuatro hombres a la vez.

lunes, 25 de marzo de 2013

¿POR QUÉ LAS MEDIDAS PARA AYUDAR A SALIR DE LA CRISIS NO EMPIEZAN POR REDUCCIÓN DE POLÍTICOS INTERMEDIOS Y DEMÁS?



 

Tenemos políticos a nivel de ayuntamiento. Tenemos políticos a nivel provincial. Tenemos políticos a nivel autonómico. Tenemos políticos a nivel de estado. Tenemos políticos a nivel continental. Todos cobran y cifras elevadas. Sus sueldos no se han reducido. Pese a que a todos los niveles, se ha reducido personal, nunca se ha cuestionado ni sus sueldos, ni sus funciones, ni lo poco que aportan ya a nivel grande o pequeño.

 

Nuestros amigos chipriotas están siendo “vapuleados” por las malas gestiones tomadas por un país y pese a eso, son a los ahorradores, a los que han confiado en entidades bancarias los que van a ver sus ingresos mermados por decisiones erróneas. ¿Es justo? O mejor dicho,… ¿Es lo correcto?

 

Yo no tengo ni para vivir, ni para subsistir porque por ser una mujer sin hijos, no merezco ni ayuda familiar. Mi pareja trabaja sí, pero no podemos hacer frente más de un mes a todos los pagos de impuestos, alimentos, hipoteca, etc. Por tener a mi familia cerca, los servicios sociales consideran que mi situación, pese a ser lamentable, no es de las MÁS GRAVES entonces, no recibo ayuda de nadie de mi propio país. A parte de todo esto, pago los medicamentos que ya no están subvencionados con lo que eso acarrea para mi mal trecha economía. Y para colmo, tengo que pagar por unos políticos que ni me representan y que estrechan, día tras día, más la soga a mi cuello. ¿Es justo que en mi propio país no me den soluciones a mi problema y que además me estén matando de hambre por haber la mentalidad de un mosquito? No soy yo la que aprobó los proyectos de los aeropuertos a los que no se dirige ningún avión, no soy yo el que permitió la salida efusiva de las fortunas del país, no soy yo quien ha tenido una contabilidad falsa y ha arruinado al país, no soy yo la que evade sus impuestos, al contrario, hasta que se me acabó el paro, he pagado todo religiosamente. Entonces,… ¿Por qué este sin sentido es a mí a quien martiriza mientras los demás siguen viviendo del cuento? ¿Por qué tengo que pagar a un político que ya no ejerce un cargo? ¿Por qué tengo que pagar a un expresidentes de mi país si no hay ni para darme a mí 400€ para subsistir? ¿Por qué si mis compañeros funcionarios ya no cobran las catorce pagas tengo que seguir pagando yo las catorce pagas de los políticos del país con los impuesto de IVA y demás? ¿Me lo quiere explicar alguien?

 

 

Hay un dicho muy grosero pero muy esclarecedor: ¡O FOLLAMOS TODOS O SE PINCHA LA MUÑECA! ¿O es que lo del café para todos era sólo para los políticos y no para los ciudadanos? A nosotros no sólo no nos están dando café sino que las porras de acompañamiento las llevan las propias fuerzas del orden del estado, funcionarios puteados a fin de cuentas, que arremeten su rencor contra nosotros los puteadísimos llamados también, pueblo español o pueblo europeo.

 

MORALEJA: Después de lo de nuestros amigos Chipriotas,… ¿Cuándo van a arremeter contra el resto de los ciudadanos de Europa? ¡Se acabó mamar todos de la teta y acabar con la vaca muerta en el suelo! O se reducen los politicos o se toman decisiones más coherentes que no atenten con la buena cabeza de los ahorradores. El mundo no puede regirse por CIGARRAS DERROCHADORAS QUE NO SON CASTIGADAS sino por esas HORMIGAS TRABAJADORAS AHORRADORAS, SENSATAS Y FIELES A SUS PRINCIPIOS. Se acabó de cultivar insectos irresponsables. El nido necesita unas buenas obreras. Si hay que liquidar a alguien,… que sea a los CHUPÓPTEROS no a los currantes visionarios con un futuro en mente truncado por la troika.

domingo, 24 de marzo de 2013

DONDE LOS MILAGROS NO PASAN (poema)


DONDE LOS MILAGROS NO PASAN

 

Vivo en un mundo,

donde los milagros no pasan.

Donde las putas son vírgenes,

donde los juramentos

son servilletas de papel,

donde fornicar es parte

de la moda del momento.

 

Vivo en un mundo,

donde los milagros no pasan.

Donde se juzga al pobre

sólo por su pobreza,

donde el encarcela al justiciero

sólo por hacer justicia,

donde el pasado no se queda

en el pasado sino que forma

parte de una mierda de presente.

