sábado, 29 de octubre de 2011

¿PARA DEFENSA O PARA ATAQUE?

Valga decir que hemos llegado a unos puntos en lo que puede parecer de protección para unos resulta que resulta un arma para otros.

En la sección de sucesos he leído que una mujer en Esplugues utilizó un aerosol para robar en una joyería rociando la cara de la dependienta. La ladrona fue atrapada “in fraganti” en un bar cercano. Pero la cuestión es,… ¿Defensa o ataque?

Todos llevamos un aerosol en el algún momento pero,… ¿Se te había ocurrido alguna vez utilizarlo para atacar a alguien? Vas el primer día a las rebajas y una de las maníacas de estas se está intentando pelear contigo por unas botas de piel que están rebajadas un ochenta de su precio (que lógicamente no lo pone) y ella es más fuerte que tu, está a punto de ganarte en el ataque,… ¿Qué haces? Sacas el desodorante del bolso, le rocías los ojos y a correr a la caja se ha dicho.

O estas saliendo de una discoteca y resulta que un grandote muy bebido te pide que le des un cigarro. ¿Qué haces? Si le dices que no quieres porque sólo te queda uno y las cosas no están como para ir regalando tabaco, puede que su estado de embriaguez le haga querer darte un golpe. Tu, te adelantas, coges el aerosol, le rocías los ojos y te vas al coche (si no llegas a los ojos, pues, si el aerosol es muy fuerte, rocíale las zonas bajas y veras como la irritación lo deja tumbado en el suelo un buen rato).

En fin, como podéis observar cualquier cosa en plan película (un clip, una grapadora cargada, una lima afilada, un lápiz con mucha punta, etc.) puede llegar a hacer mucho daño. Da igual todas las hipótesis raras que nos podamos imaginar que NADA justifica usar una cosa para otra por una mera suposición. Unas botas no justifican que puedas dejar a una persona con ceguera transitoria o visión reducida durante muchos días. Nada justifica que un hombre que se acerca a ti, sea en el estado que sea, vaya a hacerte daño si te pide un cigarro y tu no se lo quieres dar. Quizás se vaya con viento fresco cuando por tu mente ya han pasado dos formas de hacerle daño y causarle dolor. ¡Ese es el problema! Que antes de que nos hagan daño,… atacamos. ¿Las consecuencias? No nos preocupan. Los miedos nos paralizan hasta tal punto que nos hace seres retorcidos sin voz.

En el mundo hay muchas formas de hacer daño,… pero quizás debiéramos empezar a pensar en que podemos hacer para ayudarnos entre todos a que no se utilicen cosas que sirven para defensa en casos puntuales como “armas de doble filo”. Al final, todas esas armas, acaban haciendo daño tanto al que la lleva como al que tiene que sufrirla.

MORALEJA: Un spray para ponerse perfume, para dibujar un corazón en una camiseta para dárselo a tu chica especial, para limpiar el aire de malos olores y sin contaminar la capa de ozono. Para lo demás,… está de más.

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