jueves, 3 de noviembre de 2011

LA MALDAD EN EL INTERIOR

El sábado dos amigos míos hablaban sobre el interior y que cuando algo se convierte más o menos en malo viene por unos sentimientos internos llenos de crueldad, supercherías, imposición de una mentalidad, de unas creencias, de una forma de vida en personas con distintas opiniones.

Yo les dije que miraran más películas de Disney para que vieran que eso no es así: no hay un bando de buenos o de malos sino que todos en algún momento podemos llegar a perder el norte y convertirnos en Bárbaros.

Durante la época romana eran los cristianos los malos por venerar a un solo díos en vez de las deidades que ellos veneraban.

Las películas siempre mostraban a los indios como los malos pero,… ¿Quién rodaba esas películas? Los americanos invasores desde su punto de vista y ahí está la respuesta: para poder formarse una idea de lo que pasó realmente hay que escuchar las dos versiones de los hechos y aún así,… no obtendremos la verdad completa. ¿Fueron las ideas nazis erróneas?

La gente que estaba junto a Hitler no lo creía así y prefería la muerte antes de pensar en un mundo dónde no existiera una persona como él. El dictador murió pero esas ideas de que los inmigrantes son invasores que nos quitan el trabajo sigue aún vigentes en la mente de muchos y por desgracia, de personas que pueden optar al poder en estados europeos (el partido de Jean Marie le Pen tuvo mucho éxito durante el 2002 con sus ideas un tanto peculiares sobre la inmigración).

En cada época ha habido maldad, interior de supremacía sobre el animal (racional o no) más débil pero,… ¿No somos todos unos bárbaros?

Una persona trabaja y depende de más de un superior. Llega su momento de ser finiquitado y alguien que no le conoce de nada le dice que todo es culpa suya excluyendo a la empresa de cualquier problema. ¿No es eso una barbaridad?

Otro caso distinto: dos mujeres tiene un territorio laboral que tiene que compartir con otras personas. Solo cuando están los responsables se comportan “medianamente” bien pero cuando el gato se va,… los ratones se divierten incordiando y molestando a las personas que verdaderamente quieren trabajar. ¿No es esa otra barbaridad?

Dos hombres tienen un choque con el coche. Uno de ellos se baja gritando y vociferando. El otro se queda dentro del coche porque están sus hijos dentro y sólo ha sido un golpecito que no ha tenido ningún herido ni ninguna consecuencia negativa exceso ese hombre gritando y asuntando a los pequeños. ¿No es esa otra barbaridad?

Si la maldad está en el interior, si todos en el fondo tenemos la necesidad imperiosa de “REINAR” por encima de otro, de pisotear para sentirnos mejor. ¿No llevamos todos la maldad en nuestro interior?

No hace mucho leí que todos somos uno y que ese uno es lo que nos lleva a un bien común. Últimamente casi nadie ayuda a nadie, todo tiene que ser números, beneficio, superación personal e individual,… Ya nadie piensa en nadie. ¿Dónde está la utopía creada llamada cadena de favores?

Realmente quiero pensar que cuando salga mañana a la calle intentaré ser mejor persona, que cuando hable con los más pequeños de mi casa les enseñaré lo más sencillo que es quererse, amarse, respetarse. Las personas adultas podemos elegir y seguimos eligiendo mal. Intentemos que nuestros errores no hagan mella en los futuros miembros de nuestra comunidad. Empecemos hoy a labrar un futuro mejor para todos.

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