 

Vivo en un mundo,

donde los milagros no pasan.

Donde las banderas separan,

donde los ideales

son recuerdo en rebajas,

donde conversar es el único

idioma que no se habla.

 

Vivo en un mundo,

donde los milagros no pasan.

Donde hay que huir

del diferente por ser distinto,

donde hay que acusar a alguien

para quedar impune,

donde se roba a la hormiga

por lo que gastó la cigarra.

 

¡Estoy muy cansada!

Me cuesta mucho levantarme

y salir a una calle impregnada

de falsedad y falta de ingenio.

Donde ser erudito

es sinónimo de extranjero,

donde sólo se conoce

la cultura de la tortura,

donde ser mujer aún

se castiga duramente.

 

Donde los milagros no pasan,

ahí es donde yo vivo.

¡No hace falta que os diga mas nada!

sábado, 23 de marzo de 2013

CARTA DESDE LAS TRINCHERAS (escrito)


 

23 de marzo de 1937

Querida madre,

 

Le escribo una vez más desde las trincheras. Aquí o escribes desde el campo de batalla o estas muerto. Lamento decirlo así de claro pero es la única verdad. Así que no tema que siempre empiece mis cartas diciendo que escribo desde donde estoy siendo atacado porque es cuando no esté aquí, cuando usted deje de recibir cartas porque ya no me encuentre en este mundo.

 

¿Cómo está padre? Se que sigue sin entender mi lucha pero no es un capricho de juventud. No puedo pasarme toda la vida explicándole mis motivos. Yo no soy él, eso es lo único que debe comprender y, cuando lo haga, al menos me respetará. ¡No pido nada más que respeto por su parte! No todos los padres tienen que estar orgullosos de sus hijos. Pero el respeto por alguien, sea de tu propia sangre o no, no se le debería negar a nadie.

 

En la batalla madre, te das cuenta de lo poco que somos por no decir que no somos nada. Hace dos días conocí a Ramón, un muchacho de Senés, un pueblo de Almería. Un hombre fuerte, de mi edad, moreno, con ojos marrones, piel morena, tostada por el sol de Andalucía, recio, como mi hermano Santiago un poco más grande. Estuvimos hablando, riendo, conversando y pasando un buen día (bueno, entiéndame, todo lo bueno que puede ser un día en mitad de una guerra). Me habló de su madre, de su padre, de sus hermanitos, de la muchacha que cortejaba en el pueblo, Carmen. Pronto nos cogimos cariño (supongo que el ser del sur ambos también tuvo mucho que ver). Ayer, cuando el sol empezaba a caer, lanzaron un par de granadas. Una cayó a nuestro lado y él, como hermano mayor que era, trato de protegerme empujándome para atrás. Cogió la granada para devolvérsela pero,... fue tarde. Le explotó en la mano y murió. ¡Fue una locura cogerla! Pero con ese acto me salvo la vida madre. En el bolsillo del uniforme tenía una carta para su novia en la que le decía que deseaba poder volver al pueblo para casarse con ella. ¡Me quedé destrozado cuando me la dieron a mí! Me dijo nuestro capitán, que como yo era su amigo (amigo de dos días madre pero amigos de verdad pese al tiempo), que cuando yo fuera a casa, suponía que me gustaría llevársela en mano junto con sus pertenencias a su madre. Yo no sabia que hacer y lo cogí todo para cumplir, como hermano de batalla, con la última voluntad de Ramón.

 

Hoy tengo un nuevo compañero de trinchera pero me asusta hasta hablarle. ¡Lo de Ramón está muy reciente! Sé que a lo mejor mañana, o él o yo, nos pasa como al almeriense y que me arrepentiré de no haber entablado conversación con él pero ahora,… necesito llorar la perdida de mi hermano de otra madre. No se cuanto durará este luto pero si hay que deseo más que se acabe este guerra es poder volver a casa, poder darle un abrazo a usted, estrecharle la mano a padre y coger mis cosas e ir al pueblo de Senés para poder presentarle los respetos a la madre de mi hermano Ramón.

 

Siento que esta carta sea tan triste madre. Aquí, como se puede imaginar, no hay muchas cosas alegres que contar.

