miércoles, 27 de febrero de 2013

IMAGINATE EL FIN DE UNA GRAN CIUDAD


 

Durante el pasado año muchos hablaron del fin de mundo pero ahora, vamos a hacer un ejercicio de imaginarnos una ciudad grande, la que más os guste o la que más rabia os de y conseguir visualmente ver su fin.

 

Visualiza tu ciudad. Imagina todo su color, su esplendor. Imagina una zona concreta (una plaza, una fuente, una zona muy transitada,…). Imagina las personas caminado, fotografiando, hablando por móvil,… Imagina los ruidos comunes como los cláxones de los coches, las emisoras de las radios de alguna tienda de ropa de moda, el tintineo de una campanilla o de un cascabel de algún perro de compañía,… Imagina las flores, la tierra, los árboles plantados estratégicamente,… Imagina el reloj, o el agua, o la brisa que ese día corría cuando visitaste ese lugar,… Imagina la vida que hervía en cada esquina, los besos furtivos de algunos, las miradas cómplices de dos desconocidos, el roce certero de una mano al rozar otra mano ajena,… Imagina el sol, sus rayos, las nubes si las hubiera. Imagínate ese lugar en toda su magnificencia.

 

Ahora bórrale mentalmente todo, la esencia, el perfume, la existencia humana y animal. Súmelo en la destrucción, en ver cada rincón como jamás lo imaginaste completamente diferente, destruido como si ese FIN hubiera llegado de veras. No hay sonido, no hay vida, no hay nada.

 

Cuando visité Roma me encantó estar observando desde Plaza de España el paisaje romano. Ahora la visualizo en mi mente y me imagino la Fontana Barcaccia sin agua, con la parte derecha totalmente destrozada por ese “algo” que siempre llega cuando es el fin. El circulo que rodeaba la fontana formando un lugar para reposar para los transeúntes y caminantes, como pequeños trozos aleatorios despezados, erosionados, casi sin forma definida en los trozos que quedan en píe. La escalera en mi mente, la veo completamente destrozada, como si no hubiera existido nunca y en su lugar, piedras semi rectangulares, fueran adornado acá y allá mal colocadas, un ascenso que antes era verdaderamente bello ahora parece el camino del propio infierno en la tierra. No existe el obelisco y toda su grandeza sino la mitad en pie y la otra mitad en el suelo hecha pedazos. No hay vegetación, ni palmera, ni arbustos,… la desolación lo aniquiló todo. Donde las casa viejas pero tremendamente hermosas decoraban los lados de la gran escalera, quedan retazos en el suelo de lo que fue. La campana yo no esta, la cruz murió en el suelo, las cúpulas se mantienen mitad y mitad. Pero lo peor, lo mas horrible de todo es la desolación, el vacío, el tremendo silencio que se ha vuelto ensordecedor por momentos. ¡¡¡¡ABRO LOS OJOS ASUSTADA!!! Imaginar un fin no es agradable y verlo, aunque sea mentalmente, resulta francamente desagradable.

 

Pese a todo, el verdadero trabajo y el buen trabajo conseguido en una creación como esta (os paso enlace para que lo veáis: http://www.youtube.com/watch?v=EpqPOQ4hbDk) merece un gran reconocimiento sobretodo porque hay que ser muy fuertes para visualizar el fin y hacerlo realidad. ¡Bravo!

 
MORALEJA: Viktor Emil Frankl dijo: La muerte como final de tiempo que se vive sólo puede causar pavor a quien no sabe llenar el tiempo que le es dado a vivir”.

1 comentario: