lunes, 24 de octubre de 2011

QUE VERDAD ES UNA VERDAD COMPLETA

Venimos al mundo inocentes. Necesitando la ayuda de unos y de otros para crecer y ser personas de provecho. Nos enseñan lo que es bueno y malo para nosotros. Nos ayudan a diferenciar entre el bien y el mal. Nos apoyan cuando decidimos volar solos por fin.

Cuando vamos por el mundo se nos va quitando la venda poco a poco: primero con los compañeros del colegio, luego con las personas que conocemos en el instituto, luego con las amigas, luego con los novios, con las novias, con los compañeros de trabajo, con todos los que quieren dejar huella en nuestras vidas para bien o para mal.

Al final siempre llevamos a la conclusión de que todos llevamos una máscara que se ha forjado al cabo de los años por desasosiego a que nos hagan daño, por desconfianza a que nos hieran, por miedo a sufrir.

Cuando una chica con treinta años, un verano con las amigas, viaja a otro país para disfrutar de la vida, de no ser completamente una máscara aún porque es una persona vital que cree aún en príncipes azules, en caballos blancos, en que la vida puede ser diversión sin que eso signifique jugarse la vida siendo una misma, se encuentra con un “hombre” que todo es máscara, que un NO jamás será un impedimento para conseguir su propósito sea cual sea, acaba muerta, semienterrada en un agujero tapada con ramas, hierbas y restos de piedras.

Después de ese final, cualquier excusa, cualquier declaración contradictoria, cualquier locura transitoria de ese que le arrebató la vida, cualquier sentencia a favor o en contra no le va a devolver su vida, sus ganas de vivir, sus ganas de seguir aprendiendo y tener las suficientes vivencias como para haber visto de lejos aquel “hombre” que NO no era una palabra que estaba es su vocabulario.

Cuesta asimilar una muerte de alguien a quien quieres pero cuando esta llega de manera tan súbitamente, cuando se tiene que enterrar a una joven que es una hija, duele hasta pensar en seguir viviendo. Nada consuela, nada puede devolvernos esa vida arrebatada por que NO no se entendió jamás.

No podemos ser jueces. No podemos ser maestros. No podemos luchar contra una locura transitoria. No podemos borrar las confesiones contradictorias. No podemos creer que una persona enloqueciera sino no había sido culpable de un abuso sexual por el miedo de ir a la cárcel. No podemos entender como una persona que es inocente manta por miedo o porque haya “vocecitas” que le digan que lo hagan sobretodo porque cuando alguien miente, la persona que va a la cárcel es esta.

Después de todo, la verdadera verdad es la mitad de dos verdades y la de esa chica, no la podremos conocer jamás porque fue silenciada brutalmente sin sentido porque ese “hombre” NO pudo aceptar un NO como respuesta a una pregunta que nunca hizo.

MORALEJA: Sólo me queda pedir una pregaria por el alma de esa mujer que sólo quería disfrutar de la vida y fue truncada para siempre con un final nunca esperado. Que tu alma descanse en paz. Que aquello que llamamos "justicia" sepa escuchar tu verdad que jamás podrá ser confesada. ¡Descansa en paz amiga! ¡Dulces sueños princesa! Donde estás,... ya no existe el dolor. (“Posso solo chiedere un pregaria per l'anima di questa donna che volevano solo godersi la vita ed era sempre troncato alla fine non è mai previsto. Che la vostra anima riposare in pace. Che ciò che chiamiamo "giustizia" è possibile ascoltare la tua verità, che non può mai essere confessato. Riposa in pace amica! Sogni d'oro principessa! Dove sei, ... e nessun dolore”).

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