 

Le mando un gran abrazo de su hijo que siempre la tiene en su mente,

 

 

 

MIGUEL

viernes, 22 de marzo de 2013

LO PRIMERO, LO DE AYER (escrito)



Quedar para tomar algo y conversar. Nos sentamos después de un par de besos tímidos. Llegan las primeras miradas cómplices delante de una taza de café. El roce de su mano alcanza la blonda de mi blusa, la que está cerca de mi muñeca. El corazón se acelera (quizás el suyo también). Me gustaría que me besara pero la espera,… es un placer diferente e intenso. Sigue hablando y no puedo dejar de mirar su boca. Su lengua humedece sus sensuales labios y retoma su charla con esa mirada intensamente sensual. Su sonrisa pícara me altera. Me sonrojo y le regalo una sonrisa tímidamente dulce. Su mano se acerca a mi cara y me retira un mechón de pelo. Su roce es cálido y furtivo sobre mi mejilla. Un suspiro avivado se escapa de mí. Si lo ha notado,… no dice nada. ¡Te encanta que sea así! Hay un momento agudo de silencio. Los ojos se miran penetrantemente. ¡Todo es nuevo! Te levantas pues prefieres andar un rato a su lado. Empezamos a andar y nos miramos por turnos sin decir nada, sin cruzar miradas. Las palabras cuestan que salgan estando uno tan cerca del otro. Seguimos caminado y entramos en un precioso parque que está completamente vacío. ¿Nos sentamos? ¿Seguimos caminando? Ninguno de los dos dice nada. Un aspersor te moja y me río al ver tu pantalón mojado. ¿Dónde mirabas para no verlo?  Te pregunto sonriente. Me miras fijamente mientras te acercas al aspersor y te mojas las manos para salpicarme gotitas de agua. Intento escabullirme pero insistes. Me persigues. Empiezo a correr. Me acosas con las manos mojadas. Yo tropiezo y caigo al suelo. Tú no puedes frenar y te caes encima de mi. Nos miramos fijamente y las carcajadas inundan todo el parque. Te levantas y me ayudas a incorporarme. Nos quedamos con los ojos fijos los dos. Las miradas arden cuando empieza a llover. ¡Sígueme!  Me dices y empezamos a correr de nuevo. Llegamos a tu coche. Estoy empapada. Tu también. Empiezo a temblar de frío. Tú me abrazas. El calor de tu cuerpo me hace recuperar mi calor. Las miradas se cruzan otra vez. Llega el roce de los labios lento, dulce, tierno. El primer beso. Tu boca saboreando mis labios. Tus besos suaves me hacen enloquecer.

 

Arrancas el coche y te diriges a tu casa. Llegamos y sigue lloviendo. Corremos los dos hacia la puerta. Entro en ella un poco asustada. Empiezas a quitarte la ropa mojada. Me ofreces tu cuarto para quitarme la ropa y estar sola si quiero. Te vas al comedor y enciendes el fuego de la chimenea. Yo, en tu cuarto, me he quitado la ropa mojada y me he puesto una de tus camisetas. Voy al comedor y allí estás tú. Has preparado algo caliente pero no te percatas de que yo estoy allí, muy cerca de ti. Sólo llevas un pantalón cómodo y caminas descalzo. Te giras y me ves. No dices nada. Me haces un gesto para que entre a la zona que es más cálida. Me siento en la alfombra, frente a la chimenea. Te sientas conmigo. Me acerco a ti y me tumbó recostada en tu pecho. Tus dedos se deslizan por mi piel. Mis manos por tu cuerpo. Todo tiene un rumor diferente a primeros roces, primeros besos, primer contacto, primera excitación.

 

No hay nada sexual y todo es muy sensual. ¡¡¡TE DESEO!!! Pero no me importa esperar,… ¡Lo bueno se hace esperar!

 

 

 

jueves, 21 de marzo de 2013

MI DULCE SANDRA (poema)


MI DULCE SANDRA


Hay una luz en ti

escondida sin razón

 tras el réflex de tu cámara.

¿Por qué ocultas algo tan bello?

 La delicia de una sonrisa

vive entre tu boca y tu cabeza

disputándose a diario,

un sito en tu precioso rostro.

Es tu mirada la luz

perfecta para el artista.

Tu lágrima marchita,

un flash artificial inútil

que empaña la belleza de tu ser.

Hay mil mariposas

en tus creaciones,

infinidad de colores,

cientos de miradas alegres.

¿Por qué la tuya es triste amiga?

No te escondas en tu pasado,

ni en lo que pasó,

ni en lo que ha de pasar.

No sufras por no volver a sufrir.

¡No vivas con miedo mi dulce Sandra!

La vida vulgar

es un instante captado,

una foto encuadrada,

un cuadro enmarcado.

¡Tu vida no tiene que ser instante!

Hazla pasión constante

por querer ser tu,

única, sencilla, dulce,

amante de la ilusión captada,

diosa infinita de la perfecta ternura.

 

Regálame hoy tu sonrisa,

y mañana,

 y pasado.

¡No hay nada mas bello

y mas codiciado!

Deja de ser egoísta

y regálala a diario amiga.

¡Todos los que te queremos

la extrañamos demasiado!