domingo, 13 de enero de 2013

PEQUEÑOS “GRANDES”. GRANDES “PEQUEÑOS”



Ser la mayor o el mayor de la familia no siempre es bueno. Hubo una época que el primero, si era varón, era el heredero de la casa. Pero si era chica no recibía ese mismo trato.

 

En otras familias, sobretodo en aquellas españolas de antes de la ofensiva, de durante la batalla y durante la postguerra, que eran muy numerosas y donde los hermanos mayores, con apenas poco años, ya te tenía que encargar de los mas pequeños.

 

Esos niños que tuvieron que ser grandes antes de tiempo, no tuvieron una mala infancia pero no fueron niños del todo. Fueron personitas mayores de pocos años. Pronto aprendieron a cambiar pañales, a dar la leche, a ayudar a caminar, a barrer, a fregar, a limpiar, a guisar,… No había tiempo que perder y ellos,… lo aprendieron pronto, demasiado pronto.

 

Sobre estos pequeños “grandes” los países desarrollados cuentan con menos casos ahora en el siglo XXI, pero entre los países pobres, son muchos niños aún lo que saben lo que es encargarse de sus hermanos y lo que es trabajar a una corta edad. No tienen una infancia mala, nos decimos a nosotros mismos que hemos visto en nuestros padres o en nuestras familias este tipo de comportamiento de ser mayores antes de tiempo. Pero no nos olvidamos que no es que no tengan una mala infancia, sino que la palabra infancia dura para ellos tan poco, que ni siquiera saben cual es su significado.

 

Cuando vemos a un mayor haciendo el ganso con los críos, jamás nos planteamos que si forma parte de esos angelitos que no pudieron ser pequeños. Suelen tener una conexión especial con ellos y a la vez son criticados por los mayores que no comprende que personas de veintitantos o trentaitantos o cuarentaitantos tengas comportamientos que ellos consideran “infantiles”. Ninguno de ellos se platean que, por algún motivo, es ese su tiempo de ser traviesos. Todos consideran que no es tiempo a su edad de esa forma de actuar pero no nos confundamos: ellos no niegan la edad que tienen (son como niños pero saben que no son niños) sino que al estar entre esos locos bajitos, disfrutan tanto y se lo pasan tan y tan bien que sólo se dejan llevar. ¿Es tan malo disfrutar de la vida junto a alguien que la esta descubriendo poco a poco como son los peques? Yo, sinceramente, creo que no, así que seguiré riendo con ellos, disfrutando con ellos, jugando con ellos como si fuera una de ellos eso si,… con unos cuantos años más.

 

Jugar con los chiquillos siendo uno de ellos no es malo. Lo horrible es creerse que alguien así no puede hacerse cargo de una situación que requiera ser adulto. Son los adultos los que pierden el norte al hacerse grandes y creerse superiores a todos. Los verdaderos adultos saben muy bien cual es su sitio pese a que a veces se comporten como crío.

 

MORALEJA: Otra frase celebre también hoy como gran final:

 

“Los niños necesitan modelos
más que críticos”.
Joseph Joubert

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